PROFILAXIS
Terapia farmacológica y el placebo igual de eficaces en prevenir la migraña pediátrica
Los fármacos obtienen la misma eficacia que el placebo en el tratamiento profiláctico de la migraña de niños y adolescentes.
Redacción. Madrid | 12/01/2017 15:46
Andrew Hershey. (DM)
La terapia farmacológica no es más eficaz que el placebo a la hora de evitar la migraña pediátrica. Así concluye un estudio que se publica en The New England Journal of Medicine, uno de los muy escasos que evalúa el efecto de los fármacos disponibles en la prevención de las cefaleas en niños y adolescentes con migraña.
El estudio, realizado en 31 lugares de Estados Unidos, no obtiene ninguna diferencia significativa entre amitriptilina, topiramato y placebo para reducir los días con cefalea o la incapacidad asociada en pacientes pediátricos migrañosos.
El principal autor del ensayo Champ (Prevención de la migraña en la infancia y la adolescencia, en inglés), Andrew Hershey, codirector del Centro de Cefalea Infantil de Cincinnati, apunta que "el estudio intentaba demostrar cuál de los fármacos profilácticos prescritos con más frecuencia en la migraña era el más efectivo. Lo que hemos hallado es que se podría prevenir las cefaleas tanto con la medicación como con placebo. El estudio sugiere que una abordaje multidisciplinar y la expectativa de respuesta es lo más importante, no necesariamente lo que se prescriba".
El ensayo incluyó a 328 pacientes de 8 a 17 años, analizados durante 24 semanas. El objetivo clínico fue una reducción de al menos el 50 por ciento de los días de cefaleas a partir de la cuarta semana tras el tratamiento asignado de forma aleatoria hasta las últimas cuatro semanas del seguimiento. Entre los niños que recibieron placebo, un 61 por ciento logró ese objetivo.
En los que recibieron la medicación, bien amitriptilina o topiramato, el 52 y 55 por ciento respectivamente alcanzaron la reducción deseada.
Al compararse frente a placebo, los dos fármacos registraron una tasa más elevada de efectos secundarios, incluida fatiga, boca seca y en tres casos, alteraciones del estado de ánimo. El 31 por ciento de los que tomaron topiramato presentaron parestesia.
Chris Coffey, profesor de Bioestadística en la Universidad de Iowa, y autor del estudio, reconoce la dificultad en la interpretación de estos resultados: "En la mayoría de los casos de ensayos que no logran mostrar el beneficio de una intervención, se debe a que no hay una mejoría en los participantes. Esa no fue la situación aquí. Una mayoría de los individuos estudiados mejoraron, independientemente del grupo de tratamiento que se les asignase. Necesitamos más investigación para entender mejor los resultados y determinar qué estrategias futuras podrían optimizar el tratamiento de las cefaleas en este grupos de niños y adolescentes".
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