Un niño acosado en quinto curso es propenso al abuso de drogas en secundaria
Las víctimas podrían desarrollar depresión, lo que fomenta las conductas riesgosas, sugiere un estudioTraducido del inglés: martes, 9 de mayo, 2017
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
LUNES, 8 de mayo de 2017 (HealthDay News) -- Un niño que es acosado en quinto curso es más propenso a mostrar señales de depresión en séptimo curso, y a abusar de sustancias como el alcohol, la marihuana o el tabaco en décimo curso, advierten unos investigadores.
El estudio de más de 4,000 niños en Los Ángeles, Houston y Birmingham (Alabama), sugiere una peligrosa trayectoria entre el abuso infantil, que no es raro, y unas conductas preocupantes en la secundaria.
"Nuestro estudio sugiere que es importante tomarse la victimización paritaria en serio", enfatizó la coautora del estudio, Valerie Earnshaw, profesora asistente de desarrollo humano y estudios familiares en la Universidad de Delaware.
"A veces todavía existe la idea de que la victimización paritaria y el acoso son una parte normal de la adolescencia y que muchos niños lo experimentan, de forma que está bien. Pero este estudio añade a las crecientes evidencias de que la victimización paritaria y el acoso no están bien", enfatizó Earnshaw.
Para explorar las asociaciones entre el acoso y sus efectos negativos a lo largo del tiempo, el equipo de investigación recolectó datos entre 2004 y 2011 de casi 4,300 niños en las tres ciudades. Los participantes se dividieron por igual entre chicos y chicas, y los resultados indicaron que los efectos del acoso son iguales, sin importar el sexo.
Aunque los investigadores plantearon la hipótesis de que la victimización paritaria se asociaría con el uso de sustancias con el tiempo, Earnshaw no estaba preparada para los resultados. Dijo que le sorprendió enterarse de que los efectos de la victimización paritaria en quinto curso eran tan duraderos que se asociaban con el uso de sustancias en décimo curso.
Pero otros expertos se mostraron menos sorprendidos.
"Esta victimización conduce a que los jóvenes no tengan tanta esperanza sobre sus vidas, a que se sientan más tristes y a que sientan que no valen tanto", apuntó Andrea Romero, directora del Instituto de Niños, Jóvenes y Familias Frances McClelland en Tucson, Arizona.
El estudio no muestra directamente causalidad. Pero "esas emociones negativas podrían asociarse con conductas riesgosas futuras, como el uso de sustancias", planteó Romero.
Los niños que sobresalen debido a la obesidad, la orientación sexual o las afecciones de salud crónicas son incluso más propensos a ser acosados, lo que conduce a la depresión y al uso de sustancias, según el estudio.
"Algunos de los jóvenes que viven con características que son estigmatizadas reconocen que si están siendo acosados por su raza o porque viven con una enfermedad crónica, no se trata de algo que superarán al crecer", dijo Earnshaw.
"Quizá lo ven como algo que seguirán experimentando toda la vida, y tal vez en parte por eso es dañino. Hiere un aspecto de su identidad de una forma que una victimización paritaria más general no hace", añadió.
Los investigadores dijeron que los pediatras deben tener un rol importante en la identificación y el respaldo de los niños que son acosados. Recomendaron que los pediatras evalúen a "todos los jóvenes" respecto a la victimización paritaria, los síntomas de depresión y el uso de sustancias.
Las escuelas también son un punto inicial obvio. Según Romero, las escuelas han recibido la mayor parte de la información sobre la prevención del acoso y la creación de un clima escolar seguro. Pero las reducciones nacionales en la financiación de las escuelas públicas han provocado una disminución en los puestos de consejeros y trabajadores sociales.
"Al final, ese personal tiene más casos, lo que dificulta implementar los programas contra el acoso y ofrecer el tipo de servicios de evaluación que los jóvenes quizá necesiten en relación con la victimización paritaria, los síntomas de depresión o el uso de sustancias", apuntó Romero.
Earnshaw añadió que es importante que padres, maestros y pediatras recuerden que los niños que parecen ser "distintos" de alguna forma son víctimas más probables.
Además, "podría tener un efecto nocivo para ellos", dijo Earnshaw. "Es incluso más importante tomarse esas experiencias en serio e intervenir".
El estudio fue publicado en línea el 8 de mayo en la revista Pediatrics.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor
FUENTES: Valerie Earnshaw, Ph.D., assistant professor, human development and family studies, University of Delaware; Andrea Romero, Ph.D., director, Frances McClelland Institute for Children, Youth, and Families, Tucson, Ariz.; June 2017, Pediatrics
HealthDay
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