"Sin comorbilidades, la obesidad incipiente no siempre es enfermedad"

La obesidad de larga duración, o un IMC mórbido, en cambio, sí deben considerarse patologías.

Sonia Moreno/Raquel Serrano | 22/07/2013 00:00

Ángel Gil, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Granada, destaca que en el Congreso Mundial de Nutrición, que bajo su presidencia se celebrará en Granada este septiembre, se analizarán, entre otros temas, el impacto actual de la obesidad.

PREGUNTA. ¿Es la obesidad una enfermedad?
RESPUESTA. La obesidad mórbida lo es, sin duda; sin embargo, una obesidad incipiente, donde aún no se han establecido comorbilidades, en mi opinión es discutible. El inicio de la obesidad no tiene necesariamente que implicar alteraciones clínicas, ni siquiera bioquímicas, significativas -especialmente, si ocurre en la infancia- más allá de la propia alteración de la masa corporal. No obstante, una obesidad de larga duración y, sobre todo, la que supera el IMC de 35, se asocia al síndrome metabólico, riesgo de enfermedad cardiovascular y proceso inflamatorio. Es una enfermedad por cuanto tiene proceso etiológico, diagnóstico y requiere tratamiento.

P. ¿Es la alimentación la clave del tratamiento?
R. El tratamiento general básico es el cambio de los hábitos de vida, algo muy difícil de lograr, porque esos cambios deben implicar al entorno.

P. ¿Pesa más en la obesidad el número o el tipo de calorías?
R. Engorda el exceso de calorías, vengan de donde vengan, en relación al gasto. Hablar de dieta sin incluir actividad física no tiene sentido. Sobre si ciertos alimentos son más relevantes, no hay consenso, pero se apunta la mayor influencia de los hidratos de carbono simples.

P. ¿Pueden sustancias químicas como las disruptoras endocrinas favorecer la obesidad?
R. Si la ingesta de este tipo de sustancias rebasa ciertos límites pueden resultar condicionantes; el problema es que no siempre conocemos cuáles son los disruptores ni dónde se encuentran. No están sólo en los plásticos; la leche materna, por ejemplo, los transmite al niño, si la madre los tiene en exceso; en ese caso, esos disruptores pueden modular la expresión de genes del desarrollo e influir en la enfermedad crónica adulta.

P. Así, son varios los factores que influyen en la obesidad.
R. Hay muchos, y entre ellos, está la susceptibilidad genética, pero el entorno favorecedor y los hábitos de vida son determinantes.

Así opinan

Felipe Casanueva
Presidente de la sociedad Española para el Estudio de la Obesidad.
Mientras los partidos no se comprometan a luchar contra la obesidad será inabarcable.
Francisco Javier del Cañizo
Jefe de endocrno Hospital Infanta Leonor (Madrid)
Mantener la pérdida de peso no es tarea fácil. Hay que alejarse de la dietas 'milagro'
Franco Sánchez Franco
Director Centro de Endocrinología (Madrid)
El tratamiento debe centrarse en programas educativos, con base familiar, que cambien la conducta
Basilio Moreno
Jefe de endocrino del Hospital Gregorio Marañón (Madrid)
El médico ha de sembrar mensajes y, si es posible, desde la primera infancia