Investigación clínica y asistencia, pilares fundamentales en la ELA
En el marco del Primer Congreso Internacional de la Comunidad de la ELA (CincELA), organizado por la Fundación Francisco Luzón, expertos han puesto de relieve la necesidad de trabajar en colaboración para mejorar la labor en investigación.
Hoy por hoy, se desconoce el origen de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Tampoco existe una cura para esta enfermedad. Y los tratamientos existentes tienen efectos bastante limitados. En este contexto, no es de extrañar que cualquier pista o hallazgo en investigación siga acaparando titulares y considerándose como el principal reto de todos los agentes implicados en la enfermedad. En concreto, la ciencia se centra en crear una autopista que lleve, por fin, a un tratamiento efectivo para la ELA.
Así ha quedado de manifiesto durante el bloque "Investigación clínica y asistencia, dos pilares inseparables para el avance contra la ELA" celebrado durante el Primer Congreso Internacional de la Comunidad de la ELA (CincELA) organizado por la Fundación Francisco Luzón. Esta mesa ha estado dedicada a analizar el binomio investigación clínica y asistenciacomo pilar fundamental en esta enfermedad, y a visibilizar la necesidad de incrementar los ensayos clínicos en España. Y en ella se ha puesto de relieve la necesidad de trabajar en colaboración para mejorar la labor en investigación.
La Dra. Mónica Povedano, coordinadora de la Unidad Funcional de Motoneurona en el Hospital Universitario de Bellvitge (Barcelona), ha participado en dicha mesa. Según ha subrayado, "la ELA no es una única enfermedad sino muchos tipos de enfermedad". Y es que, no todos los pacientes comparten la misma evolución de la patología. De ahí que, "los biomarcadores sean el camino para mejorar la asistencia clínica y para hacer mejores diagnósticos, pronósticos, conocer los mecanismos que están implicados en la enfermedad y monitorizar al enfermo en los ensayos clínicos", ha subrayado.
Trabajo colaborativo y en red
La doctora Povedano ha destacado los requisitos básicos para avanzar en el ámbito científico. Ha dado especial relevancia a colaboración: "El avance solo es posible con el trabajo conjunto entre la investigación básica y la investigación clínica, para la que no siempre se facilita tiempo real, y que ninguna de la dos sería posible sin la participación del paciente".
La fórmula para seguir avanzando no solo se centra en el trabajo colaborativo entre la investigación biomédica y clínica. También es clave tejer una red entre los investigadores de las diferentes áreas de la ELA. A este respecto, Adolfo Pérez de Munain, jefe de sección del Servicio de Neurología del Hospital Universitario de Donostia y miembro del Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED), ha remarcado la idea de que es clave "intentar agrupar conocimientos diversos frente a un objetivo común y cooperativizar el esfuerzo investigador, para no repetir pasos que suelen ser costosos en el tiempo". En este sentido, CIBERNED no es sino un instituto virtual que está unido en torno a diferentes programas, uno de ellos centrado en la investigación sobre la ELA.
Un marco favorecedor
Amelia Martín Uranga, responsable de la plataforma de Medicamentos Innovadores de Farmaindustria, ha remarcado que actualmente, de los 7.000 medicamentos que se encuentran en desarrollo a nivel global, 1.300 están destinados a las enfermedades neurológicas. De hecho, de las últimas 46 nuevas moléculas aprobadas por la Agencia Americana del Medicamento (FDA), el 13% estaban destinados al área de la neurología. Asimismo, en el caso concreto de la industria farmacéutica establecida en España, ha habido un aumento del 5,7% en la inversión en I+D, de la cual, Farmaindustria invierte un 60% en ensayos clínicos. Todo ello ha repercutido en que, actualmente, España sea, después de Estados Unidos, uno de los países en los que los principales laboratorios realizan sus ensayos clínicos.
No en vano, "desde 2013 hay en activo 18 ensayos relacionados con la ELA y España participa en 8 de ellos, muchos en fases tempranas, y el 50% de los mismos son promovidos por la industria farmacéutica". Así lo ha explicado la portavoz de Farmaindustria.
Otro de los factores que ha permitido aumentar la presencia española en ensayos clínicos a nivel internacional ha sido la entrada en vigor del Real Decreto de Ensayos Clínicos en enero de 2016 que, en palabras que César Hernández García, jefe de departamento de Medicamentos de Uso Humano de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), "ha situado a España 2 o 3 años por delante de la regulación europea respecto a otros países".
Respecto a las posibilidades que plantea esta nueva legislación, el experto ha explicado que la más relevante es, sin duda, la creación del Registro Español de Ensayos Clínicos, "en el que se puede encontrar toda la información sobre todos los ensayos clínicos que se hacen en España de cualquier enfermedad, con datos desde 2013" y que está accesible para ser consultado por cualquier paciente que quiera valorar participar en alguno de los mismos. Hernández García ha expuesto que esta legislación también supone un marco favorable para la colaboración y para la apertura de nuevas propuestas, ya que simplifica el proceso reduciendo la burocracia, permite el trabajo colaborativo, y se abre a nuevas propuestas respecto a la metodología actual de la propia investigación clínica.
Cooperación internacional
El trabajo en red resulta más efectivo si se aprovechan todas las estructuras, datos y trabajo existente, y eso supone dejar de lado las fronteras y compartir información a nivel internacional. Sobre esta cuestión, Leonard Van den Berg, presidente de la European Network for the Cure of ALS (ENCALS), ha expuesto diferentes ejemplos de iniciativas de cooperación internacional en la investigación de la ELA. El profesor Leonard Van den Berg persigue encontrar una cura para la ELA. De ahí que haya impulsado el proyecto MinE, que pretende secuenciar 22.500 genomas completos (15.000 de pacientes y 7.500 de personas sanas). Sus conclusiones son prometedoras. De hecho, los últimos descubrimientos de genes relacionados con la ELA han sido posibles gracias a esta investigación.
Uno de los aspectos que ha destacado ha sido el hecho de poder compartir los datos de los pacientes diagnosticados para generar un algoritmo predictivo que indique, entre otras cuestiones, la tasa de supervivencia de los pacientes o su posible inclusión en ensayos clínicos. A este respecto ha explicado el proyecto MinE.
"A través de la secuenciación de muestras de ADN de los pacientes, MinE busca identificar factores de riesgo comunes y establecer una base de datos internacional, para conocer la variabilidad genética de la enfermedad", ha informado Van den Berg. La labor de investigación se divide en diferentes grupos de trabajo, centrados en ámbitos concretos, como la epigenética, el fenotipado, la infraestructura de datos o las estructuras genómicas. Y cada país sigue siendo propietario de los datos que aporta, pero puede a su vez compararlos con los datos de central, acumulados en un súper ordenador en Ámsterdam, al que se tiene acceso desde cualquier parte del mundo. Este experto ha desvelado que actualmente se encuentra "a mitad de camino de generar la secuencia de casi 15.000 pacientes".
Por último, ha explicado la iniciativa Treatment Research Institute for the Cure of ALS (TRICALS), que pretende ser también una red de colaboración de diferentes ensayos clínicos centrados en la búsqueda de un tratamiento efectivo para la ELA. "Espero que España participe en esta importante iniciativa de terapia efectiva para personas con ELA", concluía el experto.
por IM Médico Publimas Digital s.l.
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