El cáncer de mama es el
tumor maligno más frecuente entre la población femenina y para luchar contra esta enfermedad cada día cobra mayor importancia la prevención. Por ello el
Grupo Geicam de Investigación en Cáncer de Mama, a propósito del
Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, ha editado una infografía para resaltar la importancia de
realizar de forma regular la autoexploración mamaria. Esta práctica permite a las mujeres conocer cómo son sus mamas normalmente y detectar cualquier cambio anormal que requiera la consulta a un especialista.
Según Eva Carrasco, directora científica de Geicam, "a través de la autoexploración se pueden detectar bultos o masas u otro tipo de señales de alarma que ayuden a detectar de forma temprana un cáncer de mama. Hay que recordar que la detección precoz permite diagnosticar el posible tumor en un estadio más inicial, lo que se traducirá en mejor pronóstico y en tratamientos menos agresivos".
¿Cuándo empezar?
Las mujeres deben comenzar la autoexploración mamaria a los 25 años y realizarla 7 días después de la menstruación. "Es muy importante hacerlo periódicamente y durante toda la vida, y con independencia de estar embarazada o después de la menopausia. La mayoría de los cambios que pueden observarse en la mama no son causados por un cáncer, pero se debe acudir a un médico para que los valore. En el caso de sospechar de que se trate de un cáncer, deben realizarse pruebas adicionales que confirmen el diagnóstico".
La técnica de la autoexploración mamaria complementa (y nunca sustituye) a las campañas de cribado mamográfico ni a las revisiones periódicas realizadas por profesionales. "Los programas de cribado con mamografía han incrementado el diagnóstico precoz, con tumores de menor tamaño que permiten tratamientos más conservadores con la misma supervivencia".
Los cinco pasos de la exploración de mamas
1- Colóquese frente a un espejo, levante los brazos y observe ambas mamas
2- Con la yema de los dedos presione suavemente
3- Examine la axila con la yema de los dedos
4- Presione de forma suave el pezón con los dedos (repita los tres últimos pasos en la otra mama)
5- Recostada y con una almohada bajo tu hombro y con el codo elevado, examine con movimientos circulares tanto la mama como la axila
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