Tratamiento del linfoma no Hodgkin infantil (PDQ®)–Versión para profesionales de salud
Aspectos generales de las opciones de tratamiento del linfoma de Hodgkin infantil
Muchas de las mejoras en la supervivencia del cáncer infantil se lograron mediante el uso de combinaciones de fármacos conocidos o nuevos cuyo propósito fue superar el mejor tratamiento aceptable disponible. Los ensayos clínicos en el ámbito de la pediatría se diseñan para comparar un tratamiento potencialmente mejor con el tratamiento que en la actualidad se considera estándar. Es posible realizar esta comparación en un ensayo aleatorizado con dos grupos de tratamiento o mediante la evaluación de un solo tratamiento nuevo que se compara con los resultados obtenidos antes con el tratamiento estándar.
Todos los niños con linfoma no Hodgkin (LNH) se deben considerar aptos para participar en un ensayo clínico. Es muy recomendable que la planificación del tratamiento la efectúe un equipo multidisciplinario de especialistas en cáncer con experiencia en el tratamiento de tumores infantiles, con el fin de determinar, coordinar y poner en práctica un tratamiento que logre una supervivencia óptima. Los niños con LNH se deben derivar para su tratamiento a un equipo multidisciplinario de oncólogos pediatras de una institución con experiencia en tratar cánceres infantiles. La información en inglés sobre los ensayos clínicos en curso patrocinados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) se encuentra en el portal de Internet del NCI.
En general, se considera que el LNH en niños está muy diseminado en el momento del diagnóstico, aun cuando el tumor parece estar localizado; por lo anterior se recomienda quimioterapia combinada para la mayoría de los pacientes.[1] Las excepciones para esta estrategia de tratamiento son las siguientes:
- Linfoma de células T periféricas circunscrito a la piel, que incluye el linfoma anaplásico de células grandes.
- Linfomas células B maduras de crecimiento lento.
- Linfoma folicular de tipo infantil.
- Enfermedad linfoproliferativa posterior a un trasplante (cuando se puede disminuir la inmunodepresión sin complicaciones).
En contraste con el tratamiento del LNH en adultos, el uso de radioterapia en niños con LNH es muy limitado. Los resultados de estudios son los siguientes:
- En los estudios iniciales se demostró que el uso rutinario de radiación no ofreció ningún beneficio para el LNH en estadio temprano (I o II).[2]
- Se demostró que la radiación profiláctica dirigida al sistema nervioso central (SNC) se puede omitir en pacientes de LNH infantil.[3-6]
- También se puede eliminar la radiación en los pacientes con linfoma anaplásico de células grandes y LNH de células B con enfermedad en el SNC.[5,6]
Es posible que la radioterapia cumpla una función en el tratamiento de los pacientes que no lograron una respuesta completa a la quimioterapia. Los datos que sustentan la limitación del uso de la radioterapia en el tratamiento del LNH infantil provienen del estudio Childhood Cancer Survivor Study.[7] En este análisis se demostró que la radiación fue un factor de riesgo importante de neoplasias subsiguientes y muerte en los sobrevivientes a largo plazo.
Por tradición, el tratamiento del LNH en la infancia y adolescencia se basó en el subtipo histológico de la enfermedad. En un estudio del Children’s Cancer Group, se demostró que el desenlace del linfoma linfoblástico fue superior con un tratamiento prolongado similar al que se usa para la leucemia linfoblástica aguda, mientras que en el caso del LNH no linfoblástico (linfoma o leucemia de Burkitt) el desenlace fue mejor con un tratamiento corto, intensivo y en intervalos; el linfoma de células grandes tuvo un desenlace similar con ambos abordajes.[8]
Los desenlaces de niños y adolescentes con LNH recidivante aún son muy precarios, con excepción de aquellos con linfoma anaplásico de células grandes.[9-13] Todos los pacientes con LNH primario resistente al tratamiento o en recaída se deben considerar aptos para participar en ensayos clínicos.
