jueves, 3 de septiembre de 2015

Cuatro años sin leucemia gracias a las células T CAR - DiarioMedico.com

Cuatro años sin leucemia gracias a las células T CAR - DiarioMedico.com





TERAPIA EXPERIMENTAL

Cuatro años sin leucemia gracias a las células T CAR

Las novedosas células T CAR han logrado remisiones de más de cuatro años en pacientes con leucemia linfocítica crónica.
Redacción   |  03/09/2015 00:00
 
 

El equipo de Carl June
El equipo de Carl June (en el centro), de la Universidad de Pensilvania. (Universidad de Pennsilvania)
Un ensayo clínico sobre 14 pacientes ha demostrado en 8 de ellos que la innovadora aproximación genética y celular con linfocitos T CAR consigue remisiones completas a los cuatro años y medio.
Estos resultados proceden de un estudio llevado a cabo por el grupo de Carl June, de la Universidad de Pensilvania. Los datos se publican hoy en Science Translational Medicine y constituyen los más avanzados sobre esta terapia, que se está ensayando con varias decenas de pacientes en todo el mundo.
El equipo de June publicó los hallazgos con los primeros tres pacientes tratados con las células T CAR en 2011 en The New England. Dos de esos enfermos, con leucemia linfática crónica, se encuentran en remisión a día de hoy, más de cuatro años y medio después de recibir la terapia. De hecho, el primero de ambos acaba de superar su quinto año libre del cáncer.
Las células T CAR son linfocitos T del propio paciente que se recogen por aféresis y se modifican con receptores antigénicos quiméricos. Con ese proceso se les confiere capacidad para reconocer específicamente a las células tumorales. Una vez modificadas, las células T CAR son infundidas en el flujo sanguíneo del paciente, donde podrán proliferar y destruir a las células cancerosas.
El trabajo que se presenta ahora confirma que los linfocitos T reprogramados se multiplican y perduran en el organismo a lo largo de años. Según expone uno de los autores, el hematólogo David L. Porter, del Centro del Cáncer Ambranson en la Universidad de Pensilvania, "la duración de las remisiones que hemos observado en este estudio es extraordinaria y nos ha dado esperanzas para considerar a las terapias celulares personalizadas como una opción para los pacientes cuyos tumores no pueden tratarse con las estrategias convencionales". Y añade: "Los pacientes de este estudio son pioneros, su participación nos ha aportado las bases del conocimiento y la experiencia necesarias para desarrollar una terapia que ayudará a más pacientes".
El estudio, registrado como CTL019, comenzó en el verano de 2010. Todos los pacientes reclutados tenían leucemia linfática crónica que había recidivado o continuado aún tras recibir diferentes terapias. Este tipo de cáncer hematológico es la forma más frecuente de leucemia en adultos y no cuenta con un tratamiento curativo.
El trabajo revela una tasa de respuesta global del 57 por ciento. Un 29 por ciento de los pacientes (4 de los 14) mostraron remisión completa. Uno de los enfermos falleció en el periodo de remisión, 21 meses después de la terapia por complicaciones infecciosas al resecar un carcinoma celular basal de la pierna.
Otro 29 por ciento de los enfermos estudiados exhibieron respuestas parciales a la terapia, que duraron una media de siete meses. Dos de esos cuatro pacientes fallecieron por la progresión de la enfermedad entre los 10 y los 27 meses siguientes al tratamiento, y otro murió por una embolia pulmonar seis meses después. En el paciente restante, la leucemia reapareció a los 13 meses, pero se mantuvo vivo gracias a otras terapias durante 36 meses después de la infusión de células T CAR.
Del 43 por ciento de pacientes que no respondieron, dos fallecieron y los otros cuatro están recibiendo otros tratamientos. De momento, se sabe que las células infundidas no han arraigado con tanta robustez como en los enfermos respondedores.
Toxicidad
Los linfocitos T de los pacientes se modifican para que reconozcan la proteína CD19, presente de forma característica en la superficie de las células B. En los pacientes que respondieron a la terapia experimental no se ha encontrado rastro de las células B cancerosas ni de las sanas, apunta June. Para contrarrestar la falta de los linfocitos B, esos pacientes han de recibir infusiones de inmunoglobulina de forma regular. Pero no es el único efecto secundario que debe tenerse en cuenta.
De hecho, en otros ensayos se ha constatado que las células T CAR pueden ser gravemente tóxicas. Todos los pacientes que han respondido sufrieron el síndrome de liberación de citocinas, normalmente cuando las células modificadas infundidas empiezan a expandirse en el organismo. Los síntomas varían desde los típicos de una gripe, fiebre, náuseas y dolores musculares a los neurológicos, como alucinaciones y delirios. Cuatro pacientes experimentaron efectos secundarios más serios, como hipotensión y dificultad respiratoria. El equipo de June ha desarrollado un protocolo para manejar todos estos efectos indeseados que incluye el uso de anticuerpos y esteroides.
Le puede interesar:

MÁS SOBRE LA NOTICIA DEL DÍA

No hay comentarios:

Publicar un comentario