El bevacizumab podría beneficiar a algunas mujeres con cáncer de ovario
> Artículo en inglésEl fármaco dirigido bevacizumab (Avastin) prolonga el tiempo que las mujeres con cáncer de ovario avanzado viven sin que empeore la enfermedad, según se desprende de dos estudios clínicos de fase III. Los resultados fueron publicados el 29 de diciembre pasado en la revista New England Journal of Medicine.
En ambos estudios, las mujeres recibieron inicialmente una combinación de bevacizumab y quimioterapia estándar, seguida únicamente de bevacizumab por un tiempo definido. No ha transcurrido aún el tiempo suficiente en ninguno de los estudios para determinar si el método prolonga la vida (mejora la supervivencia en general), sin embargo, los datos que proporcionan los estudios parecen indicar que hay un posible aumento pequeño de la supervivencia.
Se piensa que el bevacizumab actúa bloqueando la formación de vasos sanguíneos (angiogénesis) que alimentan los tumores. Efectos secundarios comunes, como hipertensión fuerte, se observaron con más frecuencia en pacientes que recibieron bevacizumab, pero los mismos, en general, pudieron controlarse con medicamentos, según declararon investigadores que participaron en el estudio. También se observaron con más frecuencia efectos secundarios más peligrosos, como perforaciones gastrointestinales, en aquellas mujeres que recibieron bevacizumab, si bien estas complicaciones fueron relativamente poco frecuentes. Fueron igualmente poco comunes las muertes que podrían estar relacionadas con el tratamiento, en todo caso, se presentaron con más frecuencia en las mujeres que recibieron bevacizumab.
El avance alcanzado en las últimas dos décadas en el desarrollo de terapias efectivas para el tratamiento inicial de mujeres con cáncer de ovario avanzado ha sido limitado. Estos estudios parecen indicar que el bevacizumab podría cambiar esta realidad, al menos en algunas mujeres, explicó el doctor Ronald Álvarez, director de la División de Oncología Ginecológica de la Universidad de Alabama en Birmingham.
"Pienso que estos dos estudios han demostrado que el bevacizumab promete una cierta eficacia en mujeres con cáncer de ovario", dijo el doctor Álvarez. No queda claro si el fármaco es más valioso como tratamiento inicial o después de que reaparece la enfermedad, agregó. "Pero está claro que el bevacizumab actúa sobre el cáncer de ovario".
Estudios similares, diferencias importantes
Aun cuando similares, estos dos estudios, uno realizado principalmente en los Estados Unidos y el otro en Europa, tienen importantes diferencias en cuanto a los criterios de inclusión de las pacientes en los estudios y a las dosis de bevacizumab utilizadas.
El estudio más extenso fue copatrocinado por el NCI y Genentech, firma que produce el bevacizumab, y dirigido por el Grupo de Oncología Ginecológica (GOG, por sus siglas en inglés). En el mismo participaron casi 1 900 pacientes a quienes se les había diagnosticado cáncer de ovario avanzado recientemente. El estudio estuvo compuesto de tres grupos: un grupo de control y dos experimentales. En el grupo de control, al tratamiento inicial con quimioterapia estándar (carboplatino más paclitaxel) le siguió un placebo. En un grupo experimental, el tratamiento inicial estuvo integrado por quimioterapia más bevacizumab, seguido por placebo. El otro grupo experimental recibió la misma quimioterapia más un tratamiento prolongado con bevacizumab.
Las pacientes que participaron en el estudio, identificado como GOC-0218, quienes recibieron bevacizumab por tiempo prolongado (máximo 10 meses) experimentaron la supervivencia sin evolución más larga, una mediana de aproximadamente 14 meses, casi 4 meses más que el período mediano en las mujeres tratadas únicamente con quimioterapia, y 3 meses más que el período mediano en las mujeres que recibieron el tratamiento más corto con bevacizumab. (Véase la Tabla 1). Los puntajes de calidad de vida fueron similares entre los tres grupos que participaron en el estudio.
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