martes, 20 de enero de 2009

MELANOMA: DIANA MOLECULAR

INVESTIGACIÓN ESPAÑA
EL MÉDICO INTERACTIVO - ESPAÑA
Enero 2009
Investigadores españoles identifican una diana molecular para combatir la metástasis del melanoma

EP

Los expertos aseguran que la incidencia y la mortalidad asociada al melanoma metastático siguen aumentando en el mundo occidental, por lo que urge encontrar nuevas terapias que contribuyan a un mejor pronostico


Madrid (21-1-09).- Investigadores españoles de la Universidad de Nueva York y del Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols, del CSIC en Madrid, han identificado una molécula genética, un ARN pequeño no codificante o microARN denominado miR-182, que se encuentra expresado en exceso en líneas celulares y tejidos de melanoma metastásico. Los resultados del estudio, que suponen la identificación de una nueva diana molecular para combatir la metástasis de estos tumores, se publican esta semana en la edición digital de la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS).


Este es el primer estudio que demuestra la contribución de un miARN a la metástasis de melanoma. Con anterioridad, otros dos grupos, el de Robert Weinberg en el Instituto Whitehead y el de Joan Massagué en el Memorial Sloan-Kettering, habían encontrado otros miARN (miR-10b y miR-335) cuya alteración contribuye a la metástasis de cáncer de mama.

De acuerdo con las declaraciones efectuadas por Eva Hernando, codirectora del departamento de Patología de la Universidad de Nueva York, "el melanoma es uno de los tumores mas invasivos y un tumor primario como este de apenas unos milímetros es capaz de colonizar pulmón, hígado o cerebro en apenas unos meses. Aunque se conocen algunas de las alteraciones moleculares que dan origen al melanoma, las bases genéticas de su comportamiento altamente invasivo siguen siendo desconocidas".

La investigadora destaca que la incidencia y la mortalidad asociada al melanoma metastático siguen aumentando en el mundo occidental, por lo que urge encontrar nuevas terapias que contribuyan a un mejor pronostico.

El laboratorio que dirige Hernando ha descubierto un microARN que se encuentra sobreexpresado en líneas celulares y tejidos de melanoma metastático. La elevada expresión de ese microARN, denominado miR-182, incrementa la capacidad invasiva de las células de melanoma en cultivo y estimula la capacidad metastática en un modelo de ratón. Por el contrario, reprimir la expresión de ese microARN reduce la capacidad invasiva de las células in vitro.

"Hemos probado también que este microARN reprime la expresión de dos genes supresores tumorales, FOXO3 y MITF, lo que confiere a las células una ventaja para migrar y sobrevivir en ausencia de anclaje, propiedades éstas necesarias para la metástasis", añade Hernando.

La investigadora explica que este miARN forma parte de un grupo que contiene otros dos miARNs y que se encuentra en una región genómica frecuentemente amplificada en el melanoma, el cromosoma 7q, donde también se localizan los oncogenes B-RAF y c-MET. "Como parte de nuestro estudio, hemos comprobado que existe una buena correlación entre la amplificación genómica y la sobre-expresión del miARN, aunque podrían existir otros mecanismos moleculares que producen este efecto".

Según indica Hernando, "los resultados parecen indicar que inhibir la expresión de este miARN puede frenar el potencial invasivo del tumor e inducir su muerte celular in vitro. Por tanto, la administración sistémica de moléculas anti-miR182 podría frenar el crecimiento o la expansión del tumor primario".

En la actualidad, el equipo de Hernando estudia si el uso de moléculas anti-miRNAs, aquellas que tienen la secuencia complementaria al miR-182, permite inhibir el crecimiento o la diseminación del tumor primario, utilizando transplantes de células de melanoma en ratones con el sistema inmune debilitado.

Según señala la investigadora, numerosos laboratorios del ámbito académico y de la industria están trabajando en mejorar la 'entrega' de moléculas antisentido (siRNAs, miRNAs, anti-miRNAs) in vivo. Para ello utilizan modificaciones químicas de la secuencia o las incluyen en nanopartículas para evitar su degradación en la sangre, para permitir que alcancen en suficiente dosis y de forma especifica el tumor, lo que se asocia con una baja toxicidad.

El trabajo ha sido realizado en gran medida por los españoles Miguel F. Segura con la colaboración de Silvia Menéndez y bajo la dirección de Eva Hernando. Silvia Álvarez ha participado en la investigación desde el Centro Alberto Sols, de la Universidad Autónoma de Madrid, que pertenece al Consejo Superior de investigaciones Científicas. El trabajo es fruto de una intensa colaboración con el grupo de melanoma de la Universidad de Nueva York dirigido por Iman Osman y que posee uno de los mayores bancos de melanoma de Estados Unidos.

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