miércoles, 6 de junio de 2018

El avance de la atención a pacientes mediante innovaciones específicas - National Cancer Institute

El avance de la atención a pacientes mediante innovaciones específicas - National Cancer Institute



National Cancer Institute

El avance de la atención a pacientes mediante innovaciones específicas


15 de mayo de 2018 por Norman E. Sharpless, M.D.
El director del NCI, doctor Norman Sharpless, presentó el 10 de abril las áreas clave de su enfoque para el instituto durante la reunión general con el personal del NCI.
Crédito: Instituto Nacional del Cáncer
Desde el momento en que inicié mis funciones como director del NCI, me han preguntado si tengo una nueva visión para el instituto. Mi respuesta siempre fue que prefería esperar hasta haber realizado una incursión de 6 meses para escuchar e informarme en forma exhaustiva antes de realizar un anuncio de ese tipo; solo así podría conocer realmente al NCI en toda su complejidad y su función e impacto en la comunidad de investigación del cáncer.
Al haber transcurrido ya 6 meses, puedo decir que este proceso ha sido valioso. Lo que he escuchado de pacientes, científicos, defensores de pacientes y médicos durante este tiempo ha sido extremadamente iluminador y me ayudó a crear la base de mis ideas para encaminar la dirección del NCI y la iniciativa de investigación del cáncer.
Hoy temprano, en el congreso anual de 2018 de la Asociación Estadounidense de Investigación del Cáncer (AACR), tuve la oportunidad de describir mi visión de lo que considero como áreas clave de enfoque para el NCI, y me gustaría compartir esas mismas ideas con el resto de la comunidad del cáncer. 

Formulación de enfoques innovadores para la investigación del cáncer

Durante el proceso de identificación de esas áreas fundamentales para nuestro enfoque, mantuve en mente algunos principios generales.
Primero, a medida que seguimos identificando las piezas y armando el rompecabezas del cáncer, lo que ha surgido es el reconocimiento de que el cáncer no es una enfermedad sino, de hecho, cientos—incluso quizá miles—de diferentes tipos de manifestaciones clínicas de cáncer. Esta comprensión es central para mejorar nuestro planteamiento del estudio del cáncer y la concepción de nuevas formas de prevenirlo y tratarlo.
Tomemos como ejemplo el cáncer de pulmón. Hubo un tiempo en el que pensábamos que era una sola cosa: cáncer de pulmón. Luego identificamos un subtipo llamado cáncer de pulmón de células no pequeñas. Más adelante descubrimos otro subtipo de adenocarcinoma de pulmón de células no pequeñas con proteína RAS mutada. Y luego, tan solo en los últimos años, se ha subdividido este subtipo aún más en adenocarcinoma de pulmón de células no pequeñas con proteína RAS mutada con carga de mutación tumoral baja (o con expresión de PD-L1), y así sucesivamente.
Este mismo refinamiento en la distinción molecular de los cánceres está ocurriendo en todos los tipos de cáncer y tiene consecuencias importantes en todos los aspectos de la atención y la investigación de la enfermedad, incluso en la epidemiología, la prevención, la detección y el tratamiento.
Por supuesto, también debemos ser conscientes de que el cáncer no es simplemente "un tumor encerrado en un ser humano", sino más bien un problema de una persona única. Por lo tanto, debemos considerar más los factores específicos del paciente, como la raza, el grupo étnico y las características sociales y comportamentales que también afectan el pronóstico del paciente, las opciones de tratamiento y las necesidades a largo plazo.
El segundo principio rector para mí es que, por el bien de los pacientes, debemos progresar en la lucha contra todos los cánceres, no solo en los tipos más comunes o más fáciles de controlar. Esto se transforma en una idea muy importante si consideramos la enorme e imparable heterogeneidad del cáncer. Dada la posición singular del NCI, podemos tomar la iniciativa y atraer una mayor atención a la investigación de todos los tipos de cáncer, incluso las enfermedades más difíciles de tratar. No debemos temer a equivocarnos.
El tercer principio es que la sorprendente heterogeneidad del cáncer exige nuevos planteamientos, una nueva comprensión de la biología molecular y celular del cáncer, nuevas maneras de realizar estudios clínicos, científicos con diferentes capacitaciones y nuevas maneras de aprovechar los datos. Hemos progresado en forma extraordinaria y, donde las cosas han funcionado, debemos seguir avanzando a todo vapor. Pero donde el progreso se ha retrasado, debemos poner en acción nuestras ideas innovadoras.

