MONITORIZACIÓN ELECTROENCEFALOGRÁFICA
Revelan cómo difieren los efectos cerebrales de la anestesia en ancianos y en niños
Recientes estudios del Hospital General de Massachusetts (HGM), Estados Unidos, han revelado las diferencias en los efectos de la anestesia tanto en los más jóvenes como en los más ancianos, lo que permitirá mejoras y mayor seguridad en la anestesia general.
Redacción. Madrid | dmredaccion@diariomedico.com | 14/08/2015 17:00
Investigaciones del Hospital general de Massachusetts (HGM), Estados Unidos, han revelado diferencias en las señales eléctricas, medidas por electroencefalograma (EEG), que provoca la anestesia en ancianos y en niños. Investigadores del HGM están detallando las diferencias en el modo en que afectan los anestésicos comunes en el cerebro de ambos. Los descubrimientos podrían dirigir formas de mejora y seguridad en la anestesia general para pacientes.
"Las dosis requeridas para alcanzar el mismo estado anestésico en pacientes ancianos puede ser tan pequeño como la mitad de lo que necesitan pacientes más jóvenes", ha asegurado Emery Brown, médico del departamento de Anestesia, Cuidados Críticos y Medicina del Dolor del HGM. Habitualmente las diferencias en la anestesia se habían "relacionado con la función cardiovascular, respiratoria, hepática y renal del anciano, pero los lugares principales de los efectos anestésicos son el cerebro y el sistema nervioso central".
Ante el menor conocimiento de los efectos de la anestesia en los más pequeños, Patrick Purdon, médico también en el departamento de Anestesia, Cuidados Críticos y Medicina del Dolor del HGM, revela que la "falta de conocimiento es especialmente problemática, dado que recientes estudios sugieren una asociación entre cirugías de edades tempranas que requieren anestesia general y problemas cognitivos posteriores".
Los investigadores han identificado señales del EEG que indican cuando los pacientes pierden y recuperan la conciencia y los patrones del EEG, llamados oscilaciones, producidas por fármacos específicos mientras los pacientes están inconscientes. En jóvenes adultos, la inconsciencia inducida por anestesia está asociada con frecuencias medias de oscilaciones llamadas ondas alpha frontales que están altamente sincronizadas entre la corteza cerebral y el tálamo, un patrón que se creyó que bloquea la comunicación entre esas dos estructuras cerebrales.
Estudios precedentes
Purdon y Brown son coautores de un trabajo que analizó detalladamente los gráficos del EEG de 155 pacientes de edades comprendidas entre los 18 y los 90 años que recibieron propofol o sevoflurano. Este estudio descubrió que las oscilaciones, en el EEG, en pacientes más mayores es dos o tres veces más pequeña que en pacientes más jóvenes. La sincronización entre las dos estructuras cerebrales ocurrió a frecuencias ligeramente más bajas en pacientes más mayores, más propensos a desarrollar un estado llamado supresión explosiva que refleja anestesia profunda a dosis más bajas.
Purdon y Brown son coautores de un trabajo que analizó detalladamente los gráficos del EEG de 155 pacientes de edades comprendidas entre los 18 y los 90 años que recibieron propofol o sevoflurano. Este estudio descubrió que las oscilaciones, en el EEG, en pacientes más mayores es dos o tres veces más pequeña que en pacientes más jóvenes. La sincronización entre las dos estructuras cerebrales ocurrió a frecuencias ligeramente más bajas en pacientes más mayores, más propensos a desarrollar un estado llamado supresión explosiva que refleja anestesia profunda a dosis más bajas.
Otro estudio, publicado en British Journal of Anaesthesia, dirigido por Ken Solt, anestesiólogo, descubrió que los animales más mayores tardaban entre tres y cinco veces más en tiempo en recuperarse de una misma dosis anestésica, observando diferencias similares en los patrones del EEG relacionadas con la edad.
Por otro lado, Purdon ya dirigió otro estudio junto a Oluwasen, médico del mismo departamento en el HGM, en el que observaron los patrones de EEG de 54 pacientes con edades comprendidas desde la infancia hasta los 28 años durante la anestesia con sevoflurano, revelando patrones que triplicaban la frecuencia de la onda en niños hasta los seis años, y disminuyendo hasta el patrón típico de adulto joven alrededor de los 20. Las ondas frontales alpha no fueron observadas en niños menores de un año, lo que sugiere que el circuito requerido por la sincronización talámico/cortical no se había desarrollado aún. Además Purdon y Brown fueron coautores en una investigación dirigida por Laura Cornelissen y Charles Berde, médicos del Hospital infantil de Boston, en el que se detalló la actividad del EEG en infantes de seis meses y más jóvenes, demostrando como sus patrones desarrollaron hacia aquellos más típicos de los adultos a los pocos meses.
Necesidades futuras
"Estos estudios surgieren un nuevo paradigma de monitorización específica para la edad que, con monitores que rastreen una amplia gama de señales de EEG, podrían ayudar a evitar la neurotoxicidad en niños inducida por anestesia y el delirio postoperatorio y la disfunción cognitiva en pacientes ancianos", aseguró Purdon.
"Estos estudios surgieren un nuevo paradigma de monitorización específica para la edad que, con monitores que rastreen una amplia gama de señales de EEG, podrían ayudar a evitar la neurotoxicidad en niños inducida por anestesia y el delirio postoperatorio y la disfunción cognitiva en pacientes ancianos", aseguró Purdon.
Brown añadió: "Entender cómo la respuesta cerebral a la anestesia cambia con la edad nos permite proveer estrategias de monitorización cerebral personalizadas específicas para el paciente y dosificar la anestesia, así nos movemos más cerca de los efectos secundarios que produce el cuidado con anestesia".
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