CONGRESO EUROPEO DE CÁNCER DE MAMA
Los cribados ayudaron reducir el tamaño del tumor en el diagnóstico
Los programas de cribado en cáncer de mama han sido una de las herramientas fundamentales para conseguir mejorar la supervivencia. Sin embargo, cabe mejorarlos.
Miguel Ramudo. Barcelona | 22/03/2018 11:17
Mujer realizándose una mamografía (DM)
Un diagnóstico precoz en cáncer de mama supone una diferencia crucial de cara a la supervivencia de la paciente. En el XI Congreso Europeo de Cáncer de Mama, que se está celebrando en Barcelona, ha sido uno de los temas que se ha puesto sobre la mesa. Los programas de cribado se desarrollaron pensando en conseguir mejorar este diagnóstico precoz y los resultados parece que les dan la razón.
Así al menos parece desprenderse de una investigación liderada por Manon Jenkins, del Hospital General Weston en Bristol, en Reino Unido. En su trabajo se pudo observar cómo el tamaño medio de los tumores de mama en el momento del diagnóstico se redujo de forma considerable en las décadas de 1980 y 1990, justo después de la introducción de los programas de cribado.
"Los tumores más pequeños, por norma general, presentan un mejor pronóstico que los grandes. Por eso se introdujeron los programas de cribado, para detectar aquellos tumores de mama que no son lo suficientemente grandes para que las pacientes los detecten y descender la mortalidad", ha explicado Jenkins.
Los resultados de su trabajo, que abarca un total de casi 400.000 casos de pacientes en Estados Unidos desde 1983 hasta 2014, demostraron que el tamaño medio del tumor se ha reducido hasta en un 23 por ciento. Sin embargo, este descenso no se ha producido de una forma constante y entre 2001 y 2014 han podido constatar un aumento del tamaño medio de los tumores. "Esto podría ser debido a una caída en las cifras de cribado. Ahora tendremos que ver si la mortalidad, que ha continuado descendiendo, se ve afectada por este aumento del tamaño medio".
Lo cierto es que la mortalidad en cáncer de mama ha seguido una línea decreciente en los últimos años. La mejora de los tratamientos y los cribados que permitían un diagnóstico precoz se creía que eran los dos pilares sobre los que se asentaba esta tendencia. "Si ahora que ha aumentado el tamaño medio de los tumores diagnosticados no se detecta un aumento de la mortalidad, es posible que los avances en los tratamientos sean los que han motivado esta mejora".
Mayor riesgo de cáncer
Otro aspecto que se ha debatido en el congreso ha sido la necesidad de establecer medidas complementarias a parte de los cribados programados. Y esto ha salido a la luz tras los resultados de un trabajo realizado por Deependra Singh, investigador del Registro de Cáncer de Finlandia en Helsinki, en el cual se demostraba que las mujeres con síntomas en la mama presentan un mayor riesgo de desarrollar un cáncer hasta su siguiente cita de revisión.
Según esta investigación, las mujeres que tienen un bulto en la mama tienen hasta un riesgo tres veces mayor de que se les diagnostique un cáncer en el intervalo que media entre dos de sus revisiones, las que sufrían secreción en los pezones doblaban el riesgo y las que padecían retracción en los pezones, hasta 1,5 veces más. "Las mujeres con síntomas deberían someterse a una evaluación complementaria sean cuales sean los resultados de la mamografía. Hay que tener en cuenta que estas además no detectan todos los tumores y pueden escaparse sin diagnóstico hasta casi el 40 por ciento" apuntó Singh.
Robert Mansel, catedrático emérito de cirugía en la Facultad de Medicina de la Universidad de Cardiff (Reino Unido) y uno de los presidentes del congreso, señaló la relevancia de este trabajo. "Pone de manifiesto la necesidad de investigaciones más profundas cuando tratamos con mujeres con síntomas como bultos, secreción o retracción de la mama. La supervivencia es mejor si se detecta en los primeros estadios y esto es una llamada de atención para monitorizar mejor a estas mujeres."
Calcular la supervivencia
¿Cuándo se puede decir que una paciente de cáncer de mama está "curada"? Es cierto que la mortalidad está descendiendo en los últimos años, pero sigue sin estar claro cuando se puede decir de forma precisa cuando se ha sobrevivido. Esto adquiere una especial relevancia a la hora de suscribir un seguro de vida. "En los Países Bajos, las solicitudes de supervivientes del cáncer o bien son rechazadas o se les piden unas cuotas más altas", ha explicado Marissa van Maaren, investigadora de la Organización Integral del Cáncer de Países Bajos, con sede en Utrecht.
Ante esta problemática, Van Maaren y su equipo se decidieron a cotejar más de 23.000 casos de mujeres diagnosticadas entre 2005 y 2006 en los tres estados de la enfermedad. Su objetivo era desarrollar un nuevo modelo que ayudar a calcular de manera más precisa el riesgo de muerte real de las supervivientes al cáncer de mama.
Teniendo en cuenta diferentes factores, como el tipo de cáncer, si hay propagación a los ganglios linfáticos, la edad en el momento del diagnóstico, el tipo de cirugía o si la paciente había recibido tratamientos como radioterapia, quimioterapia, terapia hormonal o terapias dirigidas, llegaron a crear 30 modelos, 10 por cada uno de los estados del cáncer de mama.
"Así, por ejemplo, hemos visto una paciente con determinadas características, cuando solicita un seguro de vida dos años después de su diagnóstico tiene un riesgo de fallecer en los próximos diez años un 5,8 por ciento superior al resto de la población. Si lo hace a los cinco años, el riesgo es solo un 4,2 por ciento mayor. Y después de nueve años solo es de un 0,6 por ciento", ha expuesto Van Maaren.
"Así, por ejemplo, hemos visto una paciente con determinadas características, cuando solicita un seguro de vida dos años después de su diagnóstico tiene un riesgo de fallecer en los próximos diez años un 5,8 por ciento superior al resto de la población. Si lo hace a los cinco años, el riesgo es solo un 4,2 por ciento mayor. Y después de nueve años solo es de un 0,6 por ciento", ha expuesto Van Maaren.
Este trabajo, que las compañías de seguros ya están analizando, se ha realizado con población holandesa y para ser aplicado en otros países debería validarse con sus propias poblaciones. "Sin embargo no esperamos que el riesgo de muerte adicional, es decir, la diferencia entre las supervivientes al cáncer de mama y el resto de la población, sea muy diferente".
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