Áreas clave de enfoque del NCI

Estos principios rectores me guiaron a identificar cuatro áreas de oportunidad que, con la atención intensificada del NCI, considero particularmente importantes para acelerar el progreso en la investigación y la atención del cáncer.
Es seguro que estas no son nuevas áreas para el NCI. Sin embargo, creo que es el momento justo para enfocarnos con aguda precisión en estas cuatro áreas, basándonos en donde estamos hoy en términos de las tendencias científicas y tecnológicas. Si deseamos aprovechar al máximo estas oportunidades, es al NCI a quien le corresponde innovar su enfoque para la investigación del cáncer.
El futuro está aquí y el momento es ahora. Si no cambiamos nuestro enfoque hacia estas áreas, nos arriesgamos a perder oportunidades cruciales para lograr avances rápidos y significativos.
La primera área de enfoque es la capacitación y formación de los trabajadores—las personas encargadas de los aspectos científicos y de proveer la atención. Una de las responsabilidades más importantes del NCI es garantizar el éxito a largo plazo de las iniciativas de investigación del cáncer mediante la atracción, capacitación y retención de las mejores y más brillantes mentes de orígenes diversos—desde el incipiente estudiante de la escuela secundaria hasta el investigador experimentado.
Mediante la intensificación de la capacitación y formación del personal, podemos ayudar a los investigadores a desarrollar los talentos necesarios—capacitación en inmunología, por ejemplo, porque como lo estamos descubriendo, el sistema inmunitario es muy importante con relación al tratamiento del cáncer. El dominio profesional de la ciencia de datos para comprender en forma integral cómo trabajar con "grandes datos" es claramente otro conjunto de habilidades necesarias para ser un científico exitoso en la actualidad y en el futuro. El tercer ejemplo es la idoneidad en metodologías estadísticas y de ciencias demográficas, necesaria para avanzar en la lucha contra los problemas complejos de las desigualdades en salud relacionadas con el cáncer. Nuestros avances en el mundo del cáncer dependen de contar con una fuerza de trabajo lista para moverse a la par del ritmo acelerado de los descubrimientos.
La segunda área de enfoque es una renovación del compromiso con las ciencias básicas. Esto es similar a la preparación mencionada en una cita que me gusta y que con frecuencia se atribuye a Abraham Lincoln: "Denme 6 horas para talar un árbol y dedicaré las primeras 4 a afilar el hacha". Creo que debemos afilar nuestras hachas y mantener un enfoque comprometido en los aspectos fundamentales de la ciencia, porque es la base sobre la cual se erigen todos los otros tipos de investigación del cáncer.
Todavía desconocemos muchas cosas sobre el cáncer. De hecho, ni siquiera sabemos cuánto es lo que aún no sabemos, se trata de ese universo elusivo de incógnitas desconocidas. Sí, hemos progresado de manera extraordinaria en algunos cánceres, pero hay otros en los cuales el avance ha estado notoriamente ausente. Al dinamizar nuestro compromiso con las ciencias básicas (con miras a la investigación iniciada por los investigadores, de abajo hacia arriba), podemos seguir profundizando nuestra comprensión de la biología del cáncer y, quizá, finalmente lograr avances contra los cánceres que han resistido al progreso.
La tercer área en la que nos enfocaremos es catalizar la gran tecnología de datos para que la investigación del cáncer tenga una base más firme. Para convertir en plena realidad la extraordinaria promesa de la oncología de precisión, debemos abordar con deliberación la estandarización de la recopilación de datos y la generación de informes.
Sin esto, no es posible aprovechar verdaderamente y totalizar los conjuntos complejos de datos que se generan para ayudarnos a mejorar los resultados de salud y la atención del cáncer en el mundo real. Debemos emplear también herramientas más sofisticadas para el análisis de datos, como aprendizaje automatizado y computación a exascala para comprender los proyectos más grandes y complejos que estamos produciendo mediante la acumulación de conjuntos de datos multimodales. Una parte clave del éxito en esta área será la capacitación de científicos jóvenes con experiencia en ciencia de datos, así como la atracción de científicos de otros campos a la investigación del cáncer.
Si deseamos transformar la investigación de hoy en descubrimientos clínicos innovadores del mañana, debemos enfocarnos en pasar del intercambio pasivo de datos a la acumulación activa de datos a una escala mucho más amplia. Al acumular tipos diferentes de datos de grandes muestras de pacientes (por ejemplo, vincular datos genómicos, radiológicos, clínicos y de patología) podrían hacerse evidentes las relaciones fundamentales entre el tipo de cáncer y el tratamiento, que de otro modo no surgirían de los análisis tradicionales.
Un enfoque armonizado en el uso de "grandes datos" nos permitirá aprender de cada paciente, los que hemos tratado con éxito y aquellos a los que no hemos podido ayudar. Todos los pacientes tienen experiencias valiosas que pueden aportar información para la investigación del cáncer.
La cuarta área de enfoque clave tiene que ver con los estudios clínicos. Los estudios clínicos son el medio fundamental para avanzar en el tratamiento y la prevención del cáncer, pero necesitamos un cambio en nuestras ideas sobre los estudios clínicos y la manera de diseñarlos a fin de que funcionen mejor para los investigadores, los médicos y los pacientes.
Estos cambios deben abordar desafíos tales como la heterogeneidad del cáncer, los índices deficientes de inscripción de pacientes, la dificultad de los pacientes para encontrar estudios, los criterios de exclusión innecesarios y los costos onerosos. En resumen, necesitamos modernizar los estudios clínicos, haciendo una transición hacia estudios más pequeños, de mayor enfoque y más rápidos que a menudo se pueden poner en marcha en entornos comunitarios.
Claramente, hay mucho más para decir acerca de cada una de estas cuatro áreas de enfoque y sus interrelaciones, y en las próximas semanas y meses tengo planeado ampliar estas ideas en blogs, entrevistas y otros foros de comunicación.
Al mismo tiempo, quiero dejar muy claro que el enfoque en estas áreas no significa que descuidaremos otras áreas no mencionadas aquí en forma explícita. El NCI es responsable de todo el Programa Nacional de Cáncer, para la investigación y el avance que abarca todo el espectro de la investigación, desde la prevención, la detección y el diagnóstico, hasta el tratamiento y la supervivencia.
Debemos a nuestros pacientes mantener el compromiso en nuestra misión y trabajar en colaboración para disminuir la terrible carga del cáncer.
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