La monoterapia con un anticuerpo anti-CD4 suprime el VIH sin generar resistencia
Mantiene la supresión de la infección tras la interrupción de la terapia antiretroviral farmacológica y presenta un perfil de seguridad favorable.
Un equipo internacional de investigadores ha llevado a cabo un ensayo clínico de fase II con el anticuerpo monoclonal UB-421 en pacientes con infección por VIH que habían interrumpido la terapia antiretroviral (ART) analítico. Las infusiones intravenosas de UB-241 cada dos semanas mantuvieron la supresión virológica a niveles inferiores a 20 copias de ADN viral por mililitro en la totalidad de los participantes durante 16 semanas, con elevaciones transitorias de hasta 142 copias en 8 de ellos.
Ninguno de los 28 pacientes experimentó rebrote de la infección hasta las 400 copias, manteniéndose el contaje de linfocitos T CD4+ estable a lo largo de todo el periodo del estudio. Chang‑Yi Wang, investigador de United Biomedical y director del estudio, afirma que el efecto adverso más común fue el rash cutáneo, el cual fue mayoritariamente de grado 1 y transitorio. Wang indica que aunque los anticuerpos monoclonales no son nuevos en la terapia contra el VIH, el uso de los que presentan un amplio espectro neutralizante no ha conseguido reemplazar a la ART, debido principalmente a la aparición de resistencia. Los anticuerpos dirigidos al CD4 o a los co-receptores CCR5 o CXCR4 ofrecerían mayor potencial porque bloquean los lugares de unión de todos los tipos de VIH, prosigue el investigador. De este modo se evita que el virus penetre en la célula y pueda mutar.
Por otro lado, aunque el lugar de unión de UB-421 al CD4 se solapa con la región de reconocimiento del complejo mayor de histocompatibilidad, no hay evidencia de que esto reduzca la funcionalidad de los linfocitos T, ni en los pacientes estabilizados con ART ni en los que todavía no la habían recibido.
por IM Médico Publimas Digital s.l.
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