Los niveles en la sangre de una sustancia química vinculada con la carne se relacionan con las probabilidades de problemas cardiacos
La TMAO, que se produce cuando se digieren la carne, los huevos y los productos lácteos, podría provocar la acumulación de placa en los vasos sanguíneos, explican unos investigadoresTraducido del inglés: jueves, 12 de enero, 2017
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
MIÉRCOLES, 11 de enero de 2017 (HealthDay News) -- Una molécula que se produce en la digestión de la carne roja, los huevos y los productos lácteos se vincula con un aumento en el riesgo de ataques cardiacos o accidentes cerebrovasculares (ACV) letales, advierten unos investigadores.
Los pacientes con niveles altos en la sangre de trimetilamina-N-óxido (TMAO) tenían seis veces más probabilidades de morir, sufrir un ataque cardiaco o un ACV, o necesitar cirugía para reabrir una arteria bloqueada a lo largo del mes siguiente, según el estudio.
La TMAO también predijo riesgos de salud a largo plazo, dijeron los investigadores. Las personas con los niveles más altos en sangre de TMAO tenían el doble de probabilidades de morir en un plazo de siete años.
"Un nivel alto de TMAO predijo quién experimentaría un evento cardiovascular importante", dijo el investigador líder, el Dr. Stanley Hazen, presidente de medicina celular y molecular en el Instituto de Investigación Lerner de la Clínica Cleveland.
La TMAO es producida por bacterias intestinales durante la digestión de los alimentos de origen animal, y se acumula en el plasma de la sangre, explicó Hazen.
Pruebas anteriores con animales han mostrado que la TMAO aumenta los riesgos para la salud cardiaca de dos formas, dijo.
Parece provocar una coagulación "instantánea" de unas células de la sangre llamadas plaquetas, lo que puede conducir a una arteria bloqueada, señaló Hazen.
"Si se infunde la TMAO en la sangre, se puede mostrar que las plaquetas se vuelven hipersensibles", dijo. "Un grado más bajo de estimulación puede producir un grado más pronunciado y robusto de activación de las plaquetas y más formación de coágulos".
La TMAO también parece contribuir al endurecimiento de las arterias al mejorar la capacidad del colesterol de formar depósitos en los vasos sanguíneos, añadió Hazen.
Para ver si la molécula podría usarse como una señal de problemas cardiacos futuros, Hazen y sus compañeros de investigación examinaron dos grupos de pacientes: 530 personas en Cleveland y más de 1,600 en Suiza.
Los pacientes estadounidenses habían sido admitidos a la sala de emergencias de la Clínica Cleveland con dolor de pecho, mientras que los pacientes suizos habían necesitado pruebas de imágenes tras la admisión a uno de cuatro hospitales universitarios por un dolor de pecho.
Se siguió a los pacientes durante incluso varios años para monitorizar los resultados, como el ataque cardiaco, el ACV, la muerte por cualquier causa, la muerte específicamente debida a problemas del corazón, o la cirugía para reabrir un vaso sanguíneo bloqueado.
Los pacientes de Cleveland con unos niveles de TMAO que los ubicaban en el 25 por ciento superior tenían seis veces más probabilidades de morir o de experimentar una crisis de salud relacionada con el corazón en un plazo de 30 días, y casi el doble de probabilidades de morir en un plazo de siete años.
Los resultados suizos no fueron tan potentes, al mostrar un aumento de un 57 por ciento en el riesgo de una crisis de salud relacionada con el corazón y un aumento del 60 por ciento en el riesgo de muerte en un plazo de un año, según el estudio.
Hazen anotó que la TMAO también pareció tener un mejor rendimiento que un marcador sanguíneo tradicional del ataque cardiaco, la troponina. La troponina es una proteína que liberan las células del músculo cardiaco dañado, y se considera como el mejor biomarcador para la detección de un ataque cardiaco.
Alrededor de un 31 por ciento de los pacientes de Cleveland que obtuvieron resultados altos de la TMAO pero negativos de la troponina tuvieron una crisis relacionada con el corazón en el plazo de 30 días, y alrededor de un 37 por ciento en el plazo de seis meses, encontró el estudio.
"Muchas personas presentan un dolor de pecho pero todavía no tienen un nivel alto de la enzima cardiaca", dijo Hazen. "Puede tardar varias horas para que ese nivel aumente. Por eso se les pide que se sienten y esperen en una unidad de observación, para ver si en realidad están teniendo un ataque cardiaco o no".
En el futuro, quizá los médicos deban pensar en utilizar la TMAO como marcador sanguíneo de problemas cardiacos potenciales, planteó Hazen.
Hay una prueba de la TMAO disponible, y es relativamente barata, con un costo de alrededor de 50 dólares, señalaron los investigadores en la información de respaldo.
Pero no hay un método rápido para evaluar los niveles de la TMAO en la sangre, lamentó Hazen. Para que sea útil en el ámbito de las emergencias, habrá que desarrollar una nueva prueba con resultados rápidos.
En general, la investigación sobre la TMAO ha producido resultados mixtos, dificultando que se saquen conclusiones firmes sobre la utilidad de la molécula, dijo Donna Arnett, ex presidenta de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association).
"Estos resultados son más para generar hipótesis que definitivos sobre un cambio en un marcador diagnóstico para la práctica clínica", dijo Arnett, que actualmente es decana del Colegio de Salud Pública de la Universidad de Kentucky.
Arnett anotó que incluso los resultados de este estudio son mixtos, dado que el grupo más pequeño de Cleveland mostró una conexión mucho más grande entre la TMAO y la enfermedad cardiaca que el grupo suizo de mayor tamaño.
El Dr. Sameer Bansilal, un cardiólogo, se hizo eco de las salvedades planteadas por Arnett, y dijo que "las tasas de eventos en la cohorte de la Clínica Cleveland" fueron "bastante astronómicas".
"Los hallazgos en la cohorte suiza son mucho más aceptables", dijo Bansilal, profesor asistente de medicina y cardiología en el Sistema de Salud Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York.
Hazen apuntó que el nuevo estudio sí indica beneficios potenciales de limitar la proteína animal en la dieta, aunque añadió que algunas personas tienen la tendencia natural a tener niveles altos de la TMAO debido a la conformación de sus bacterias intestinales.
"Al final, debemos desarrollar fármacos que reduzcan la TMAO directamente, como tenemos para el colesterol", aseguró Hazen.
El nuevo estudio se publicó el 11 de enero en la revista European Heart Journal.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
FUENTES: Stanley Hazen, M.D., Ph.D., chair, cellular and molecular medicine, Cleveland Clinic's Lerner Research Institute; Donna Arnett, Ph.D., dean, University of Kentucky College of Public Health, and past president, American Heart Association; Sameer Bansilal, M.D., assistant professor, medicine and cardiology, Mount Sinai Health System, New York City; Jan. 11, 2017, European Heart Journal
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