La reprogramación celular in situ ofrece promesa en la curación de heridas
Una investigación dirigida por Juan Carlos Izpisúa Belmonte abre una alternativa para el tratamiento de úlceras y quemaduras.
Científicos del Instituto Salk han conseguido reconstruir in situ y de manera tridimensional la piel dañada de animales de experimentación. Juan Carlos Izpisúa Belmonte, director del estudio, indica que es la primera vez que se consigue restaurar el tejido completo, y no tipos celulares específicos, con una intervención directa sobre éste. Además de ser útil en la reparación cutánea, este enfoque podría guiar estrategias de regeneración en otras patologías humanas y en el envejecimiento, afirma el investigador.
Masakazu Kurita, primer autor del estudio, indica que la migración de los queratinocitos basales hacia la herida es un paso crítico en la curación de aquélla, ya que estas células presentan propiedades similares a las de las células madre, actuando como precursores de los diferentes tipos celulares que se encuentran en la piel. Sin embrago, muchas de las grandes heridas a las que debe enfrentarse el clínico han perdido muchas capas de la piel, incluyendo la de queratinocitos basales. Incluso cuando se curan, las células del nuevo tejido son las relacionadas con el cierre de la herida, teniendo éstas poca similitud con un tejido cutáneo sano.
Tras comparar el fenotipo de queratinocitos y células inflamatorias, los investigadores seleccionaron 4 de 55 factores de reprogramación que diferencian unas células de otras. Aplicados tópicamente, estos 4 factores promovieron el crecimiento de piel sana en tan sólo 18 días. El equipo de Izpisúa Belmonte planea ahora nuevos estudios en diferentes modelos animales, a fin de determinar la seguridad a largo plazo de esta nueva técnica.
por IM Médico Publimas Digital s.l.
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