En el Cuadro 3 se describen las opciones de tratamiento para el LNH infantil recién diagnosticado y recidivante.
Urgencias médicas
Las situaciones clínicas más comunes que podrían causar la muerte y que se observan con más frecuencia en pacientes de linfoma linfoblástico, y linfoma o leucemia de Burkitt o similar a Burkitt son las siguientes:
Masas mediastínicas
Los pacientes con masas mediastínicas grandes tienen riesgo de compresión traqueal, compresión de la vena cava superior, derrames pleurales y pericárdicos grandes, así como obstrucción del flujo de salida del ventrículo derecho e izquierdo. Por lo tanto, un paro cardíaco o respiratorio es un riesgo importante, en particular si el paciente se ubica en decúbito supino para procedimientos como tomografías computarizadas (TC) o ecocardiogramas.[14]
Debido a los riesgos de complicaciones de la anestesia general o la sedación profunda, se debe llevar a cabo una cuidadosa evaluación fisiológica y radiográfica del paciente, y se debe usar el procedimiento menos invasivo para establecer el diagnóstico de un linfoma.[15,16] Se utilizan los siguientes procedimientos:
- Aspiración de la médula ósea y biopsia.
- Toracentesis. Si hay derrame pleural o pericárdico, con frecuencia es posible establecer un diagnóstico citológico mediante toracentesis, que permite confirmar el diagnóstico y el linaje celular por citometría de flujo.
- Biopsia de ganglio linfático. En niños que presentan adenopatías periféricas, es posible llevar a cabo una biopsia de ganglio linfático con anestesia local y con el niño en posición vertical.[17]
En situaciones en las que los procedimientos arriba descritos sean infructuosos para el diagnóstico, se debe considerar una biopsia con aguja gruesa guiada con TC. Es frecuente que este procedimiento se realice con sedación superficial y anestesia local antes de continuar con procedimientos más invasivos. Se debe evitar que los pacientes estén en decúbito supino. La mayoría de los procedimientos, como las TC y los ecocardiogramas, se pueden llevar a cabo con el paciente en decúbito prono o lateral. La mediastinoscopia, la mediastinotomía anterior o la toracoscopia son los procedimientos de elección cuando otras formas para establecer el diagnóstico fracasan. Es excepcional que se indique una toracotomía oficial para el diagnóstico o tratamiento del linfoma infantil.
En ocasiones, no será posible llevar a cabo un procedimiento diagnóstico quirúrgico debido a los riesgos de complicaciones de la anestesia general o la sedación profunda. En estos casos, se debe considerar un tratamiento preoperatorio con corticoesteroides o, con menos frecuencia, de radioterapia localizada. Debido a que el tratamiento preoperatorio puede afectar la posibilidad de obtener un diagnóstico tisular exacto, se debe obtener una biopsia diagnóstica tan pronto como se piense que el riesgo de complicaciones de la anestesia general o la sedación haya disminuido.
Síndrome de lisis tumoral
El síndrome de lisis tumoral resulta del catabolismo rápido de las células malignas que origina una serie de anomalías metabólicas, en especial, hiperuricemia, hiperpotasemia e hiperfosfatemia. Es posible que los pacientes presenten síndrome de lisis tumoral antes del inicio del tratamiento.
La hiperhidratación y el alopurinol o la rasburicasa (urato-oxidasa) son componentes esenciales del tratamiento para todos los pacientes, excepto aquellos con enfermedad más limitada.[18-23] En pacientes con deficiencia de G6PD, la rasburicasa a veces causa hemólisis o metahemoglobinuria, y se debe evitar. Una prefase inicial que consiste de dosis bajas de ciclofosfamida y vincristina no elimina la necesidad del alopurinol o la rasburicasa, ni de la hidratación.
La hiperuricemia y el síndrome de lisis tumoral, en particular cuando se relacionan con la obstrucción ureteral, con frecuencia producen complicaciones que son mortales.
