"Este estudio responde a la necesidad de diseñar un índice de calidad de la dieta específico para situaciones de obesidad para evaluar el tratamiento de esta patología en adolescentes", explica Pilar De Miguel-Etayo, una de las responsables del estudio. "Nuestros resultados mostraron una muy buena asociación con los cambios en la composición corporal dejando patente la importancia de una base multidisciplinar y la mejora de la calidad de la dieta en el tratamiento de la obesidad a corto y largo plazo", explica.
Intervención dietética en grupo
Para llevarlo a cabo los investigadores hicieron seguimiento de un total de 117 adolescentes con sobrepeso y obesidad, de entre 13 y 16 años, que participaron en el estudio Evasyon, un programa de intervención de dieta y actividad física respaldado por apoyo psicológico y familiar puesto en marcha en nuestro país para el tratamiento de adolescentes con exceso de peso.
Al inicio del estudio midieron la composición corporal de todos los participantes, repitiendo esta medición a los 2 y 6 meses y a los 13 meses de seguimiento. Además, tanto al inicio del estudio, como a los seis meses y al final del seguimiento calcularon el índice de calidad de la dieta.
En este estudio, publicado en
Clinical Nutrition, se observó también una asociación estadísticamente significativa con el índice de calidad de la dieta. Además, se mostró que los adolescentes que cumplieron con los criterios de frecuencia de comidas al final de los 13 meses
tuvieron mayores reducciones en los porcentajes de índice de masa corporal (IMC) que los que no los cumplieron.
Y fue la variación en 5 puntos de dicho índice de calidad de la dieta lo que explicó el 98,1 por ciento de los cambios IMC y el 95,1 por ciento de los cambios en el índice de masa grasa.
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