PUBLICADO EN 'BMC MEDICINE'
Comer carne procesada se asocia con un empeoramiento de la función física
UAM · 04 junio 2018 00:23
Expertos del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid sugieren que el efecto beneficioso de las proteínas de calidad de la carne desaparece si ésta es procesada.
Expertos del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) han encontrado que personas con una ingesta elevada de carnes procesadas tienen un 30% más probabilidades de empeorar su función física, en comparación con otros individuos que apenas consumen este tipo de alimentos. Sin embargo, la toma elevada de carnes rojas o carnes blancas no se asoció a dicho empeoramiento.
La carne es un alimento con un contenido elevado de proteínas de alta calidad que mejoran la función muscular, pero también contiene una cantidad considerable de grasas saturadas y trans, especialmente si es procesada.
“Los resultados sugieren que el efecto beneficioso de las proteínas de calidad de la carne desaparece si esta es procesada, lo que incremente su contenido en grasas no saludables, sodio y nitritos”, asegura Ellen Struijk, investigadora Juan de la Cierva y primera autora de este trabajo.
Esta hipótesis, explica Struijk, se ve reforzada por resultados adicionales, “en los que al calcular el efecto de reemplazar las carnes procesadas por otros alimentos que también aportan proteínas –como pescado, legumbres, lácteos o frutos secos–, se observa que la probabilidad de deterioro de la función física disminuye”.
Cinco años de estudio
El trabajo, publicado en BMC Medicine, se fundamenta en bases de datos procedentes del Estudio Seniors-ENRICA, que se inició en 2008 recogiendo información de 3.289 personas mayores de 60 años. En concreto, se les preguntó por sus características sociodemográficas, estilos de vida y problemas de salud. Además, personal de enfermería les realizó diferentes tests de función física: velocidad de la marcha, capacidad de levantase de una silla y capacidad de equilibrio.
Además, se les preguntó si eran capaces de transportar el cesto de la compra, subir un piso de escaleras o andar varias manzanas. Después de cinco años se volvió a sus hogares para volver a medir todas estas variables. “Para disminuir el riesgo de deterioro de la función física es importante tener una dieta saludable, en la que las fuentes principales de proteínas sean el pescado, las legumbres, los frutos secos y las carnes no procesadas”, concluye Esther Lopez-Garcia, profesora de la UAM y autora senior del estudio.
Noticias relacionadas
13 Abr 2018 - Actualidad
Comer carne roja se relaciona con el cáncer de colon distal en mujeres
Un estudio con participación española estima que alrededor de uno de cada cinco cánceres intestinales en el Reino Unido están relacionados con el consumo de este tipo de alimento.
13 Mar 2018 - Actualidad
La reducción del consumo de carne implica un menor riesgo de cáncer de mama
Un estudio del CIBERESP refuerza la idea de que la dieta es un factor de riesgo susceptible de modificación para mejorar la prevención de esta enfermedad
18 Dic 2017 - Actualidad
Desvelada la evolución del gen responsable de que la carne roja aumente el riesgo de cáncer
Un estudio de la Universidad de Nevada liderado por el español David Álvarez-Ponce , describe la historia evolutiva del gen CMAH, que permite la síntesis del azúcar Neu5Gc, presente en las carnes rojas, algunos pescados y productos lácteos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario