El sistema inmunitario y la estructura y función cerebrales están controlados por los genes comunes.
El hallazgo refuta la ampliamente extendida creencia de que el sistema inmunológico periférico no tiene impacto alguno sobre la memoria emocional.
Dos estudios independientes de la Universidad de Basilea indican que el vínculo entre inmunidad y función cerebral es mayor de lo que originalmente se creía. En el primer estudio los investigadores buscaron perfiles epigenéticos caracterizados por la presencia de metilación en secuencias de todo el genoma, en células sanguíneas de más de 500 voluntarios sanos y jóvenes. La firma epigenética mostró una fuerte correlación con el grosor de la corteza cerebral y la función de memoria. Los genes involucrados resultaron ser también responsables de la regulación de importantes funciones inmunitarias.
El segundo estudio fue realizado en voluntarios sanos con distinta capacidad de recordar imágenes emocionalmente negativas. La presencia de una variante del gen TROV2, que actualmente está siendo investigado en el contexto de enfermedades inmunológicas, se asoció a la capacidad de recordar un número particularmente elevado de este tipo de imágenes, sin que la capacidad de memoria general se encontrara alterada.
Andreas Papassotiropoulos, director de ambos estudios, afirma que los resultados indican claramente la existencia de una relación entre inmunidad periférica y estructura y función cerebrales, vínculo que podría ser explotado para tratar enfermedades psiquiátricas como el desorden de estrés post-traumático.
Foto: University of Basel, transfaculty research platform molecular and cognitive neurosciences
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