Javier Granda Revilla. Chicago | 11/06/2018 00:00
Monica M. Bertagnolli es también profesora de cirugía en la Facultad de Medicina de Harvard y cirujana asociada en Women´s Hospital e Instituto de Cáncer Dana-Farber. Está especializada en estudios de laboratorio en poliposis adenomatosa familiar y en cánceres gastrointestinales, tumores estromales gastrointestinales y sarcoma.
"Soy una cirujana oncológica, no hago otro tipo de cirugías. Y los cirujanos oncológicos pensamos en nosotros y en nuestra práctica como parte del equipo:
nunca pensamos solo en nuestra cirugía o en la técnica que vamos a hacer; todo lo que hacemos en cada paciente está basado en el papel de la quimioterapia o de la radioterapia que recibirá, o en qué sentido tienen que contribuir el patólogo o el experto en imagen. Por tanto, como cirujanos oncológicos, pienso que somos oncólogos primero y cirujanos en segundo lugar", ha dicho Bertagnolli, presidenta electa de
ASCO, en una entrevista exclusiva para Diario Médico.
- "La información en internet nos permite tener mejores conversaciones con los pacientes”
Otro aspecto que Bertagnolli considera fundamental es que, al modificar otros ámbitos del tratamiento oncológico, lo hace también la cirugía. "Por ejemplo, si la quimioterapia es más efectiva, la cirugía tiene que cambiar, como ocurrió en cáncer de mama cuando se cambió de adyuvante a neoadyuvante. Ahora estamos viendo grandes cambios en la cirugía del cáncer colorrectal y, en esta edición de ASCO, en el tratamiento neoadyuvante del cáncer pancreático que cambiará el tratamiento quirúrgico".
En su opinión, el abordaje multidisciplinar es el óptimo para el manejo del paciente, "que obtiene claramente un mejor tratamiento si cada miembro del equipo trabaja de manera coordinada. Para ser el mejor cirujano posible hay que entender la quimioterapia, cuándo es o no es apropiada, y el papel de la radioterapia y cuándo está indicada".
El laboratorio es otro campo que Bertagnolli cree que debe ser habitual del cirujano, "aunque implique ciertos sacrificios, porque si uno opta por ser activo en el cuidado de pacientes, no se puede dedicar a tiempo completo al laboratorio".
El papel del paciente
El cambio del papel del paciente ha supuesto una revolución en la oncología. De hecho, el lema de su mandado es Cuidando de cada paciente, aprendiendo de cada paciente. "Al principio, cuando los pacientes acudían con información que recababan en internet o de otros pacientes y nos hacían preguntas, estaba un poco incómoda. Pero muy pronto me di cuenta de los beneficios que supone para el paciente tener acceso a esa información y a esa comunidad de pacientes. Nos permite tener mejores conversaciones con ellos, porque el nivel es más alto. Aunque es cierto que, en ocasiones, internet no cuenta con la mejor información, pero al menos es una buena forma de iniciar la conversación".
Respecto al futuro, ha recalcado la necesidad de apostar por la prevención y ha recordado cómo, desde 1995, las curvas de mortalidad por cáncer -"al menos en EEUU"- están descendiendo "y eso ha sucedido por la prevención de las mamografías y las colonoscopias y por mejores cribados. Está claro que tenemos que hacer más prevención y cambiar el estilo de vida, sobre todo dejando de fumar. Pero hay que tener en cuenta que, a pesar de lograrlo, seguirá habiendo gente con cáncer, por lo que son precisas nuevas terapias dirigidas más efectivas y menos tóxicas".
Bertagnolli ha incidido en la necesidad de que un equipo multidisciplinar sea el que maneje al paciente. "Por desgracia, un aspecto que se pasa por alto -pero que en ocasiones es más crucial que cualquier cosa que podamos hacer- es contar con el soporte de un trabajador social o de un equipo de prevención de suicidio. Uno de los retos como sociedad es asegurar que cualquier paciente con cáncer tenga apoyo y acceso a las mejores terapias".
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