Logran identificar la comunicación entre órganos y tejidos que regula la energía del cuerpo
Un equipo de investigación internacional liderado por la Universidad de California en Irvine (UCI), Estados Unidos, ha identificado un sistema de redes de comunicación que existe entre los órganos y los tejidos que regulan el metabolismo. Los hallazgos de su estudio proporcionan un “atlas” detallado que ilustra cómo el cuerpo crea y usa energía, y cómo los desequilibrios en las redes pueden afectar a la salud general.
Publicada este jueves en la revista ‘Cell’, la investigación revela el metabolismo altamente coordinado de múltiples tejidos que subyace a los ritmos circadianos del cuerpo y examina cómo las interrupciones en estos ritmos, como las causadas por dietas ricas en grasas, inducen desalineación entre los relojes en red y pueden desencadenar inflamación, que se ha relacionado con enfermedades importantes y puede afectar a la esperanza de vida.
El autor principal, Paolo Sassone-Corsi, profesor de Química Biológica en la Facultad de Medicina de la UCI, mostró por primera vez el vínculo del ritmo circadiano-metabolismo hace unos 10 años, identificando las vías metabólicas a través de las cuales las proteínas circadianas detectan los niveles de energía en las células.
“El cuerpo humano es un sistema complejo y bellamente integrado que funciona con una eficiencia óptima cuando las redes están en equilibrio –apunta Sassone-Corsi, director del Centro de Epigenética y Metabolismo de la UCI–. Cuando este sistema se interrumpe a través de la desalineación entre los órganos, el cuerpo funcionará a un nivel inferior al óptimo, lo que puede conducir a la enfermedad. Estamos presentando un mapa que ilustra cómo lograr la mejor salud posible a través del equilibrio y la homeostasis”.
Atlas del metabolismo circadiano
Los científicos examinaron una variedad de relojes genéticos, que van desde aquellos en el suero sanguíneo, el hígado y los músculos hasta aquellos en la corteza prefrontal y el hipotálamo del cerebro, así como en la grasa corporal marrón y blanca. El atlas resultante mapea las conexiones entre varios órganos y tejidos, que juntos forman el llamado reloj corporal que rige los patrones de actividad metabólica día-noche. Luego, el equipo probó las conexiones para ver cómo una dieta alta en grasas codificaba los patrones metabólicos afinados del cuerpo y reconectaba la comunicación y la coordinación entre los relojes.
“Los efectos de la dieta alta en grasas dan evidencia de que los factores externos pueden alterar el patrón metabólico coordinado”, señala Sassone-Corsi, agregando que, con este atlas, la información de un órgano o grupo de tejidos puede proporcionar un amplio sistema de comprensión de las irregularidades metabólicas y las enfermedades relacionadas con ellos.
“Ahora podemos crear un enfoque a la medicina personalizada basada en el metabolismo circadiano de un individuo –dice–. El perfil metabólico es un método de datos grandes para optimizar la salud metabólica”. El equipo internacional se vinculó con la compañía biomédica Metabolon en esta investigación y colaborarán en un estudio en humanos y una exploración adicional de las redes metabólicas controladas por relojes circadianos en otros órganos y grupos de tejidos.
Fuente: infosalus.com
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