ESTUDIO DEL CENTRO MÉDICO BETH ISRAEL DEACONESS
Hallan un gen en las células de la grasa que protege de la DM2
Investigadores del Centro Médico Beth Israel Deaconess, en Boston, han mostrado cómo las células de la grasa pueden proteger al organismo frente a la diabetes.
Redacción | 02/04/2012 00:00
Los resultados podrían conducir a una nueva estrategia terapéutica para prevenir y tratar la diabetes de tipo 2 y los trastornos metabólicos relacionados con la obesidad.
El nuevo estudio, que se publica hoy en la edición electrónica de Nature, muestra por qué la glucosa es tan importante para las células de la grasa. El equipo de Barbara Kahn, profesora de Medicina en la Universidad de Harvard, en Cambridge, descubrió una nueva versión de un gen de las células de la grasa que responde a la glucosa con un efecto sistémico de gran alcance.
Los científicos han identificado cómo las células de grasa con glucotransportadores (GLUT 4) pueden detectar el cambio en el transporte de glucosa en la célula y responder mediante la regulación de la sensibilidad a la insulina en el organismo. Este estudio revela una nueva versión potente de un gen que transforma la glucosa en ácidos grasos.
Concepto conocido
En futuras investigaciones el equipo analizará si el gen podría estar actuando directamente a través de los ácidos grasos o de la alteración de las células de grasa. El concepto de que algunos ácidos grasos pueden ser beneficiosos no es nuevo, pero "hasta hace poco se pensaba que el tejido adiposo humano no era capaz de sintetizar muchos ácidos grasos", ha señalado Mark Herman, de la División de Endocrinología y uno de los autores. De hecho, los ácidos grasos beneficiosos, como los omega-3 del pescado y los que se encuentran en el aceite de oliva, por lo general se recomiendan como parte de una dieta saludable.
El nuevo estudio, que se publica hoy en la edición electrónica de Nature, muestra por qué la glucosa es tan importante para las células de la grasa. El equipo de Barbara Kahn, profesora de Medicina en la Universidad de Harvard, en Cambridge, descubrió una nueva versión de un gen de las células de la grasa que responde a la glucosa con un efecto sistémico de gran alcance.
Los científicos han identificado cómo las células de grasa con glucotransportadores (GLUT 4) pueden detectar el cambio en el transporte de glucosa en la célula y responder mediante la regulación de la sensibilidad a la insulina en el organismo. Este estudio revela una nueva versión potente de un gen que transforma la glucosa en ácidos grasos.
Concepto conocido
En futuras investigaciones el equipo analizará si el gen podría estar actuando directamente a través de los ácidos grasos o de la alteración de las células de grasa. El concepto de que algunos ácidos grasos pueden ser beneficiosos no es nuevo, pero "hasta hace poco se pensaba que el tejido adiposo humano no era capaz de sintetizar muchos ácidos grasos", ha señalado Mark Herman, de la División de Endocrinología y uno de los autores. De hecho, los ácidos grasos beneficiosos, como los omega-3 del pescado y los que se encuentran en el aceite de oliva, por lo general se recomiendan como parte de una dieta saludable.
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