“La investigación en Neurología goza de buena salud”
Exuperio Díez Tejedor, presidente de la Sociedad Española de Neurología, ha concedido una entrevista a EL MÉDICO
Clara Simón | 21 - septiembre - 2018 3:30 pm
Exuperio Díez Tejedor llega a la presidencia de la Sociedad Española de Neurología (SEN) con el objetivo de hacer más cercana a la sociedad la labor que hacen los neurólogos y de mejorar la asistencial en colaboración con la Administración. Para ello, es clave la formación de los especialistas y la certificación de sus capacidades.
¿Cuáles son los objetivos prioritarios de la SEN?
Las sociedades que no son de reciente creación suelen tener una cierta inercia. Y nosotros somos una sociedad científica con más 70 años, que tenemos ya un recorrido. Por eso, los cambios son lentos, pero nuestro objetivo fundamental es dar a conocer y difundir hacia la sociedad lo que son las enfermedades neurológicas, sus posibles tratamientos, prevención, epidemiología y servir como una fuente de información de los problemas que hay y las soluciones que se tienen.
¿Cómo se establece relación con la sociedad?
Una de nuestras principales actividades es intentar obtener sinergias con las asociaciones de pacientes. Por otra parte, trabajamos hacia el desarrollo del conocimiento, de la investigación y de la docencia. Asimismo tenemos que luchar por obtener un mejor balance asistencial, por informar a la Administración -y a quien corresponda- de los avances que surgen en tratamientos y en métodos diagnósticos. Tenemos que trabajar para que estos se vayan implementando y que el conocimiento fluya rápidamente hacia los especialistas a través de congresos, cursos,…
¿A través de la formación?
Sí, y esperamos que cada vez seamos más activos con cursos online, cursos externos de formación, y con cursos transfronterizos, como formación en español que sean de utilidad para toda la comunidad hispanohablante.
Y, ¿la investigación?
Tenemos que promoverla, pero no disponemos de fondos para ello, como los del Instituto Carlos III, así que podemos obtener algunas ayudas a través de la industria. Tenemos que favorecer la difusión del conocimiento y lo que se hace en distintos centros, porque eso también genera inquietud en los que están empezando su labor investigadora. También hay que ofrecerles las herramientas para conseguir fondos para entrar en proyectos competitivos, en fondos europeos,… ya que es una forma de promover la investigación.
¿Qué relación tienen con las instituciones europeas?
En el ámbito internacional se deben potenciar principalmente dos aspectos: la formación y la proyección internacional de la Neurología española en los foros internacionales. Se trata de apoyar a nuestros socios para que tengan una mayor visibilidad internacional, mostrar aspectos de modernización de nuestra sociedad, y crear una mayor relación con las diversas entidades. En definitiva, ser una fuente de difusión de lo que es la Neurología española y de todo lo que puede ofrecer a la sociedad. Debemos mejorar esa línea y salir hacia fuera de nuestras fronteras, sin olvidar nunca que nuestro principal objetivo es la sociedad civil española, buscando sinergias con asociaciones y fundaciones, llegar a farmacias, a centros deportivos, a colegios,…
Desde el punto de vista asistencial, ¿considera que en España hay el suficiente número de neurólogos para atender las necesidades, teniendo en cuenta el envejecimiento poblacional?
La verdad es que es un problema de los 17 servicios de salud que tenemos. Algunos estamos muy bien, como Madrid o Barcelona, que tienen una proporción de neurólogos/habitante buena. La Sociedad Española de Neurología realizó en 2012 un estudio para analizar cuál era la situación y es verdad que desde este estudio hasta ahora se ha mejorado mucho, porque se han incorporado nuevos neurólogos al sistema de salud, pero aún hay áreas con un índice 3 neurólogos por 100.000 habitantes. En algunas zonas llegamos a los 10 por cada 100.000 habitantes, pero en otros sitios no llegamos a los 5 mínimos recomendados. En líneas generales, en España tenemos una media aceptable pero si lo analizamos por comunidades ya no es igual, en unas estamos muy bien y en otras no.
Pero, ¿es una necesidad creciente, teniendo en cuenta la pirámide poblacional?
Hace 20 años el número de neurólogos era de 3 por cada 100.000 habitantes, pero ahora, para cubrir la demanda asistencial, hay que subir hasta unos 7 u 8 por cada 100.000 habitantes. Las técnicas han cambiado. Ahora, hospitales terciarios tienen que tener áreas específicas desarrolladas, que ya no solo es Neurología general; ahora es el servicio de Neurología con las unidades A, B y C; es decir, tienen que tener Unidades de Ictus, de Epilepsia, de Trastornos del Movimiento, etc. En los últimos años se ha ampliado el abanico de cuidados y atenciones disponibles para las enfermedades neurológicas, pero lógicamente, para ponerlos en práctica, se necesitan recursos. Para una buena asistencia se tienen que tener buenos profesionales y buenas instalaciones. No obstante somos conscientes de que no se pueden tener los mismos recursos en todos los hospitales. Hay hospitales que con cuatro o cinco neurólogos pueden ofrecer una buena atención y, ante posibles complicaciones, siempre existirá la posibilidad de derivar al paciente a otro hospital.
