PIONERO EN EL MUNDO
Nuevo modelo genético para predecir el riesgo de trombosis en cáncer
Investigadores clínicos españoles han desarrollado un test que, además de incluir las variables clínicas, incorpora el análisis genómico, pionero en el mundo con estas características, y que predice con altas sensibilidad y especificidad, el riesgo de trombosis en los pacientes con cáncer, publica British Journal of Cancer.
Raquel Serrano. Madrid | 25/04/2018 00:00
Andrés Muñoz, del Servicio de Oncología del Gregorio Marañón de Madrid, cree que la nueva herramienta puede prevenir las alteraciones trombogénicas asociadas al cáncer. (Luis Camacho)
La enfermedad tromboembólica venosa o trombosis es una complicación frecuente, y puede llegar a ser muy grave, en los pacientes con cáncer. Las condiciones propias de cada enfermo, los tratamientos, pero fundamentalmente el tipo de tumor y su estadio, constituyen los factores más influyentes en el desarrollo de trombosis. El cáncer de páncreas y el de pulmón son los más trombogénicos; se calcula que afecta a entre el 30-35 por ciento de los pacientes con tumores pancreáticos y al 15-30 por ciento de los de pulmón. Es una complicación habitual que se asocia además a mal pronóstico de la enfermedad tumoral, tanto en morbilidad como en mortalidad, "cuando se trata de una mortalidad prevenible. A veces, un paciente con cáncer no fallece por la patología tumoral sino por la trombosis", indica Andrés Muñoz Martín, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, que junto a José Manuel Soria, de Biología Molecular del Hospital San Pablo, de Barcelona, han coordinado un estudio, publicado en el último British Journal of Cancer, en el que se ha dado a conocer una nueva herramienta de detección, que incluye perfiles genómicos, del riesgo de trombosis en oncología y que es "el primer método mundial que utiliza variables genómicas para estratificar el citado riesgo".
Datos clínicos y genómicos
La trombosis venosa profunda (TVP) y las embolias pulmonares son las localizaciones más comunes de la trombosis en pacientes oncológicos, seguidas, aunque con menor frecuencia, de las trombosis viscerales. Los últimos datos señalan que el 20 por ciento del total de casos de trombosis son de carácter oncológico: uno de cada cinco trombosados tienen cáncer, cifras que ofrecen una idea de la magnitud del problema, así como de "la necesidad de identificar el riesgo en estos pacientes para prevenir los episodios trombóticos", según Muñoz, coordinador de la Sección Cáncer y Trombosis de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), cuyos profesionales también han participado en este trabajo.
El diseño de esta nueva herramienta de cribado, lo que la convierte en preventiva, se centra en la combinación de variables clínica habituales (tipo de tumor y estadio) junto con el novedoso desarrollo de perfiles genómicos, creados con anterioridad por Soria para trombosis en población no oncológica y que se han probado ahora en cáncer, con el nombre de Tic-Onco y de desarrollo puramente académico. Básicamente, el test de cribado genómicoofrece nuevas puntuaciones o score para predecir el riesgo de episodio trombótico que tienen los pacientes con cáncer, frente a las puntuaciones que arroja el sistema que tradicionalmente se emplea, el score de Khorana y que estudia sólo variables clínicas. El nuevo test genómico incluye, además de parámetros clínicos de valoración, la información que ofrece el estudio genómico de trece polimorfismos de siete genes que, finalmente, ofrecen perfiles de alto riesgo de desarrollo de eventos trombótico.
Tromboprofilaxis personalizada
Según indica Muñoz a DM, se ha comprobado que el método convencional de Khorana ofrece una información subóptima. Y basa su afirmación en el hecho de que "el 80 por ciento de los pacientes oncológicos en los que el Khorana señala un bajo riesgo de desarrollar complicaciones trombóticas aparecen como de alto riesgo cuando se aplica el nuevo test en el que incluye la genómica". Evidentemente, este cambio en la estratificación del riesgo supone, en primer término, una mejor detección en lo que a posibilidades de padecer trombosis se refiere, lo que repercute, positivamente y de forma directa, en el pronóstico del paciente, ya que puede establecerse una tromboprofilaxis adecuada que evite eventos de estas características que repercuten negativamente en la evolución global de la enfermedad tumoral".
A partir de la información certera que ofrece el test genómico, es posible incluir una profilaxis antitrombótica que, según las últimas estimaciones, puede conducir a una reducción del riesgo de trombosis de entre un 60-70 por ciento. Clásicamente, la heparina es uno de los anticoagulantes de acción directa más empleados para evitar la formación de coágulos sanguíneos, aunque también puede emplearse el antiplaquetario ácido acetilsalicílico, aunque en ambos casos se usa con prudencia por la posibilidad de sangrado fundamentalmente en tumores digestivos, por lo que han comenzado estudios, como el Caravaggio, que buscan sustancias más eficaces y seguras. "Lo que permite este nuevo método de detección y estratificación genómica del riesgo es una tromboprofilaxis personalizada".
Impacto en la calidad de vida
Con un seguimiento de un año y medio, los investigadores incluyeron a 391 pacientes ambulatorios con un diagnóstico reciente de cáncer y candidatos para quimioterapia sistémica ambulatoria. La predición del riesgo de tromboembolia venosa mostró mejores tasas de sensibilidad y especificidad para TiC-Onco frente a Khorana.
Sobre si este refinamiento diagnóstico podría traducirse a largo plazo en un mejor pronóstico para el paciente con cáncer, Muñoz subraya que "todavía no ha transcurrido suficiente tiempo como para establecer o demostrar si pueda impactar en la supervivencia global. Lo que sí se está analizando, aunque afirmarlo es muy probable, es que repercute de forma muy positiva en la calidad de vida del paciente". De hecho, este último aspecto es objeto de un estudio, el CAS, que también lleva a cabo el equipo del Gregorio Marañón, para concretar el impacto de la tromboprofilaxis adecuada en la calidad de vida.
El profesional también especifica que el nuevo podría tener doble beneficio como cribado familiar, aspecto que se encuentra en fase de validación, de potenciales eventos trombóticos futuros en descendientes de pacientes con cáncer en los que se detectan polimorfismos de riesgo de trombosis.
Cambio beneficioso en sensibilidad y especificidad
El 80 por ciento de los pacientes con cáncer que desarrollan una trombosis y a los que el sistema tradicional Khorana ha encuadrado como de bajo riesgo pasan a ser de alto riesgo cuando el cribado se lleva a cabo con el cribado genómico TiC-Onco. Los datos que comparan el ‘score gold-standar’, el método Khorana basado en parámetros clínicos que actualmente recomiendan las guías, con el que ha sido desarrollado por los profesionales del Gregorio Marañón de Madrid y el San Pablo de Barcelona, TiC-Onco, indican que “la puntuación de riesgo de TiC-Onco fue significativamente mejor en la predicción de trombosis que la de Khorana; área bajo la curva: 0,73 Tic-Onco frente a 0,58 de Khorana. La sensibilidad es del 49 por ciento con TiC-Onco frente al 22 por ciento de Khorana y la especificidad del 88 por ciento de TiC-Onco en comparación con el 82 por ciento de Khorana.
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