Publicado en 'Nature Genetics'
Dos nuevos genes se asocian al riesgo de obesidad infantil
Dos nuevas variantes genéticas que influyen en el riesgo de la obesidad infantil común salen a la luz gracias a un estudio de asociación pangenómica. El trabajo, en el que participan varios centros de Barcelona y Zaragoza, se publica hoy en Nature Genetics.
Redacción | 09/04/2012 00:00
Un consorcio internacional en el que han participado centros de doce países ha identificado al menos dos nuevas variantes genéticas asociadas con el riesgo de obesidad infantil común. Struan F. A. Grant, director del Centro para Genómica Aplicada en el Hospital Infantil de Filadelfia, y autor principal de este trabajo, dice que "es el estudio de asociación pangenómica (GWAS) sobre obesidad pediátrica común más amplio realizado, frente a otros trabajos de este tipo que se habían centrado en otras formas de obesidad primaria asociadas a síndromes y enfermedades raras. Nosotros hemos identificado y caracterizado la predisposición genética a sufrir obesidad en la niñez". El hallazgo se publica hoy en Nature Genetics.
Potencia estadística
El metanálisis incluye catorce trabajos en los que se analizan 5.530 casos de obesidad pediátrica (superaban el percentil 95 del índice de masa corporal o IMC correspondiente a su edad) y de otros 8.300 niños normopesos (por debajo del percentil 50 de IMC), todos con ascendencia europea. Según Grant, el Hospital Infantil de Filadelfia ha reclutado y genotipado la mayor muestra de ADN de niños con obesidad común de la literatura científica. "No obstante, llevar a cabo un trabajo de gran potencia estadística requería un estudio multicéntrico que combinase resultados similares en otras partes del mundo".
Así se identificaron dos nuevos locus genéticos: uno se localiza cerca del gen OLFM4 en el cromosoma 13; el otro, en el gen HOXB5, en el cromosoma 17. Además, los autores indican que han encontrado evidencias de asociación con la obesidad infantil en otras dos variantes genéticas.
Ninguno de los genes hallados en el estudio se conocía por su implicación en la obesidad. El gen OLFM4 codifica la glicoproteína olfactomedina 4, que facilita la adhesión celular a través de lectinas y cadherinas. No se comprende bien la función de este gen, pero se ha asociado con la microflora intestinal. Por ejemplo, se sabe que la proteína codificada por OLFM4 desregula la inmunidad innata a la infección por la bacteria Helicobacter pylori. Los autores recuerdan, como una posible conexión, que los sujetos obesos tienen una incidencia mayor de esta infección que los de peso normal.
Por su parte, en trabajos previos se ha sugerido que el gen HOXB5 aparece desregulado tras la pérdida de grasa. El trabajo concluye que es bastante probable que ambos genes impacten en la obesidad a través de diferentes aspectos de la función intestinal.
(Nature Genetics doi: 10. 1038/ng.2247).
- El gen 'OLFM4' se ha asociado con la microflora intestinal, mientras que 'HOXB5' parece alterar su funcionamiento cuando se pierde grasa
Potencia estadística
El metanálisis incluye catorce trabajos en los que se analizan 5.530 casos de obesidad pediátrica (superaban el percentil 95 del índice de masa corporal o IMC correspondiente a su edad) y de otros 8.300 niños normopesos (por debajo del percentil 50 de IMC), todos con ascendencia europea. Según Grant, el Hospital Infantil de Filadelfia ha reclutado y genotipado la mayor muestra de ADN de niños con obesidad común de la literatura científica. "No obstante, llevar a cabo un trabajo de gran potencia estadística requería un estudio multicéntrico que combinase resultados similares en otras partes del mundo".
Así se identificaron dos nuevos locus genéticos: uno se localiza cerca del gen OLFM4 en el cromosoma 13; el otro, en el gen HOXB5, en el cromosoma 17. Además, los autores indican que han encontrado evidencias de asociación con la obesidad infantil en otras dos variantes genéticas.
Ninguno de los genes hallados en el estudio se conocía por su implicación en la obesidad. El gen OLFM4 codifica la glicoproteína olfactomedina 4, que facilita la adhesión celular a través de lectinas y cadherinas. No se comprende bien la función de este gen, pero se ha asociado con la microflora intestinal. Por ejemplo, se sabe que la proteína codificada por OLFM4 desregula la inmunidad innata a la infección por la bacteria Helicobacter pylori. Los autores recuerdan, como una posible conexión, que los sujetos obesos tienen una incidencia mayor de esta infección que los de peso normal.
Por su parte, en trabajos previos se ha sugerido que el gen HOXB5 aparece desregulado tras la pérdida de grasa. El trabajo concluye que es bastante probable que ambos genes impacten en la obesidad a través de diferentes aspectos de la función intestinal.
(Nature Genetics doi: 10. 1038/ng.2247).
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