miércoles, 12 de agosto de 2015

La hepatitis C podría desencadenar problemas cardiovasculares - DiarioMedico.com

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PUBLICADO EN 'THE JOURNAL OF INFECTIOUS DISEASES'

La hepatitis C podría desencadenar problemas cardiovasculares

Una nueva investigación desarrollada en Estados Unidos ha descubierto que las personas infectadas con el virus de la hepatitis C no solo estarían en riesgo de sufrir un daño hepático, sino que también podrían experimentar problemas cardiacos.
Redacción | dmredaccion@diariomedico.com   |  12/08/2015 13:41
 
 

Los descubrimientos de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos, que se publican en The Journal of Infectious Diseases, han revelado que la infección de la hepatitis C puede favorecer la progresión de la ateroesclerosis y provocar daños cardiovasculares. Los hallazgos surgieron de un estudio en curso que realizaba un seguimiento a hombres que mantenían relaciones sexuales con otros hombres para observar el riesgo de infección de VIH. Un subconjunto de los participantes estaba infectado tanto por el VIH como por la Hepatitis C.
Ya se sabe que las personas infectadas con VIH que ya se sabe que tienen un riesgo elevado de enfermedad cardiaca; sin embargo la hepatitis C podría provocar daños cardiovasculares independientes del VIH. En concreto, el equipo de investigación descubrió que los participantes del estudio con infección crónica por hepatitis C tenían más probabilidades de albergar placas anormales de grasa y calcio dentro de sus arterias (ateroesclerosis), un precursor común de ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares.
Eric Seaberg, de la Escuela Bloomberg de Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins, aseguró tener "razones para creer que la infección de la hepatitis C impulsa enfermedades cardiovasculares, independientemente del VIH. Creemos que nuestros hallazgos son relevantes para cualquier persona infectada con hepatitis C sin importar su estado de VIH".
Obstrucción arterial
Los investigadores enfatizan que no saben exactamente cómo la infección del virus de la hepatitis C precipita el crecimiento de la placa que obstruye las arterias. Wendy Post, de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins explicó que "las personas infectadas con la hepatitis C ya son seguidos regularmente para detectar signos de enfermedad hepática, pero nuestros resultados sugieren los médicos que cuidan de ellos también debe evaluar su perfil de riesgo global cardiaca regularmente".
En el estudio participaron 994 hombres de 40 a 70 años de edad sin enfermedad cardiaca manifiesta, de los cuales 613 estaban infectados con el VIH, 17 estaban infectados solo por la hepatitis C y 70 estaban infectados por ambos virus.
Los participantes se sometieron a tomografías computarizadas cardiacas para detectar y medir la cantidad de grasa y depósitos de calcio en el interior de los vasos de sus corazones. Las personas infectadas con hepatitis C, sin importar su estatus de VIH, tenían, de promedio, un 30 por ciento más de placa calcificada en las arterias, el principal motor de ataque cardiaco. Además, los que tenían mayores niveles circulantes del virus de la hepatitis C en la sangre fueron un 50 por ciento más propensos a tener las arterias obstruidas, en comparación a los hombres sin hepatitis C.
Una infección mal controlada puede conducir a una mayor inflamación en todo el cuerpo, lo que puede alimentar el daño de los vasos sanguíneos y por lo tanto contribuir a la enfermedad cardiaca.
El tratamiento temprano de la hepatitis C puede evitar daños en el hígado a largo plazo, pero los investigadores se plantean ahora si los medicamentos podrían detener la formación de la placa y reducir el riesgo cardiaco también a largo plazo.

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