lunes, 11 de junio de 2018

El desbridamiento larval, una opción útil en úlceras crónicas - DiarioMedico.com

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64 CONGRESO DE LA SEACV

El desbridamiento larval, una opción útil en úlceras crónicas

En las úlceras y heridas crónicas de origen vascular que no responden bien a otras estrategias, la terapia con larvas puede favorecer el desbridamiento del tejido necrótico.
Sonia Moreno   |  08/06/2018 15:32
 
 

Iliana Suazo Guevara
Iliana Suazo Guevara, del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Universitario Miguel Servet, en Zaragoza. (DM)
La terapia de desbridamiento con larvas se ha empleado desde la antigüedad como un método para disminuir la fibrina y esfacelo en las heridas, así como para reducir la carga bacteriana en el tejido infectado. Esta estrategia se abandonó con la incorporación de los tratamientos químicos y quirúrgicos, pero en los últimos años un mayor conocimiento del mecanismo de acción del procedimiento y de las moléculas activas que participan ha reavivado el interés.
Iliana Suazo, del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Universitario Miguel Servet, en Zaragoza, ha presentado un estudio sobre su experiencia con esta técnica en el 64 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (Seacv), que se celebra en Madrid.
"Desde el año pasado, en el hospital, tras recabar los permisos pertinentes, hemos puesto en marcha este procedimiento para pacientes con úlceras crónicas que llevan más de dos meses de evolución y en los que han fracasado otros tratamientos de desbridamiento. Sobre todo, lo hemos empleado en pacientes con heridas de origen isquémico, que tras haber recibido una cirugía de revascularización, no llegaban a regenerarse hasta cicatrizar. También lo hemos aplicado en pie diabético y en úlceras venosas", comenta Suazo a DM. La localización de las heridas fueron lechos de amputación de dedos y úlceras de piernas, con un tamaño medio de 7,15 cm.
El método consiste en utilizar las larvas de mosca verde (Lucilia sericata), necrófagas, que se presentan en bolsas microperforadas sobre las lesiones, previamente curadas con una solución a base de ácido hipocloroso y de hipoclorito sódico.
"El concepto puede resultar chocante de entrada", reconoce la cirujana. "De hecho, al presentar la comunicación, algunos de nuestros colegas nos preguntaban si hubo muchas negativas al tratamiento por parte de los pacientes. Lo cierto es que los enfermos tratados, que llevan mucho tiempo intentando curarse sin éxito, lo aceptan bien en cuanto les explicas con detalle el método".
Los resultados, según apunta Suazo, son muy positivos, especialmente, en las heridas con abundante tejido esfacelado. "La terapia larval también reduce las infecciones: hemos visto que disminuye la carga bacteriana sobre todo en las infecciones por Pseudomonas Staphylococcus. Se está investigando cuáles son las moléculas activas que actúan concretamente sobre la pared celular bacteriana y que generaron ese efecto contra la infección".

Evolución positiva

Los resultados que ahora presenta este equipo son datos preliminares de una serie de trece pacientes tratados -hoy son una veintena y se continúa incorporando a nuevos enfermos-. En el 75 por ciento de los casos se observó una evolución favorable , "donde se redujo al menos un 50 por ciento el tejido necrosado de la herida. Así, algunos de esos pacientes pudieron seguir con otro tipo de terapias que fomentaran tejido de granulación apto para el injerto, y en otros la herida cicatrizó". Suazo destaca además que esta terapia reduce el tiempo de desbridamiento (la media fue de 8,5 días) y el de ingreso hospitalario; incluso permite una administración ambulatoria con el adecuado seguimiento por enfermería.

Aneurisma de aorta más allá de los 80

En el tratamiento endovascular electivo del aneurisma de aorta abdominal, "una edad por encima de 80 años no se asocia a mayor riesgo de complicaciones postoperatorias ni constituye una variable predictora de supervivencia, por lo que este factor per se no debería ser considerado en la indicación quirúrgica". Es la conclusión principal de una de las comunicaciones del congreso de la Seacv -presentada por Lidia Marcos, del Hospital del Mar, de Barcelona-, sobre un estudio retrospectivo con 242 pacientes, de los que 71 eran octogenarios. Otra comunicación en esa línea, expuesta por la cirujana vascular Natalia Hernández, concluía que "los pacientes octogenarios con indicación quirúrgica deben ser tratados igual que los no octogenarios". La especialista, que llevó a cabo este trabajo en el Hospital Universitario Germans Trias y Pujol, en Badalona, reflexiona que "según los estudios demográficos, en treinta años se duplicará el porcentaje de la población octogenaria, por lo que habrá que ajustar las indicaciones de la terapia endovascular en estos casos".

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