José R. Zárate | 01/06/2018 17:35
La
VI Jornada Nacional de Esquizofrenia, que se celebró el jueves pasado en el
Centro Sociosanitario Hermanas Hospitalarias de Palencia, con la asistencia de tres centenares de especialistas de toda la península, tuvo la suerte de acoger la presentación de los resultados preliminares del
primer ensayo clínico mundial de estimulación cerebral profunda en esquizofrenia resistente.Tras la ponencia de Celso Arango, jefe de Psiquiatría del Niño y Adolescente del
Hospital Gregorio Marañón, de Madrid, y presidente del Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología, en la que revisó las líneas acutales de investigación y del neurodesarrollo anormal genético-ambiental de los afectados, intervinieron
Benedicto Crespo, jefe de sección de Psiquiatría del
Hospital Marqués de Valdecilla, de Santander, que insistió en
no retirar la medicación antipsicótica prematuramente, algo que se hace con frecuencia, y Peter Mckenna, investigador del
Cibersam y del
Fidmag (Fundación para la Investigación y Docencia María Angustias Giménez), y Edith Pomarol Clotet, psiquiatra y directora gerente del Fidmag, entidad que coordina la investigación de los centros de las Hermanas Hospitalarias en Cataluña y Aragón.
En colaboración con los equipos de psiquiatría y neurocirugía del
Hospital de Sant Pau, de Barcelona,
el equipo del Fidmag ha tratado a ocho pacientes con esquizofrenia resistentes a la medicación, circunstancia que se da en el 25 por ciento de los esquizofrénicos. Edith Pomarol explicó que, tras decidir las zonas más apropiadas, aplicaron los electrodos en la corteza frontal medial (estriado ventral) de cuatro pacientes y en el núcleo accumbens (córtex cingulado) en los otros cuatro. Ha habido cuatro respuestas favorables, en especial en los tratados en el núcleo accumbens. En uno de ellos hubo complicaciones operatorias y en tres no se apreciaron cambios en los síntomas positivos (delirios, voces, alucinaciones, etc.).
La investigadora fue muy cauta, aunque esperanzada, con la experiencia y se refirió a
otro ensayo similar que se está llevando a cabo en la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore. Como ya
informó DM, la estimulación cerebral profunda ya se emplea con cierto éxito en Parkinson y depresión grave, y hay casos en ictus y hasta diabetes. Se estima que en el mundo unas 100.000 personas se han sometido a ella. Peter McKenna explicó dos estudios realizados por el Fidmag en relación con el concepto del continuo de psicosis. Sus resultados sugieren que ser familiar de un paciente con esquizofrenia no confiere una mayor tendencia a tener síntomas psicóticos menores. Sin embargo, los cambios funcionales cerebrales sí que podrían caracterizar a las personas con mayor riesgo para el trastorno.
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