Una nueva técnica controla el 85% de los casos de hipertensión resistente a los fármacos desconectando terminaciones nerviosas
La Coruña (21-23/04/2012) - Redacción
• La SEC apunta, en su XI Reunión de la Sección de Electrofisiología y Arritmias, que la hipertensión es un grave problema de salud que puede deteriorar distintos órganos y es obligado tratarla
• Desde hace pocos meses se aplica en España la denervación renal percutánea, que consiste en introducir un catéter en las arterias renales para desconectar las terminaciones nerviosas del sistema simpático implicado en el control de la presión arterial
Según ha destacado la SEC, se calcula que, en España, hay 10 millones de personas con hipertensión, de las cuales un millón (el 10 por ciento de los hipertensos) tiene hipertensión resistente, es decir, un tipo de hipertensión arterial que no se consigue controlar con los fármacos antihipertensivos.
"La hipertensión es un problema de salud muy importante, porque produce un deterioro progresivo de los órganos, por lo que es imperativo tratarla a corto, medio y largo plazo. Para ello, se dispone de un amplio arsenal de fármacos antihipertensivos y de la modificación de los hábitos de vida. La mezcla de ambas medidas consigue un control adecuado de la presión arterial. Pero no es así en la hipertensión arterial resistente o refractaria, aquella en la que, a pesar de tomar el paciente varios fármacos (tres o cuatro), sigue con las cifras de presión arterial elevadas, una situación que nos preocupa", expone el Dr. Fernando Arribas, miembro de la SEC, jefe de Sección de Cardiología y de la Unidad de Arritmias del Hospital 12 de Octubre de Madrid.
Desde hace pocos meses, se practica en España una nueva técnica eficaz en los hipertensos que no responden a los fármacos. Se trata de la denervación renal percutánea, consistente en introducir unos catéteres que liberan energía eléctrica (radiofrecuencia) y cauterizan de forma controlada las terminaciones nerviosas de las arterias del riñón, implicadas en el aumento de la presión arterial.
La desconexión de las fibras nerviosas mejora el control de la hipertensión en el 85 por ciento de los pacientes con hipertensión resistente y esta mejoría se mantiene. Al menos así se ha visto durante dos años, el mayor seguimiento de que se dispone hasta la fecha de los procedimientos de este tipo efectuados en todo el mundo. En España, hasta ahora, se han llevado a cabo 34 de estos procedimientos en 15 hospitales españoles públicos y privados con resultados exitosos, desde que comenzó a aplicarse.
Anteriormente, "se habían aplicado otras intervenciones para tratar la hipertensión secundaria, es decir, debida a otras alteraciones, pero se han realizado muy pocas, porque la mayor parte de la hipertensión es de tipo primario, es decir, no conocemos su origen", explica el Dr. Arribas.
Por esta razón, "se debe tratar el sistema nervioso que regula el funcionamiento interno de todo el organismo, que se regula de forma autónoma. El sistema nervioso autónomo consta de un componente simpático (estimulante) y uno parasimpático (relajante). Se sabe que el sistema nervioso simpático tiene un papel importante en la producción y mantenimiento de la hipertensión arterial, en la que participa el riñón del paciente y la hipertensión arterial aumentada está conectada a la parte simpática del sistema autónomo. Desde hace años, la cirugía trataba de interrumpir la inervación del riñón para controlar la hipertensión, pero era cruenta y tenía consecuencias negativas, por lo que apenas se realizó", informa el Dr. Arribas.
Hacia nuevas indicaciones
"Más recientemente, se ha empezado a realizar la denervación renal percutánea, por medio de catéteres especiales que liberan energía eléctrica y producen una especie de cauterización o quemadura controlada, como en una ablación de arritmias. Es parecido a un catéter modificado y sigue el mismo esquema terapéutico: Este catéter se introduce dentro de la arteria renal, con el objetivo de alterar la inervación simpática y modificar la hipertensión, para controlarla. Esta técnica, controlando la hipertensión ya ha demostrado sus efectos beneficiosos revirtiendo algunos de los efectos negativos sobre el corazón. Es ambulatoria, eficaz y segura y es posible que se aplique en otras indicaciones", comenta el Dr. Arribas.
"Podría funcionar bien en otras enfermedades en las que esté implicado el riñón, como la insuficiencia cardiaca avanzada, la enfermedad hepática en fase muy avanzada, en la que el riñón interviene en la retención de líquidos y el mantenimiento de la enfermedad, y otra área en la que podría tener un papel es en el retorno de la actividad del nervio simpático del organismo para mejorar el manejo de los pacientes con problemas de diabetes, aunque esta es un área abierta, de futuro y no de presente", destaca el Dr. Arribas.
Los beneficios de esta técnica en la hipertensión resistente ya quedaron bien probados mediante los estudios Simplicity 1 y Simplicity 2. Ahora, un nuevo estudio, el Simplicity HF (de Heart Failure) evalúa, en pacientes humanos, su utilidad para mejorar la insuficiencia cardiaca avanzada. En cambio, su aplicación para modular la respuesta a la insulina se encuentra en una fase de estudio mucho más embrionaria y a largo plazo.
"Los resultados que tenemos por ahora son estimulantes. Otros cambios sobre esta técnica en los próximos tiempos provendrán de la modificación de los dispositivos que liberan la energía o tipo de catéteres, de la misma forma que nos ocurrió con los dispositivos para realizar la ablación en las arritmias", anticipa el Dr. Arribas.
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