NNOVACIÓN
Collar para reducir infecciones percutáneas
El dispositivo está en la fase de prueba de concepto preliminar, una vez comprobada la validez de la fabricación.
Enrique Mezquita | 25/04/2018 00:00
Antonio Silvestre. (Enrique Mezquita)
Cuando se practica un estoma o herida quirúrgica abierta que conecta el interior y exterior del cuerpo, el principal riesgo es el de infecciones tanto superficiales como profundas.
- La clave para reducir las infecciones se encuentra en la proliferación interna de las células tanto epiteliales como adiposas en todo el volumen del collar
Para minimizar esta situación, un equipo del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico Universitario de Valencia (Incliva), de los centros de Biomateriales e Ingeniería Tisular y de Investigación en Ingeniería Mecánica de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y de la Universidad de Valencia (UV), han desarrollado un nuevo dispositivo -collar percutáneo- que permitiría reducir el riesgo de infecciones en implantes de prótesis de fémur y húmero, así como en la realización de ostomías.
El dispositivo, que está compuesto por una malla o rejilla flexible interna que favorece la adhesión del tejido de cicatrización y permite adaptar la rigidez del collar a la de los tejidos circundantes, fue inicialmente diseñado para aplicarse en exoprótesis de fémur y húmero, pero al garantizar un sellado de la comunicación permite su utilización en todo tipo de estomas de derivación como colostomías, cistotomías, etc.
Conexión de tejidos
Según explica a Diario Médico Antonio Silvestre, investigador en Histopatología e Ingeniería Tisular de Incliva y la UV, la malla está acoplada sobre un sistema de anillo rígido roscado y se encuentra recubierta de material flexible microporoso, como la silicona, que conecta los tejidos blandos con la malla interna a través de microcanales, facilitando la proliferación interna de las células. Ese anillo crea un sello firme y estable con la epidermis, mientras que la flexibilidad adaptada de la malla permite apantallar las tensiones generadas en la interfaz de unión y distribuirlas de forma más homogénea.
- Se genera así una mayor cantidad de tejido fibroso de cicatrización capaz de reducir la entrada de agentes patógenos al producirse un efecto de sellado
Gracias a este enfoque, se consiguen diversas ventajas: "En este momento, los diferentes dispositivos empleados tras la realización de un estoma tienen como principales complicaciones el riesgo de infección y los posibles desgarros tisulares favorecidos por las tensiones derivadas de los movimientos relativos entre tejidos", comenta.
"Con este dispositivo conseguimos adaptar la rigidez global del collar a los tejidos circundantes y obtenemos un mejor posicionamiento relativo del collar, ya que puede adaptarse a la variabilidad en longitud existente entre el órgano afectado y el estoma", apunta Silvestre, profesor en la Facultad de Medicina de la UV.
Riesgos evitados
Un hecho importante es que, gracias a la conexión entre la malla interna y los tejidos blandos circundantes, se mejora la barrera de cicatrización, lo cual impide la migración y la invaginación, y reduce el riesgo de infección.
- Este proyecto es una nueva muestra de los éxitos conseguidos por la colaboración entre los centros universitarios y de investigadores valencianos
El dispositivo destaca también por su versatilidad para adaptarse a distintos tipos de vástagos y catéteres, así como bolsas para ostomías o botones gástricos, ya que la geometría de la malla interna permite una distribución progresiva y homogénea de los desplazamientos axiales generados alrededor del collar percutáneo.
En la actualidad, el equipo investigador se encuentra en la fase de ejecución de las pruebas de concepto preliminares, una vez que se ha comprobado la validez del método de fabricación propuesto, lo que ha permitido obtener muestras en escala reducida con la geometría estructural esperada.
"La obtención de imágenes al microscopio nos ha permitido confirmar que la estructura a nivel microscópico es la correcta. En este momento, las muestras se han sembrado con un cultivo de fibroblastos para determinar mediante microscopia el grado de proliferación celular interna", expone Silvestre. Una vez verificada esta proliferación, en los próximos seis meses se efectuarán los correspondientes ensayos en animales de experimentación para su posterior aplicación clínica.
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