lunes, 8 de mayo de 2017

Chaperonas: potenciales ‘blancos’ oncogénicos - DiarioMedico.com

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PROTEÍNAS QUE REGULAN GRUPOS DE PROTEÍNAS

Chaperonas: potenciales ‘blancos’ oncogénicos

Reguladoras de otros grupos de proteínas, las chaperonas podrían ser nuevas dianas terapéuticas.
Raquel Serrano. Madrid   |  08/05/2017 00:00
 
 

Nabil Djouder
Nabil Dejouder. (Mauricio Skrycky)
Las chaperonas moleculares son una familia de proteínas con peculiares propiedades: mantienen la homeostasis celular y estabilizan proteínas de estrés. Se consideran proteínas de shock térmico presentes en todo tipo de organismo, incluidas las bacterias, y responsables de que las células sobrevivan en situaciones de estrés. Su equilibrio es vital para el plegado, la estabilidad y la actividad de las células sanas, pero también de las patológicas como las cancerígenas.
De hecho, "las proteínas chaperonas están presentes en casi todos los tumores, si no en todos. La destrucción de los procesos en los que participan las chaperonas genera enfermedades como el cáncer, pero también envejecimiento", según Nabil Djouder, jefe del Laboratorio de Factores de Crecimiento, Nutrientes y Cáncer del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), en el que este fin de semana ha concluido un encuentro internacional que ha contado con el apoyo de la Fundación La Caixa, dedicado al análisis de esta familia de proteínas.

Fenómeno paradójico

A pesar del peso comprobado de estas proteínas, ya que actúan como termostatos regulando y manteniendo la estructura de otros grupos de proteínas, Djouer, organizador de este encuentro junto con Paul Workman, presidente del Instituto para la Investigación del Cáncer de Londres (Gran Bretaña), entre otros, ha subrayado a DM que es preciso ahondar en el entendimiento de su función in vivo y en situaciones de estrés.
  • Se necesitan modelos de análisis 'in vivo' para analizar en profundidad la actividad de las proteínas chaperonas
"No existen modelos animales específicos de chaperonas para analizar las funciones de estas proteínas en cáncer y en otras enfermedades". No obstante, su equipo en el CNIO sí dispone de un modelo, denominado URI Complejo Chaperonas, a través del que los investigadores han observado fenómenos muy singulares: "Cuando la chaperona está sobreexpresada en hígado se desarrolla cáncer. Sin embargo, su sobreexpresión en otros órganos es protectora. Estos datos corroboran la importancia de la investigación y de conocer completamente su actividad".

Futuro ambicioso

Siguiendo los pasos de Workman, ha insistido en que la célula tumoral precisa proteínas chaperonas para vivir y proliferar, lo que las convierte en una potencial diana antioncológica. Existe un inhibidor de chaperonas, el que actúa contra la HSP90, pero actualmente se investigan 16 compuestos que bloquean la acción de HSP90. En el CNIO, Workman ha aludido a los datos, positivos pero iniciales, frente a cáncer de mama.
Para Djouder, el futuro también pasa por desarrollar biomarcadores para chaperonas, "que sean capaces de prevenir las resistencias de las actuales terapias oncológicas, así como atender a los efectos citotóxicos creando mejores fármacos, sin olvidar las posibilidades de combinación de los fármacos dirigidos contra proteínas y la inmunoterapia, básicamente".

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