Vigilancia del tumor
Aunque el uso de la tomografía de emisión de positrones (TEP) para evaluar la rapidez de respuesta al tratamiento parece tener valor pronóstico en el linfoma de Hodgkin y en algunos tipos de LNH observados en pacientes adultos, sigue en investigación para el LNH infantil. Hasta la fecha, no hay datos suficientes relacionados con el LNH infantil que respalden el hallazgo de que la respuesta temprana al tratamiento evaluado mediante la TEP tenga valor pronóstico.
El diagnóstico de la enfermedad recidivante que solo se basa en imágenes exige cautela porque los resultados positivos falsos son frecuentes.[24-26] Los datos también demuestran que la TEP puede producir resultados negativos falsos.[27] En un estudio de adultos jóvenes con linfoma mediastínico primario de células B, se demostró que 9 pacientes de 12 pacientes con masas mediastínicas residuales al final del tratamiento tuvieron resultados positivos en la TEP. Se extirpó el tumor a 7 de estos 9 pacientes, pero no se encontró tumor viable.[28] Antes de iniciar cambios de tratamiento de acuerdo con las masas residuales observadas en las imágenes, se justifica una biopsia para comprobar la enfermedad residual incluso si el resultado de la TEP es positivo.[29]
Consideraciones especiales para el tratamiento de niños con cáncer
El cáncer es poco frecuente en niños y adolescentes, aunque desde 1975 se ha observado un aumento gradual de la incidencia general de cáncer infantil.[30] Los niños y adolescentes con cáncer se deben derivar a centros médicos que cuentan con un equipo multidisciplinario de especialistas en oncología con experiencia en el tratamiento de los cánceres que se presentan en la niñez y la adolescencia. Este equipo multidisciplinario incorpora la pericia de los siguientes profesionales de atención de la salud y otros para asegurar que los niños reciban el tratamiento, los cuidados médicos de apoyo y la rehabilitación que les permitan lograr una supervivencia y calidad de vida óptimas.
- Médicos de atención primaria.
- Cirujanos pediatras.
- Radioncólogos.
- Oncólogos o hematólogos pediatras.
- Especialistas en rehabilitación.
- Enfermeros especializados en pediatría.
- Trabajadores sociales.
- Especialistas en vida infantil.
- Psicólogos.
(Para obtener información específica sobre los cuidados médicos de apoyo para niños y adolescentes con cáncer, consultar los sumarios del PDQ sobre Cuidados médicos de apoyo).
La American Academy of Pediatrics estableció pautas para los centros de oncología pediátrica y su función en el tratamiento de los pacientes con cáncer infantil.[31] En estos centros de oncología pediátrica, se dispone de ensayos clínicos para la mayoría de los tipos de cáncer que se presentan en niños y adolescentes, y se ofrece la oportunidad de participar a la mayoría de los pacientes y familiares. En general, los ensayos clínicos para los niños y adolescentes con cáncer se diseñan a fin de comparar un tratamiento que parece mejor con el tratamiento que en la actualidad se acepta como el mejor disponible (tratamiento estándar). La mayoría de los avances en la identificación de tratamientos curativos para los cánceres infantiles se lograron mediante ensayos clínicos. La información en inglés sobre los ensayos clínicos en curso patrocinados por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) se encuentra en el portal de Internet del NCI.
