INTERNACIONAL
EL MÉDICO INTERACTIVO - ESPAÑA
Diciembre 2008
SRC-2: el gen clave en la regulación de los niveles de azúcar en sangre
Redacción
El descubrimiento tiene implicaciones para la enfermedad genética de Von Gierke y para la diabetes que comienza en la vida adulta
Madrid (2/12/08).- Investigadores del Colegio Baylor de Medicina en Houston (Estados Unidos) han identificado un gen clave en la regulación de los niveles de azúcar en sangre. Los resultados del estudio se publican en la revista Science. En experimentos con modelos animales que carecen del receptor esteroide 2 (SRC-2), un gen regulador clave llamado coactivador, si los animales no comen durante un día sus niveles de azúcar descienden de forma vertiginosa pero si al día siguiente tampoco toman ningún alimento mueren.
Los investigadores no esperaban la gravedad de estos niveles bajos de azúcar ya que los sujetos normales viven hasta siete días sin probar bocado. Estudios posteriores mostraron que la carencia de SRC-2 evita que una enzima transforme el azúcar almacenado en el hígado dea forma que puede pasar al flujo sanguíneo.
Según los investigadores, los síntomas en el modelo de la enfermedad eran similares al de niños nacidos con la enfermedad de Von Gierke. El trastorno puede crear graves problemas a menos que se detecte de forma rápida. Los padres deben despertar al niño cada pocas horas y alimentarlo para mantener altos sus niveles de azúcar. Siempre que los niveles de glucosa sean lo suficientemente altos, se podrá mantener el cerebro. Si los niveles de glucosa en sangre caen por debajo de cierto nivel, el niño sufre convulsiones, pierde la conciencia y pueden morir.
El hígado produce el 90 por ciento de la glucosa que circula por el flujo sanguíneo. La glucosa almacenada en este órgano está unida a él a través de un vínculo molecular de fosfato. Esta glucosa fosforilada no puede dejar el hígado hasta que la enzima elimine la molécula de fosfato. La SRC-2 es crítica en este proceso.
Si el azúcar no puede dejar el hígado, se mantiene en él en forma de glucógeno. Finalmente, la acumulación de esta forma almacenada de azúcar puede dar lugar al fallo hepático.
El equipo de Bert W. O'Malley descubrió el primer coactivador, el SRC-1. Su trabajo con otro denominado SRC-3 ha conducido a una mejor comprensión del cáncer y la inflamación y a conocer mejor el funcionamiento de fármacos en el tratamiento del cáncer de mama.
Según explica O'Malley, "esto muestra de nuevo que estos coactivadores son importantes genes clave para la fisiología. En el caso del SRC-3, si existe en grandes cantidades puede provocar cáncer. Aquí, si se tiene muy poco SRC-2 no se pueden mantener los niveles de azúcar en sangre".
El investigador cree que demasiado SRC-2 podría elevar los niveles de azúcar en la sangre. Esto podría dar lugar a un aumento en la producción de insulina. A menudo, el páncreas falla después de ser forzado a una producción continua de altos niveles de insulina. Esto puede dar lugar al inicio de la diabetes en la vida adulta.
Los científicos se plantean comenzar a estudiar la actividad en humanos próximamente y esperan poder encontrar los medios para dirigirse al SRC-2 con un fármaco.
viernes, 9 de enero de 2009
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