Neurólogos del Hospital del Mar constatan que casi el 10 por ciento de las personas que sufren un ictus desarrollaron una infección un mes antes
Barcelona (18/04/2012) - Redacción
• El estudio acota la influencia de la infección como activadora de la enfermedad
• Infecciones respiratorias, gastrointestinales y gripes son los procesos más frecuentes previos a los accidentes cerebrovasculares
Neurólogos del Hospital del Mar han establecido cuál es la influencia real de la infección como activador del accidente cerebrovascular agudo. El estudio prospectivo y con una muestra de casi 2000 pacientes, se ha desarrollado durante 5 años y ha permitido establecer el porcentaje de enfermos que sufrieron un proceso infeccioso durante los 30 días previos a desarrollar el accidente cardiovascular.
El estudio incluyó 1981 pacientes con accidente vascular agudo ingresados en el Hospital del Mar, 1009 hombres y 984 mujeres, entre enero de 2005 y diciembre de 2010. Los resultados identificaron la existencia de un proceso infeccioso previo en un 9,7 por ciento de los casos. Los más comunes fueron los relacionados con el tracto respiratorio (36,8 por ciento), los procesos gripales (30,1 por ciento) y las infecciones gastrointestinales (12,4 por ciento). El estudio también ha observado que en las analíticas de sangre de los enfermos con procesos infecciosos previos había un aumento significativo de todos los parámetros inflamatorios (leucocitos, neutrófilos, monocitos, fibrinógeno y PCR) dato que sugiere que cuando estos pacientes sufrieron el ictus estaban en una situación pro inflamatoria, es decir, en un proceso inflamatorio debido a la infección, que podría ser la facilitadora de que el ictus se desencadene.
"Estos resultados nos deben impulsar a incidir en la necesidad de implantar estrategias preventivas para evitar infecciones, como puede ser la vacunación contra la gripe, especialmente en personas de edad avanzada y con la salud deteriorada", afirma Jaume Roquer, jefe de servicio de Neurología del Hospital del Mar y coordinador del estudio.
Por otra parte, los investigadores también han constatado que, si bien las infecciones pueden activar los accidentes cerebrales agudos, no tienen la misma influencia en el resultado final de la enfermedad. Los pacientes con una infección previa no han mostrado un pronóstico diferente a los que no la tenían.
Las enfermedades cerebrovasculares son la tercera causa de muerte en el mundo occidental, tras la cardiopatía isquémica y el cáncer, y la primera causa de invalidez en personas adultas de más de 65 años. De todas las enfermedades cerebrovasculares, el accidente cerebral isquémico es la de mayor incidencia y prevalencia.
El estudio incluyó 1981 pacientes con accidente vascular agudo ingresados en el Hospital del Mar, 1009 hombres y 984 mujeres, entre enero de 2005 y diciembre de 2010. Los resultados identificaron la existencia de un proceso infeccioso previo en un 9,7 por ciento de los casos. Los más comunes fueron los relacionados con el tracto respiratorio (36,8 por ciento), los procesos gripales (30,1 por ciento) y las infecciones gastrointestinales (12,4 por ciento). El estudio también ha observado que en las analíticas de sangre de los enfermos con procesos infecciosos previos había un aumento significativo de todos los parámetros inflamatorios (leucocitos, neutrófilos, monocitos, fibrinógeno y PCR) dato que sugiere que cuando estos pacientes sufrieron el ictus estaban en una situación pro inflamatoria, es decir, en un proceso inflamatorio debido a la infección, que podría ser la facilitadora de que el ictus se desencadene.
"Estos resultados nos deben impulsar a incidir en la necesidad de implantar estrategias preventivas para evitar infecciones, como puede ser la vacunación contra la gripe, especialmente en personas de edad avanzada y con la salud deteriorada", afirma Jaume Roquer, jefe de servicio de Neurología del Hospital del Mar y coordinador del estudio.
Por otra parte, los investigadores también han constatado que, si bien las infecciones pueden activar los accidentes cerebrales agudos, no tienen la misma influencia en el resultado final de la enfermedad. Los pacientes con una infección previa no han mostrado un pronóstico diferente a los que no la tenían.
Las enfermedades cerebrovasculares son la tercera causa de muerte en el mundo occidental, tras la cardiopatía isquémica y el cáncer, y la primera causa de invalidez en personas adultas de más de 65 años. De todas las enfermedades cerebrovasculares, el accidente cerebral isquémico es la de mayor incidencia y prevalencia.
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