lunes, 12 de abril de 2010

Homosexualidad ¿heredada o adquirida?


Homosexualidad ¿heredada o adquirida?

Domingo 11 de Abril de 2010 | Lejos de resolverse, el debate entre "aprioristas" y "empiristas" se profundiza. Ahora, un estudio sobre 470 especies aporta nuevos elementos a la discusión.

Por Jorge Estrella y Roberto Navarro
Para LA GACETA - Tucumán

El pichón de águila ha recibido cuidados de sus progenitores, ha crecido y emplumado. Llega un momento en que comienza a batir sus alas, y otro en que se arroja al vacío desde el nido. Y vuela. Esa coordinación de movimientos que lo sostiene en el aire ¿venía en su programa genético de funciones o la aprendió? ¿Sabía volar el rapaz antes de lanzarse al vacío o adquirió la destreza ejercitándola?

Para explicar cualquier forma o función, toda la biología aparece atravesada por esta pregunta. El comportamiento homosexual no es excepción.

Es relativamente simple responder que numerosas conductas son aprendidas: el manejo de una lengua o de un automóvil, por ejemplo. Y que otras vienen con nosotros, como el parpadeo periódico o la huida ante el bosque que se incendia. Pero ni de lejos está claro cuántas y cuáles condiciones morfológicas y funcionales incorporadas en nuestra organización biótica son indispensables para estos aprendizajes. Esto es, no está claro el límite preciso que separa aquellos comportamientos heredados de los aprendidos. Siguiendo preferencias filosóficas distintas, hay quienes ponen el acento en lo innato (aprioristas), otros en lo adquirido (empiristas). Y también hay quienes ensayan conciliar ambos enfoques como componentes indispensables para entender las relaciones organismo-mundo.

El enfoque biológico
La homosexualidad ha sido vista de modo diverso en las distintas culturas. Y toda vez que se la condenó como culpable fue porque se estimó responsables a sus portadores. Es decir, no víctimas de un mal hereditario sino actores de un comportamiento malamente adquirido. Las interpretaciones del psicoanálisis han insistido en las condiciones ambientales (especialmente familiares) para entender los motivos de la homosexualidad. ¿Qué está diciendo la biología de hoy?

Algunos estudios sugieren una fuerte preeminencia de factores hereditarios. Por ejemplo, S. M. Bailey (de la Northwestern University, EEUU) observó que aproximadamente un 75% de los niños que evidencian comportamiento afeminado se hacen homosexuales. Se entiende aquí por comportamiento afeminado al de niños varones que no quieren practicar deportes, ni juegos rudos. Y desean ser mujeres. Esto apoyaría la hipótesis de una orientación homosexual hereditaria. Pues estos niños a edad temprana (tres a cinco años) muestran una inclinación contra su educación y las costumbres del medio.

En 1993 se advirtió que los homosexuales tienen mayor parentela -igualmente homosexual- por el lado materno que por el paterno. La observación estadística permitía suponer que el cromosama "x" (materno) podía contener el 'gen gay'. Y fue Dean Hamer (del Instituto Nacional del cáncer de EEUU) quien aventuró que un gen ubicado en una porción del cromosoma "x" (llamada Xq28) es responsable de la homosexualidad. Pero lo cierto es que al examinar gemelos univitelinos, (esto es, con la misma carga genética), nacidos de progenitores en que al menos uno de ellos era homosexual, y donde al menos uno de los mellizos también lo era, se comprobó que el 53% era homosexual, pero el 47% restante no. Este último porcentaje desmiente que el tramo Xq28 del ADN sea responsable de ese 53%. Porque el 47% de los casos, criados bajo condiciones ambientales iguales a sus hermanos, simplemente no asumieron la homosexualidad. Además, este enfoque debe hacer frente a una difícil pregunta: ¿Cómo se mantiene el supuesto gen de la homosexualidad en las poblaciones humanas si es lógico admitir que en general sus portadores tienen menos descendencia que los heterosexuales?

Pero del otro lado (el de los 'ambientalistas') la cosa no ha ido mejor. Porque un estudio de 1995 hecho por R. Beasley y J. Reinisch (del Instituto Kynsey, de EEUU) muestra que madres dominantes y padres represivos tampoco determinan -como se creyó- comportamientos homosexuales.

¿Un fenómeno natural?
La discusión, pues, continúa. Y un enfoque interesante de la misma lo proponen estudiosos de la homosexualidad en los animales. Luego de diez años de observaciones documentadas, Bruce Bagemihi ha publicado en 1999 su libro Biological exhuberance: Animal homosexuality and natural diversity, donde registra unas 470 especies de animales (especialmente mamíferos y aves) con homosexualidad incorporada en sus poblaciones: gavilanes, avestruces, murciélagos, pingüinos, delfines, jirafas. Ni siquiera el rey de la selva, el recio y melenudo león, se salva de la desviación sexual. Y a las especies registradas habrá que agregar otras no estudiadas aún.
¿Que mostraría esto? ¿Qué la homosexualidad es un fenómeno 'natural', presente en un amplio espectro de lo viviente? Quizás.

Lo cierto es que la biología no cuenta aun con certezas sobre el asunto. Tal vez estudios futuros más precisos -hechos sobre la base del reciente mapa genético de la humanidad- consigan mostrar de modo inequívoco la existencia de una determinación genética para la homosexualidad. Las opiniones se inclinan por ahora a sostener una combinación de factores genéticos y ambientales en su aparición.
© LA GACETA [TUCUMÁN]

Jorge Estrella - Doctor en Filosofía, escritor, ex profesor de Filosofía de la Ciencia de la Universidad de Chile.

Roberto Navarro - Doctor en Biotecnología, director del Instituto de Biotecnología de la UNT e investigador del CONICET.

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