Bibliografía
- Sandlund JT, Downing JR, Crist WM: Non-Hodgkin's lymphoma in childhood. N Engl J Med 334 (19): 1238-48, 1996. [PUBMED Abstract]
- Link MP, Shuster JJ, Donaldson SS, et al.: Treatment of children and young adults with early-stage non-Hodgkin's lymphoma. N Engl J Med 337 (18): 1259-66, 1997. [PUBMED Abstract]
- Burkhardt B, Woessmann W, Zimmermann M, et al.: Impact of cranial radiotherapy on central nervous system prophylaxis in children and adolescents with central nervous system-negative stage III or IV lymphoblastic lymphoma. J Clin Oncol 24 (3): 491-9, 2006. [PUBMED Abstract]
- Sandlund JT, Pui CH, Zhou Y, et al.: Effective treatment of advanced-stage childhood lymphoblastic lymphoma without prophylactic cranial irradiation: results of St Jude NHL13 study. Leukemia 23 (6): 1127-30, 2009. [PUBMED Abstract]
- Seidemann K, Tiemann M, Schrappe M, et al.: Short-pulse B-non-Hodgkin lymphoma-type chemotherapy is efficacious treatment for pediatric anaplastic large cell lymphoma: a report of the Berlin-Frankfurt-Münster Group Trial NHL-BFM 90. Blood 97 (12): 3699-706, 2001. [PUBMED Abstract]
- Cairo MS, Gerrard M, Sposto R, et al.: Results of a randomized international study of high-risk central nervous system B non-Hodgkin lymphoma and B acute lymphoblastic leukemia in children and adolescents. Blood 109 (7): 2736-43, 2007. [PUBMED Abstract]
- Bluhm EC, Ronckers C, Hayashi RJ, et al.: Cause-specific mortality and second cancer incidence after non-Hodgkin lymphoma: a report from the Childhood Cancer Survivor Study. Blood 111 (8): 4014-21, 2008. [PUBMED Abstract]
- Anderson JR, Jenkin RD, Wilson JF, et al.: Long-term follow-up of patients treated with COMP or LSA2L2 therapy for childhood non-Hodgkin's lymphoma: a report of CCG-551 from the Childrens Cancer Group. J Clin Oncol 11 (6): 1024-32, 1993. [PUBMED Abstract]
- Brugières L, Pacquement H, Le Deley MC, et al.: Single-drug vinblastine as salvage treatment for refractory or relapsed anaplastic large-cell lymphoma: a report from the French Society of Pediatric Oncology. J Clin Oncol 27 (30): 5056-61, 2009. [PUBMED Abstract]
- Mori T, Takimoto T, Katano N, et al.: Recurrent childhood anaplastic large cell lymphoma: a retrospective analysis of registered cases in Japan. Br J Haematol 132 (5): 594-7, 2006. [PUBMED Abstract]
- Woessmann W, Zimmermann M, Lenhard M, et al.: Relapsed or refractory anaplastic large-cell lymphoma in children and adolescents after Berlin-Frankfurt-Muenster (BFM)-type first-line therapy: a BFM-group study. J Clin Oncol 29 (22): 3065-71, 2011. [PUBMED Abstract]
- Mossé YP, Lim MS, Voss SD, et al.: Safety and activity of crizotinib for paediatric patients with refractory solid tumours or anaplastic large-cell lymphoma: a Children's Oncology Group phase 1 consortium study. Lancet Oncol 14 (6): 472-80, 2013. [PUBMED Abstract]
- Pro B, Advani R, Brice P, et al.: Brentuximab vedotin (SGN-35) in patients with relapsed or refractory systemic anaplastic large-cell lymphoma: results of a phase II study. J Clin Oncol 30 (18): 2190-6, 2012. [PUBMED Abstract]
- Azizkhan RG, Dudgeon DL, Buck JR, et al.: Life-threatening airway obstruction as a complication to the management of mediastinal masses in children. J Pediatr Surg 20 (6): 816-22, 1985. [PUBMED Abstract]
- King DR, Patrick LE, Ginn-Pease ME, et al.: Pulmonary function is compromised in children with mediastinal lymphoma. J Pediatr Surg 32 (2): 294-9; discussion 299-300, 1997. [PUBMED Abstract]
