Un estudio vincula el cribado en mama con el sobrediagnóstico
Un estudio danés publicado en Annals of Internal Medicine relaciona el cribado en mama con el sobrediagnóstico, y concluye que no se asocia con una menor incidencia de tumores avanzados.
José A. Plaza | 10/01/2017 10:12
Karsten Juhl Jorgensen, del Nordic Cochrane Center, del centro Rigshospitalet en Copenhague y autor principal del trabajo, y Otis Brawley, presidente de la asociación Americana del Cáncer, que ha escrito un editorial sobre el estudio. (DM)
Un estudio realizado en Dinamarca, que ha analizado datos de mujeres entre 1980 y 2010, concluye que, por el momento, los clínicos deben lidiar con el hecho de que el cribado en mama va ligado al sobrediagnóstico. Los autores piden afinar el cribado y señalan que no demuestra una reducción de la incidencia de tumores avanzados.
El trabajo se publica en Annals of Internal Medicine y está coordinado por Karsten Juhl Jorgensen, del Nordic Cochrane Center y del centro Rigshospitalet en Copenhague. Su equipo ha analizado el cribado en Dinamarca, estudiando datos de 1980 a 2010 de mujeres de entre 34 y 80 años, y haciendo hincapie en los progresivos programas de cribado dirigidos a mujeres de 50 a 69 años.
Su conclusión es clara: el cribado favorece el sobrediagnóstico y no se relaciona en la cohorte estudiada con una menor incidencia de tumores avanzados. En el grupo de mujeres sometidas a cribado, aumentó la detección de tumores no avanzados.
En concreto, los autores estiman que en 2010 se produjeron 271 casos de cáncer invasivo y 179 carcinoma ductales in situ vinculados con un claro sobrediagnóstico, con una tasa de entre el 15 y el 20 por ciento. Una segunda estimación en mujeres de edad más joven que la recomendada para el cribado observó en el mismo año 711 tumores invasivos y 180 carcinomas in situ, con una tasa mayor de sobrediagnóstico (en torno al 40 por ciento).
Jorgensen cree que en uno de cada tres tumores invasivos y carcinomas ductales in situ se produce el sobrediagnóstico.
Según informa Reuters en referencia al estudio, la Sociedad Americana del Cáncer, referencia internacional en cuestión de guías y recomendaciones, es consciente de que, hoy por hoy, el cribado lleva aparejado un sobrediagnóstico. Su presidente, Otis Brawley, ha escrito un editorial en la misma revista en la que se publica el trabajo de Jorgensen, en el que reconoce que hay que mejorar la eficiencia del cribado.
Brawley cree que, en el futuro, habrá más evidencias en torno al cribado que permitirán seleccionar grupos de mujeres en las que aplicar el principio de watchful waiting, una vigilancia activa que implica seguimiento pero no cribado: "Aún no podemos aplicar este principio en cáncer de mama", admite.
El presidente de la Asociación Americana del Cáncer concluye que, por el momento, cribado y sobrediagnóstico van de la mano, incluyendo un riesgo potencial de que algunas mujeres sean tratadas de forma innecesaria.
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