Entonces, ¿es partidario de recuperar los centros de referencia?
Los centros de referencia existen en el ámbito regional, les pongan o no la etiqueta. Se sabe que existen centros específicos para determinadas situaciones. Desde un punto operativo para una buena gestión, es normal concentrar los casos poco frecuentes en un mismo centro, pues si está diversificado se hace mucho más gasto y se pierde experiencia. Por el contrario, concentrando estos casos se gana en experiencia y, por lo tanto, se ofrece una mejor atención, algo que las comunidades autónomas están haciendo.
¿Cómo valora la situación actual de la troncalidad?
Bueno, creo que o no nos hemos expresado bien o no se nos ha entendido. Neurología no es menos compleja que otras especialidades que cuentan con cinco años de formación. Sin embargo ahora contamos con un año de formación médica general y tres de especialidad en Neurología. Si introducen una troncalidad de dos años se necesitaría al menos un año más de especialización. Estamos luchando por un quinto año.
Y, ¿qué hay del tronco de Neurociencias?
Una de nuestras propuestas respecto a la troncalidad fue plantear un tronco de Neurociencias, como el que existe en Alemania, en el cual estuviera incluida Neurología, Neurofisiología Clínica y Psiquiatría. Se podría hacer una parte común de Neurociencias y luego especializarse. Nosotros lo planteamos en su día porque somos ramas de un mismo tronco.
¿Cómo está planteada la certificación de la carrera profesional?
Certificar a los especialistas es competencia de las sociedades científicas. Somos las que tenemos la capacidad científica y técnica para evaluar la capacidad de los especialistas. Espero que esto no suponga un conflicto con los colegios de médicos.
¿Cómo está la situación en otros países?
En Estados Unidos la certificación la lleva a cabo la American Medical Association (AMA), que agrupa a las sociedades científicas y que son los que también se encargan de la acreditación, además de la función colegial. Todo forma parte de la AMA, hasta los aspectos sindicales. Está todo agrupado. En Estados Unidos si estás trabajando en un hospital académico te dan automáticamente la certificación si cada cuatro años documentas que sigues llevando a cabo esta actividad. Los que trabajan en instituciones privadas tienen que realizar unos cursos con créditos y, para obtener la certificación, tienen que reunir unos determinados créditos. Si en cuatro años no los reúnen pueden perder el título de especialista y en ocho la licencia de médico. Esto es importante porque hay países donde personas, durante años, abandonan su profesión para dedicarse a otros ámbitos, como la política, la empresa, etc. y luego pueden regresar a su puesto asistencial. Esto debería estar regulado por seguridad para los pacientes.
En su opinión, ¿cómo hay que articular la certificación?
Sin duda alguna, la parte de especialidades debería estar coordinada por las sociedades científicas, y el Ministerio de Sanidad debería confiar en que ellas certifiquen las acreditaciones, aunque luego sea él el que las otorgue. Establecería una organización similar a la AMA para tener un foro con esta misión.
¿De qué salud goza la investigación de la Neurología española?
En impacto bibliométrico y publicaciones estamos muy bien. Y si lo comparamos con el porcentaje de PIB que se destina a investigación estamos por encima de lo esperado. La cantidad de dinero por factor de impacto y publicaciones es menor que en otros países. Aunque tenemos trabajos españoles en revistas de todo tipo. Esto ha cambiado mucho en los últimos 20 años y tenemos un gran reconocimiento internacional.
En este contexto, ¿en qué se podría mejorar?
Vamos más justos en patentes porque hace falta más inversión, pero vamos creciendo. Esta mejora tiene que ver con el esfuerzo, que hay que transmitirlo a las siguientes generaciones y potenciarlo. No obstante, esto depende mucho del presupuesto que se tiene. Por eso, muchos grupos han aprendido a buscar fondos entre la industria y las empresas. La neurociencia es importante en España y ha sido así desde Cajal. Ahora tenemos que trasladar esta alianza hacia la ciudadanía y hacia la Administración. Porque todos somos responsables de luchar para poder acceder a unos buenos cuidados asistenciales. Tenemos que reclamar a los gobernantes los recursos necesarios para mejorar la asistencia y desarrollar la investigación.
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