lunes, 14 de septiembre de 2015

La dieta mediterránea puede reducir hasta en dos terceras partes el riesgo de cáncer de mama - DiarioMedico.com

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ENSAYO CLÍNICO DENTRO DE 'PREDIMED'

La dieta mediterránea puede reducir hasta en dos terceras partes el riesgo de cáncer de mama

La dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra -donde este suponga al menos el 15 por ciento de la energía ingerida- reduce el riesgo de cáncer de mama, según un ensayo clínico dentro del estudio multicéntrico Predimed, que se publica hoy en JAMA Internal Medicine.
Isabel Gallardo Ponce | igallardo@diariomedico.com   |  14/09/2015 13:39
 
 

La dieta mediterránea con aceite de oliva reduce el riesgo de cáncer de mama
Jordi Salas; catedrático de Nutrición de la Unviersidad Rovir i Virigili, de Tarragona; Estefanía Toledo, profesora de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra, y primera autora del trabajo; Jesús Fernández-Crespo, director general del Instituto de Salud Carlos III, y Miguel Ángel Martínez González, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra y coordinador del trabajo, en la presentación del estudio en Madrid. (José Luis Pindado)
Una dieta mediterránea rica en aceite de oliva virgen extra -donde este suponga al menos el 15 por ciento de la energía ingerida- tiene un valor preventivo frente al cáncer de mama, y se considera que puede reducir hasta en dos terceras partes el riesgo de padecerlo, según un ensayo clínico coordinado por la Universidad de Navarra y el Centro de Investivación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición CiberObn que ha contado con la participación de 4.282 mujeres, y que se publica hoy en JAMA Internal Medicine.
El trabajo, que pertenece al estudio multicéntrico Predimed (Prevención con Dieta Mediterránea) ha determinado que la relación protectora es dosis-respuesta y por cada 5 por ciento más de consumo de aceite de oliva virgen extra se reducía en un 28 por ciento el riesgo, según ha explicado Miguel Ángel Martínez González, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra y coordinador del trabajo.
Con una media de seguimiento de 4,8 años a 4.282 mujeres con una edad media de 67 años, se les adjudicó de forma aleatoria un tipo de dieta para la intervención y se ha validado bioquímicamente el cumplimiento de la dieta. Un grupo siguió una dieta mediterránea rica en aceite de oliva virgen extra, otro la mediterránea complementada con frutos secos y el grupo control fue instado a seguir una dieta baja en grasas. Todos los grupos tenían una entrevista con un dietista de forma individual y otra grupal cada tres meses. En ellas se recomendaba a los dos grupos mediterráneos realizar un consumo de aceite como única forma de grasa culinaria, así como la ingesta de legumbres, frutas, verduras, vino, frutos secos, pescados carnes procedente de ave y sofrito dos veces a la semana, mientras que se desaconsejaba el consumo de margarina, nata, refrescos azucarados, dulces, pasteles, mantequilla y carnes rojas. Al grupo control se le recomendaba reducir el consumo de grasas. "Observamos tasas por cada 1.000 mujeres al año de 1,1 en el grupo del aceite, 1,8 en el de los frutos secos y 2,9 en el grupo control. Esto significa que la dieta con aceite de oliva virgen reduce a la tercera parte el riesgo de desarrollar cáncer de mama en términos relativos. Son muy buenas noticias", ha dicho Martínez González.
Porcentaje de ingesta energética
Según Martínez González, los resultados son estadísticamente significativamente. No sólo eso, sino que el porcentaje de calorías que provienen del aceite de oliva virgen extra eleva la protección. Así "a medida que es mayor el porcentaje de calorías que provienen del aceite se reduce el riesgo relativo de cáncer de mama. A partir del 15 por ciento de calorías procedente de oliva virgen ya hay una reducción muy significativa. En concreto estimamos que por cada 5 por ciento más de calorías que vengan de aceite de oliva virgen extra se reduce en un 28 por ciento el riesgo de desarrollar cáncer de mama con ese intervalo de confianza del 10 al 43 por ciento".
En cuanto a la ingesta energética, al grupo del aceite de oliva se le regalaba un litro de aceite a la semana y al segundo 30 gramos de frutos secos diarios. A ambos se les dieron los mismos consejos sobre el consumo de aceite. Sin embargo "el consumo era muy superior en el primer grupo, con un 22 por ciento de la ingesta energética total que provenía del aceite de oliva, y un 12 por ciento en el segundo grupo. A pesar de que el tercer grupo se aconsejaba una dieta baja en grasa, la población era mayor y muy reticentes a no utilizar aceite, así que también tomaban", ha dicho Estefanía Toledo, primera autora del trabajo y profesora de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra. Según ella, los resultados del trabajo cobran especial interés al tener en cuenta la repercusión del cáncer de mama, "que supone una de las causas de muerte más frecuentes en el mundo y una cuarta parte de los tumores que se diagnostican en la mujer".
En cuanto a las limitaciones del ensayo, Toledo ha explicado que hay que tener en cuenta tres factores: el cáncer de mama no era el objetivo principal del ensayo, se produjeron un bajo número de casos de cáncer -35-y "aún no está claro si el efecto se debe al alto consumo de aceite de oliva o si este debe estar incluido en un contexto de dieta mediterránea".

No obstante, Martínez González ha apuntado que los "resultado son aplicables a la población general. Es seguro asumir que si se adaptan a la dieta mediterránea en vez de seguir la actual, esas mujeres verán beneficios en cuanto a la reducción del riesgo de cáncer de mama.

En cuanto a la adherencia de la población a la dieta mediterránea, Jordi Salas, coautor del estudio y catedrático de Nutrición de la Unviersidad Rovir i Virigili, de Tarragona, ha explicado que el cumplimiento es más frecuente en población mayor y se reduce a medida que lo hace la edad. "Nuestra labor es que permanezcan en este patrón". 
Martínez González ha añadido que existe entre la población el mito de que no debe utilizarse el aceite de oliva virgen extra para freír, cuando desde punto de vista de estabilidad química, incluso cuando se reusa, es el mejor para freír. "En el primer grupo lo usaban para todo, y en el segundo usaban aceite de semillas o de oliva refinado para freír y el virgen extra para ensaladas o el pan. El hecho de que sea virgen extra es muy importante porque tiene compuestos minoritarios polifenólicos, que son los que han demostrado en líneas celulares de cáncer de mama promover la apoptosis y tener estos efectos antitumorales".
Los análisis que provienen del estudio Predimed incluyen también el cáncer colorrectal, de pulmón, de próstata y de estómago, en vías de publicación, aunque en estos están planeando hacer un seguimiento más prolongado, ya que son objetivos secundarios del trabajo.

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