empleadas para definir el perfil del paciente metástasico
Las células tumorales circulantes, factor pronóstico en cáncer colorrectal
Las células tumorales circulantes, cuya determinación de momento se circunscribe a la investigación clínica, podrían emplearse como un factor determinante del tratamiento en el cáncer colorrectal. Un estudio multicéntrico, coordinado por el grupo TTD, analizará su valor para establecer una terapia personalizada en el tumor avanzado.
Sonia Moreno | 19/04/2012 00:00
La supervivencia del paciente español con cáncer colorrectal ha aumentado desde 1990 en once puntos porcentuales (al 61,5 por ciento, según datos del Eurocare-4, en The Lancet Oncology); a ello ha contribuido la labor de los oncólogos y la introducción de los nuevos fármacos. Esos agentes terapéuticos y los actuales conocimientos moleculares de la enfermedad conforman una tendencia en la investigación consistente en fraccionar los grupos de enfermos para determinar el tratamiento personalizado, como destaca el catedrático Eduardo Díaz-Rubio, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico San Carlos (Madrid) y uno de los artífices del Grupo de Tratamientos de Tumores Digestivos (TTD). El grupo ha llevado a cabo varios ensayos en esa línea para identificar diferentes perfiles de pacientes y su terapia idónea, según se ha expuesto en un encuentro con los medios.
La determinación de las CTC, mediante un simple análisis de sangre del paciente, se investiga en diferentes estudios como un factor pronóstico. Esta herramienta, aprobada por la agencia estadounidense FDA para su aplicación en tumores de colon, mama y próstata, se encuentra ya en varios hospitales españoles, aunque no está operativa en más de cuatro. "Requiere de una inversión inicial para su adquisición y de personal formado para manejarlo. Por paciente, la determinación de las CTC supone unos 180 euros, más barato que una prueba de imagen mediante RM o PET-TC", explica Díaz-Rubio, cuyo centro es pionero en el empleo de esta herramienta en la investigación clínica.
Los brazos de Visnú
Uno de esas investigaciones es el ensayo Visnú, que incluirá a 750 pacientes con cáncer colorrectal inicialmente irresecable de toda España, en los que se contabilizarán el número de CTC. Bajo la coordinación de Eduardo Díaz Rubio y Javier Sastre, del Hospital Clínico de Madrid, y de Enrique Aranda, del Hospital Reina Sofía, de Córdoba, el ensayo intenta determinar cuál es la estrategia de tratamiento en función de cada uno de los perfiles de pacientes con cáncer colorrectal metastásico. Esos perfiles dependerán del número de CTC y de la presencia o no de mutaciones en BRAF, KRAS y PI3K.
Para ello, el estudio se despliega en múltiples brazos, como sugiere su nombre, y que desgrana el oncólogo del Clínico Javier Sierra: "Tener un número de CTC alto (por encima de tres) se considera de peor pronóstico. Estos pacientes se dividirán en dos grupos aleatorios: uno de ellos recibirá Folfox y bevacizumab, y el otro Folfoxiri y el antiangiogénico. A los pacientes cuyo número de CTC sea menor de tres se les determinará el estado KRAS". De esta forma se separan los pacientes con KRAS mutado de los nativos; en estos últimos se analizará también si presentan mutación en BRAF y PI3K. Los que no presenten ninguna de las tres mutaciones (triples negativos) se consideran de mejor pronóstico. Todos ellos recibirán un esquema quimioterápico con un agente biológico (bevacizumab o cetuximab).
El estudio Visnú supone un trabajo único por cuanto selecciona a los pacientes atendiendo a sus CTC. De sus resultados podría derivarse la introducción en la práctica clínica de una nueva prueba para determinar el tratamiento oncológico de estos pacientes.
- Por primera vez un ensayo clínico emplea el recuento de células tumorales circulantes para seleccionar el tratamiento oncológico de los pacientes
La determinación de las CTC, mediante un simple análisis de sangre del paciente, se investiga en diferentes estudios como un factor pronóstico. Esta herramienta, aprobada por la agencia estadounidense FDA para su aplicación en tumores de colon, mama y próstata, se encuentra ya en varios hospitales españoles, aunque no está operativa en más de cuatro. "Requiere de una inversión inicial para su adquisición y de personal formado para manejarlo. Por paciente, la determinación de las CTC supone unos 180 euros, más barato que una prueba de imagen mediante RM o PET-TC", explica Díaz-Rubio, cuyo centro es pionero en el empleo de esta herramienta en la investigación clínica.
- La tendencia en la investigación oncológica es fragmentar los grupos de pacientes para poder individualizar el tratamiento
Los brazos de Visnú
Uno de esas investigaciones es el ensayo Visnú, que incluirá a 750 pacientes con cáncer colorrectal inicialmente irresecable de toda España, en los que se contabilizarán el número de CTC. Bajo la coordinación de Eduardo Díaz Rubio y Javier Sastre, del Hospital Clínico de Madrid, y de Enrique Aranda, del Hospital Reina Sofía, de Córdoba, el ensayo intenta determinar cuál es la estrategia de tratamiento en función de cada uno de los perfiles de pacientes con cáncer colorrectal metastásico. Esos perfiles dependerán del número de CTC y de la presencia o no de mutaciones en BRAF, KRAS y PI3K.
Para ello, el estudio se despliega en múltiples brazos, como sugiere su nombre, y que desgrana el oncólogo del Clínico Javier Sierra: "Tener un número de CTC alto (por encima de tres) se considera de peor pronóstico. Estos pacientes se dividirán en dos grupos aleatorios: uno de ellos recibirá Folfox y bevacizumab, y el otro Folfoxiri y el antiangiogénico. A los pacientes cuyo número de CTC sea menor de tres se les determinará el estado KRAS". De esta forma se separan los pacientes con KRAS mutado de los nativos; en estos últimos se analizará también si presentan mutación en BRAF y PI3K. Los que no presenten ninguna de las tres mutaciones (triples negativos) se consideran de mejor pronóstico. Todos ellos recibirán un esquema quimioterápico con un agente biológico (bevacizumab o cetuximab).
El estudio Visnú supone un trabajo único por cuanto selecciona a los pacientes atendiendo a sus CTC. De sus resultados podría derivarse la introducción en la práctica clínica de una nueva prueba para determinar el tratamiento oncológico de estos pacientes.
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