- Shamberger RC, Holzman RS, Griscom NT, et al.: Prospective evaluation by computed tomography and pulmonary function tests of children with mediastinal masses. Surgery 118 (3): 468-71, 1995. [PUBMED Abstract]
- Prakash UB, Abel MD, Hubmayr RD: Mediastinal mass and tracheal obstruction during general anesthesia. Mayo Clin Proc 63 (10): 1004-11, 1988. [PUBMED Abstract]
- Pui CH, Mahmoud HH, Wiley JM, et al.: Recombinant urate oxidase for the prophylaxis or treatment of hyperuricemia in patients With leukemia or lymphoma. J Clin Oncol 19 (3): 697-704, 2001. [PUBMED Abstract]
- Goldman SC, Holcenberg JS, Finklestein JZ, et al.: A randomized comparison between rasburicase and allopurinol in children with lymphoma or leukemia at high risk for tumor lysis. Blood 97 (10): 2998-3003, 2001. [PUBMED Abstract]
- Cairo MS, Bishop M: Tumour lysis syndrome: new therapeutic strategies and classification. Br J Haematol 127 (1): 3-11, 2004. [PUBMED Abstract]
- Cairo MS, Coiffier B, Reiter A, et al.: Recommendations for the evaluation of risk and prophylaxis of tumour lysis syndrome (TLS) in adults and children with malignant diseases: an expert TLS panel consensus. Br J Haematol 149 (4): 578-86, 2010. [PUBMED Abstract]
- Galardy PJ, Hochberg J, Perkins SL, et al.: Rasburicase in the prevention of laboratory/clinical tumour lysis syndrome in children with advanced mature B-NHL: a Children's Oncology Group Report. Br J Haematol 163 (3): 365-72, 2013. [PUBMED Abstract]
- Coiffier B, Altman A, Pui CH, et al.: Guidelines for the management of pediatric and adult tumor lysis syndrome: an evidence-based review. J Clin Oncol 26 (16): 2767-78, 2008. [PUBMED Abstract]
- Rhodes MM, Delbeke D, Whitlock JA, et al.: Utility of FDG-PET/CT in follow-up of children treated for Hodgkin and non-Hodgkin lymphoma. J Pediatr Hematol Oncol 28 (5): 300-6, 2006. [PUBMED Abstract]
- Nakatani K, Nakamoto Y, Watanabe K, et al.: Roles and limitations of FDG PET in pediatric non-Hodgkin lymphoma. Clin Nucl Med 37 (7): 656-62, 2012. [PUBMED Abstract]
- Ulaner GA, Lilienstein J, Gönen M, et al.: False-Positive [18F]fluorodeoxyglucose-avid lymph nodes on positron emission tomography-computed tomography after allogeneic but not autologous stem-cell transplantation in patients with lymphoma. J Clin Oncol 32 (1): 51-6, 2014. [PUBMED Abstract]
- Picardi M, De Renzo A, Pane F, et al.: Randomized comparison of consolidation radiation versus observation in bulky Hodgkin's lymphoma with post-chemotherapy negative positron emission tomography scans. Leuk Lymphoma 48 (9): 1721-7, 2007. [PUBMED Abstract]
- Dunleavy K, Pittaluga S, Maeda LS, et al.: Dose-adjusted EPOCH-rituximab therapy in primary mediastinal B-cell lymphoma. N Engl J Med 368 (15): 1408-16, 2013. [PUBMED Abstract]
- Bhojwani D, McCarville MB, Choi JK, et al.: The role of FDG-PET/CT in the evaluation of residual disease in paediatric non-Hodgkin lymphoma. Br J Haematol 168 (6): 845-53, 2015. [PUBMED Abstract]
- Smith MA, Altekruse SF, Adamson PC, et al.: Declining childhood and adolescent cancer mortality. Cancer 120 (16): 2497-506, 2014. [PUBMED Abstract]
- Corrigan JJ, Feig SA; American Academy of Pediatrics: Guidelines for pediatric cancer centers. Pediatrics 113 (6): 1833-5, 2004. [PUBMED Abstract]
No hay comentarios:
Publicar un comentario