Redacción. Madrid | 11/06/2018 15:00
Un 12 por ciento del cáncer en la población mundial se deriva de las células de la sangre, ya sea una leucemia, un linfoma o un mieloma, con un diagnóstico de un paciente nuevo cada dos minutos. Aunque algunos tipos de estos procesos oncológicos hematológicos son curables, para otros no existen tratamientos suficientemente eficaces.
Existe un tipo de linfoma especial denominado linfoma de las células del manto (MCL) que se caracteriza por su comportamiento agresivo, su diagnóstico tardio con afectación de distintos órganos y su origen a partir de los linfocitos B. La terapia actual permite manejar la enfermedad a corto plazo, pero es una necesidad médica el descubrimiento de nuevos medicamentos para incrementar la supervivencia a largo plazo.
Los datos de un artículo que hoy publica Haematologica, realizado por el grupo de Manel Esteller, director del Programa de Epigenética y Biología del Cáncer (PEBC) del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Bellvitge (Idibell), Investigador Icrea y catedrático de Genética de la Universidad de Barcelona, analizan el desarrollo de un fármaco epigenético que en células de este tipo de linfoma frena su crecimiento.
Compuestos para supervivencia a largo plazo
El laboratorio de Esteller está interesado en encontrar nuevos compuestos con actividad epigenética que tengan un efecto antitumoral. "Colaborando con químicos orgánicos y la empresa Quimatryx obtuvimos una molécula que actua inhibiendo el gen HDAC6, una proteína que modifica químicamente otra proteínas mediante la acetilación", señala Esteller quien indica que estudiando muchos y diferentes tipos de cáncer del organismo, nos dimos cuenta que su eficacia era máxima para este tipo de linfoma.
Este efecto beneficioso se observó en células cultivadas, estudios murinos y celulas extraídas de pacientes. Además la sustancia es muy específica en cuanto a su diana de acción con aparente poca toxicidad para celulas sanas del mismo paciente, como serían los linfocitos de tipo T".
Los investigadores señalan que es importante, en este caso, es que se empiece a plantear su posible uso en ensayos clínicos para el próximo año. La investigación se ha realizado con la colaboración clínica de los Servicios de Hematología del Instituto Catalán de Oncología (ICO) en Hospitalet y Badalona, así como del Instituto Josep Carreras (IJC).
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