viernes, 5 de mayo de 2017

Los bebés que nacen adictos a los opiáceos con frecuencia tienen dificultades con el aprendizaje: MedlinePlus Health News

Los bebés que nacen adictos a los opiáceos con frecuencia tienen dificultades con el aprendizaje: MedlinePlus Health News

MedlinePlus Información de salud para usted

Los bebés que nacen adictos a los opiáceos con frecuencia tienen dificultades con el aprendizaje

Son más propensos a tener discapacidades y retrasos en el desarrollo, afirman los investigadores
Traducido del inglés: jueves, 4 de mayo, 2017
Imagen de noticias HealthDay
MIÉRCOLES, 3 de mayo de 2017 (HealthDay News) -- Los bebés expuestos a los analgésicos opiáceos en el útero son más propensos a necesitar servicios de educación especial en el momento de alcanzar la edad escolar, según un nuevo estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
Muchos bebés que nacen con adicción a los opiáceos (una afección conocida como síndrome de abstinencia neonatal [SAN]) acaban quedándose retrasados con respecto a los otros niños en la escuela, dijo la Dra. Mary-Margaret Fill, funcionaria de los CDC en el Departamento de Salud de Tennessee.
Fill y sus colaboradores encontraron que, en comparación con los niños sin el síndrome, los niños de Tennessee nacidos con el SAN tenían:
  • Un 44 por ciento más de probabilidades de ser remitidos a una evaluación de posibles retrasos en el desarrollo.
  • Un 36 por ciento más de probabilidades de cumplir con los criterios de su estado para la discapacidad educativa.
  • Un 37 por ciento más de probabilidades de recibir ayuda por dificultades educativas y del desarrollo.
"Estos niños eran más propensos a tener alguna discapacidad educativa (como un retraso del desarrollo, o un trastorno del habla o del lenguaje) y eran más propensos a requerir de los servicios en clase para intentar ayudarles a ponerse al día en las áreas en las que habían quedado detrás", dijo Fill.
Los casos de bebés nacidos con el SAN se multiplicaron por 15 entre 2002 y 2012 en Tennessee. Este aumento se debió en gran medida a la epidemia de abuso de medicamentos recetados, indicó Fill. Ejemplos de estos medicamentos son la oxicodona (Oxycontin y Percocet) y la hidrocodona (Vicoprofen).
Los bebés que nacen siendo adictos a los opiáceos lloran con un tono muy alto, tienen dificultades para comer, sufren de nerviosismo y temblores, estornudan y bostezan más frecuentemente, y experimentan vómitos y diarrea, según Fill.
Estos bebés normalmente están en el hospital hasta que los médicos consiguen desintoxicarlos de su adicción, dijo el Dr. William Carey, neonatólogo de la Clínica Mayo de Rochester, Minnesota.
Un grupo de profesores de Tennessee advirtieron a las autoridades de la salud pública que los efectos de la exposición a los opiáceos en el útero podrían ir más allá de la infancia, dijo Fill.
Los profesores "sentían que estos niños eran solo un poco distintos cuando llegaban a la edad escolar, que quizá tenían más problemas del comportamiento o de aprendizaje", dijo.
Los investigadores compararon a más de 1,800 niños de Tennessee a los que se había diagnosticado el SAN con más de 5,400 niños sanos (el grupo de "control"). Revisaron los datos de educación especial del estado para ver si la adicción a los opiáceos al nacer influía en el desarrollo académico. Todos los niños nacieron entre 2008 y 2011.
Más del 19 por ciento de los niños que habían tenido el SAN fueron evaluados por si tenían alguna posible discapacidad, en comparación con el 14 por ciento de los del grupo de control sanos, encontraron los investigadores. Un número mayor de bebés con el SAN cumplían con los criterios de discapacidad educativa: un 16 frente a un 12 por ciento.
La asociación entre el SAN y la discapacidad educativa se mantuvo incluso después de que los investigadores tomaran en cuenta otros factores que podrían influir en el desarrollo. Estos factores incluían el nivel educativo de los padres, si la madre fumaba, las diferencias regionales y un peso bajo al nacer, dijo Fill.
Carey dijo que es muy probable que la exposición a los opiáceos en el útero podría influir en el desarrollo cerebral del feto.
"Si modificamos el entorno químico local del desarrollo de las células cerebrales, esto puede tener un efecto negativo en el modo en que se desarrollan que podría llevar a un desarrollo cerebral alterado", comentó Carey.
El Dr. Michael Grosso, director de pediatría y jefe médico en el Hospital de Huntington de Northwell Health, en Huntington, Nueva York, se mostró de acuerdo.
"Todavía nos queda mucho por aprender sobre el desarrollo del cerebro y sus determinantes, pero los estudios como este nos dicen que los efectos de la exposición prenatal a los opiáceos podrían ser incluso más persistentes que lo que pensábamos", dijo Grosso.
Los bebés pueden exponerse a los opiáceos en el útero como resultado del abuso de medicamentos, apuntó Carey, pero los médicos también observan muchos casos de SAN en los que se recetaron opiáceos a la futura madre por un dolor crónico o se usó metadona para evitar la adicción a los medicamentos o las drogas.
Fill apuntó a que los bebés tratados por una adicción a los opiáceos después de nacer deben ser observados de cerca a medida que van creciendo.
"Después de recuperarse del síndrome de abstinencia e irse a casa, ahí no se acaba todo necesariamente", dijo Fill.
"Deberían inscribirse en, o al menos ser evaluados por, los servicios de intervención temprana hasta los 3 años de edad, para determinar si muestran cualquier señal de retraso temprano del desarrollo. Deberían someterse a una monitorización cercana continua para asegurarse de que no haya evidencias de que necesiten terapias o servicios adicionales", sugirió.
Fill presentó los hallazgos recientemente en la reunión anual del Servicio de Información Epidemiológica de los CDC, en Atlanta. Los hallazgos presentados en reuniones médicas generalmente se consideran preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
FUENTES: Mary-Margaret Fill, M.D., epidemic intelligence services officer, U.S. Centers for Disease Control and Prevention; William Carey, M.D., neonatologist, Mayo Clinic, Rochester, Minn.; Michael Grosso, M.D., chair of pediatrics and chief medical officer, Huntington Hospital, N.Y.; April 24, 2017, U.S. Centers for Disease Control and Prevention, Epidemic Intelligence Service meeting, Atlanta
HealthDay
Las noticias son escritas y proporcionadas por HealthDay y no reflejan los puntos de vista de la política federal, las opiniones de MedlinePlus, la Biblioteca Nacional de Medicina, los Institutos Nacionales de la Salud, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos.
Más noticias de salud en
Abuso de sustancias durante el embarazo
Abuso y adicción de opioides
Desarrollo del niño

No hay comentarios:

Publicar un comentario