¿Tratar el autismo incluso antes de que aparezcan los síntomas?
Un pequeño estudio encontró que a los bebés 'en riesgo' les iba mejor si los terapeutas entrenaban a los padres para que se comunicaran con una mayor efectividadTraducido del inglés: viernes, 12 de mayo, 2017
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
JUEVES, 11 de mayo de 2017 (HealthDay News) -- Tratar las señales emergentes del autismo en los bebés pequeños con un riesgo alto del trastorno ayudó a mejorar sus habilidades de atención, lenguaje, comunicación y sociales, muestra una investigación preliminar.
En el primer estudio de su tipo, los investigadores británicos utilizaron meses de retroalimentación con video para ayudar a los padres de 28 bebés (con un riesgo alto de autismo porque un hermano sufría del trastorno) a comprender y a responder a las pistas de comunicación individuales de su bebé.
Se siguió a los niños hasta los tres años, una edad en que con frecuencia surgen los síntomas de autismo.
"Queríamos ver los efectos posteriores de este tipo de desarrollo y su evolución en los siguientes años", dijo el autor del estudio, el Dr. Jonathan Green, profesor de psiquiatría infantil y adolescente en la Universidad de Manchester.
"Al final del tratamiento, los bebés en el grupo de tratamiento mostraron los efectos de la terapia", añadió. "Esa mejora se sostuvo tras el tratamiento... el cambio continuó".
Más o menos uno de cada 68 niños de EE. UU. es afectado por un trastorno del espectro autista, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. Los síntomas varían, pero típicamente incluyen dificultades con la conducta, la comunicación o la interacción con los demás. Las conductas repetitivas y las obsesiones también son características del trastorno del desarrollo.
Green y su equipo dividieron a 54 familias con un bebé en riesgo en dos grupos. Se seleccionó al azar a 28 familias para recibir un promedio de nueve visitas a domicilio de un terapeuta.
El terapeuta utilizó la retroalimentación de video para ayudar a los padres a adaptarse al estilo de comunicación de su bebé. Los padres usaron esta información para mejorar la atención, la comunicación, el desarrollo temprano del lenguaje y la implicación social de su bebé.
Esos bebés se sometieron al tratamiento durante cinco meses, de los 9 a los 14 meses de edad. Luego fueron evaluados a los 15, 27 y 39 meses de edad.
Alrededor de uno de cada cinco bebés con un riesgo alto de autismo debido a tener un hermano afectado desarrolla el trastorno, según Green. Ninguno de los bebés que recibieron la terapia mostró ninguna "señal clara" que indicara que sin duda desarrollaría autismo.
El entrenamiento con retroalimentación en video de los padres "de verdad los sensibilizó a las señales de comunicación sutiles e interactivas que sus bebés les daban, y creemos que esas señales están ligeramente desajustadas en los bebés en riesgo de autismo", explicó Green.
"Lo que ayudamos a estos [padres] a hacer fue a volver a sintonizar de forma normal con el bebé", añadió. "Implica el contacto visual, aunque no lo enseña, al ayudar al padre a observar y a esperar, y cuando el bebé hace una señal, a entonces responder".
Thomas Frazier, director de ciencia de Autism Speaks, una organización de defensoría, alabó el estudio y dijo que es "una investigación muy poco sorprendente, pero de verdad útil".
"Las habilidades que se basan en la conducta son importantes para el desarrollo de cualquier niño, pero en particular para los niños con autismo, [lo que incluye] la forma de reforzar y conformar las conductas", comentó Frazier. "Esos tipos de habilidades no son específicas del autismo, pero los niños con autismo tienen problemas con esas cosas... sus padres tienen que lograr que se impliquen y dirigir su atención. En esencia esto permite al padre convertirse en el terapeuta".
Green y Frazier concurrieron en que se necesita más investigación tanto para confirmar los resultados como para ampliarlos a grupos de estudio más grandes.
"Como este fue un ensayo relativamente pequeño en etapa inicial, se debe realizar a mayor escala, quizá con 200 bebés", planteó Green. "Si hay buenos efectos, sugeriré que esta [intervención] se incluya en la práctica clínica".
El estudio se presentó el miércoles en la Reunión Internacional de Investigación sobre el Autismo, en San Francisco. Las investigaciones presentadas en conferencias científicas normalmente no han sido revisadas por profesionales ni publicadas, y los resultados se consideran preliminares.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
FUENTES: Jonathan Green, M.B.B.S., professor, child & adolescent psychiatry, University of Manchester, England; Thomas Frazier, Ph.D., chief science officer, Autism Speaks, New York City; May 10, 2017, presentation, International Meeting for Autism Research, San Francisco
HealthDay
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