La fosfodiesterasa 2, nueva potencial diana terapéutica en la insuficiencia cardíaca
Reduce la frecuencia cardíaca, protege de las arritimias y evita el fallo del corazón tras el infarto.
Investigadores de la Universidad Médica de Mannheim están considerando la posibilidad de que el enzima fosfodiesterasa 2 (PDE2) funcione como un nexo de unión entre la cascada de señalización del péptido natriurético (NP) y la protección frente a una activación dañina del sistema simpático, circunstancia esta última que, junto con la activación del sistema renina-angiotensina-aldosterona (RAA), caracteriza la insuficiencia cardíaca (IC).
El funcionamiento anormal de ambos sistemas remodela el corazón tanto a nivel estructural como molecular, siendo el AMP cíclico (AMPc) y el GMPc las moléculas efectoras de esta acción patológica. Christiane Vettel, investigadora en Mannheim, indica que la PDE2 degrada el AMPc, una acción potenciada por la unión del GMPc al enzima y que previene la actuación del sistema simpático sobre el músculo cardíaco. Estudios preliminares de este grupo de investigación indican que los pacientes con IC presentan niveles elevados de PDE2 en el corazón, lo que ha impulsado experimentos en ratones que demuestran que la PDE2 tiene un efecto bradicárdico y, a niveles elevados, protege tanto de las arritmias como de la pérdida de función subsiguiente al daño miocárdico.
De estos resultados se deprende que la activación directa de la PDE2 podría constituir un potencial enfoque terapéutico en la IC, particularmente en combinación con sacubitril, un fármaco que activa indirectamente la PDE2 previniendo la degradación del NP.
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