VÍA SUBLINGUAL
Un nuevo sistema de analgesia controlada por el paciente alivia el dolor agudo tras cirugía
Un dispositivo controlado por el enfermo con dolor postquirúrgico administra un potente analgésico por vía sublingual de forma segura.
Sonia Moreno. Madrid | 09/05/2017 19:09
Eduardo Vaquero, director de la Unidad de Negocio Hospitalario de Grünenthal, Ana Esquivas, directora Médica de Grünenthal y Calixto Sánchez, jefe de Servicio de Anestesiología, Reanimación y Tratamiento del Dolor del Hospital General Universitario de Elda de Alicante. (DM)
Un nuevo sistema de analgesia controlado por el paciente permite administrar de forma segura y no invasiva el fármaco sufentanilo para el dolor agudo postoperatorio. A diferencia de los sistemas convencionales, que emplean una vía intravenosa, el dispensador por vía sublingual puede regularse por el propio enfermo sin restringir su movilidad, pero siempre bajo el control del profesional sanitario.
El dispositivo está diseñado para administrar nanocomprimidos sublinguales de sufentanilo (en dosis de 15 microgramos cada uno) a demanda del paciente, con un mínimo de 20 minutos entre dosis (gracias a un intervalo de bloqueo programado) y durante un periodo máximo de 72 horas. De esta forma, es el propio paciente el que accede a la analgesia atendiendo a su grado de dolor tras una cirugía. A diferencia de la bomba para analgesia controlada por el paciente (PCA) que se administra por vía intravenosa, este dispositivo (Zalviso, de Grunenthal) simplifica la preparación de los fármacos y disminuye la carga de trabajo de los profesionales sanitarios, entre otras ventajas.´
Varios estudios en Estados Unidos han avalado la seguridad y eficacia de esta forma de analgesia, pero también se está realizando un ensayo multicéntrico en España para corroborar esos resultados de seguridad, efectividad, facilidad de uso e impacto en la utilización de recursos, en nuestro medio. El ensayo, en fase IIIb, cuenta con la participación de 16 hospitales y espera reclutar a unos 300 pacientes.
El investigador principal del estudio es Calixto Sánchez, jefe del Servicio de Anestesiología, Reanimación y Tratamiento del Dolor del Hospital General Universitario de Elda de Alicante, para quien esta innovadora forma de uso, en monoterapia y por vía sistémica de un opioide supone toda "una ruptura con el pasado y un importante avance en el control del dolor agudo postoperatorio".
El dolor agudo postoperatorio afecta hasta un 40 por ciento de los pacientes intervenidos por una cirugía y es una de las causas más habituales de insatisfacción, limitación funcional, retraso en la recuperación, prolongación de la estancia hospitalaria y complicaciones postquirúrgicas. Se caracteriza por su aparición inmediata, su duración limitada y por ser predecible y evitable. "Suele desaparecer tras unos meses, pero si el tratamiento es inadecuado puede producir fenómenos de cambio neuronal que provoquen un difícil control de ese dolor con posterioridad y derivar en el síndrome de sensibilización central", ha expuesto Sánchez.
Cirugía de la mama
Si bien la intensidad del dolor tras una cirugía depende del grado de agresión de los tejidos corporales y de la sensibilidad del paciente -que son los factores que determinan la escala en el uso de fármacos y técnicas analgésicas-, las intervenciones que más se asocian a este tipo de dolor son la histerectomía, cirugía de la mama (en especial, la mastectomía bilateral profiláctica), así como la cirugía torácica y abdominal abiertas. También de especial intensidad es el dolor tras una cirugía de columna o de rescate de prótesis de cadera y de rodilla. Sobre esta última, Sánchez ha reconocido que el manejo del dolor aún dista de ser el idóneo, y que precisamente es una de las causas más repetidas del mencionado cuadro de sensibilización central.
Ana Esquivas, directora médica de Grünenthal, ha destacado que Zalviso "es un tratamiento óptimo para el alivio del dolor postoperatorio que incluye un rápido inicio de acción de la analgesia, que cuenta con una duración del efecto analgésico consistente y predecible y que permite una titulación individualizada a las necesidades del paciente". Además, este dispositivo evita errores de programación y otras complicaciones como infecciones de las vías, reduce el riesgo de sobredosificación y no restringe la movilidad del paciente.
En esta última ventaja ha abundado Sánchez al recordar que incrementa la autonomía del paciente desde pocas horas después de una intervención: "Les proporciona control y les transmite la seguridad de que no va a pasar dolor en el periodo postquirúrgico".
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