miércoles, 16 de junio de 2010

Las troncales mesenquimales, útiles en patología autoinmune - DiarioMedico.com


Células madre mesenquimales. Células madre mesenquimales. (DM)

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ESPAÑA
INVESTIGADO EL POTENCIAL EFECTO INMUNOMODULADOR DE ESAS CÉLULAS
Las troncales mesenquimales, útiles en patología autoinmune
Las células troncales mesenquimales son capaces de reconstituir el micromedioambiente medular y promover el injerto de células madre hematopoyéticas, según se ha expuesto en el Congreso Nacional de Transfusión Sanguínea celebrado en Valladolid.


Julia Gutiérrez. Valladolid - Jueves, 17 de Junio de 2010 - Actualizado a las 00:00h.


"Las células stem o madre mesenquimales (CSM, en sus siglas inglesas) tienen un efecto inmunomodulador que se está utilizando para el tratamiento de enfermedades autoinmunes y de la enfermedad de injerto contra receptor. Además, las CSM de pacientes con hemopatías y trastornos de base autoinmune presentan anomalías genéticas y funcionales que sugieren que podrían desempeñar un papel en su fisiopatología". El especialista del Servicio de Hematología del Hospital Universitario de Salamanca, José A. Pérez-Simón, ha expuesto esta conclusión en el XXI Congreso Nacional de Transfusión Sanguínea, en Valladolid.

Las CSM de pacientes con síndrome mielodisplásico o mieloma múltiple podrían tener un papel en la fisiopatología de la enfermedad

Dichas células progenitoras del estroma medular son, por tanto, capaces de "reconstituir el micromedioambiente medular y promover el injerto de células madre hematopoyéticas", según ha explicado en su ponencia Efecto inmunomodulador de las células stem mesenquimales. Constitutivamente expresan niveles bajos de moléculas de MHC-I y no de otras co-estimuladoras como CD80, CD86 o CD40, por lo que les confiere una baja inmunogenicidad. También pueden hacer posible que se inhiba la activación y proliferación de linfocitos T y B y afectar así a la maduración de las células dentríticas.

Gracias a esas propiedades tienen gran utilidad en la clínica de la medicina regenerativa y el tratamiento de la enfermedad del injerto contra huésped, indicó Pérez-Simón, quien añadió que las CSM de los pacientes "diagnosticados de síndrome mielodisplásico o mieloma múltiple podrían desempeñar un papel en la fisiopatología de la enfermedad". Por último, en personas que padecen púrpura trombocitopénica inmune, las células madre mesenquimales tienen una proliferación reducida y menor efecto inhibidor sobre la producción de células T en comparación con las de donantes sanos".

Diversos estudios, tanto en modelos animales como en ensayos clínicos, muestran que las CSM pueden mantener e incluso reconstituir la funcionalidad del microambiente hematopoyético promoviendo igualmente el injerto de células progenitoras hematopoyéticas.

Las CSM humanas se caracterizan por una baja expresión del complejo mayor de histocompatibilidad (CMH) de clase I y la ausencia de moléculas coestimuladoras como CD80, CD86 y CD40. En este sentido, numerosos trabajos evidencian que no inducen el desarrollo de linfocitos alogénicos o xenogénicos. Sin embargo, algunos autores han descrito que, bajo determinadas condiciones, las CSM pueden funcionar como presentadoras de antígeno (APC) y activar la respuesta inmune. El grupo de trabajo de José A. Pérez-Simón ha comprobado que las CSM reducen tanto la activación como la proliferación de linfocitos T inducidos por distintos estimuladores como la fitohemaglutinina o los anticuerpos CD3 y CD28.

Trabajos del grupo de José A. Pérez-Simón han comprobado que las CSM reducen tanto la activación como la proliferación de linfocitos T

Células dendríticas

Por otro lado, las CSM interfieren en la diferenciación, maduración y función de las células dentríticas, lo que se debe a la secreción de factores como IL-6, M-CSF y PGE2 por las CSM. "La escasa inmunogenicidad y la función inmunomoduladora de las células madre mesenquimales las convierten en una prometedora herramienta clínica en el tratamiento de patologías de base autoinmunitaria y en la enfermedad de injerto contra receptor".

"En un estudio llevado a cabo por nuestro grupo pudimos caracterizar CSM de médula ósea de 33 pacientes con síndrome mielodisplásico". Su cinética de crecimiento mostró un potencial de expansión y en las CSM de 13 pacientes se observaron anomalías cariotípicas que afectaban a las regiones 19p13.3, 11q13.1 y 20q13.33. En una serie de enfermos con mieloma múltiple también se comprobó la existencia de ganancias y pérdidas cromosómicas no recurrentes mediante la hibridación genómica comparada.

En 1968 se aislaron por primera vez células clonogénicas de médula ósea. Tenían aspecto fibroblástico y se denominaron unidades fibroblásticas formadoras de colonias (CFU-F). Estas células revelaron cierta suficiencia de autorrenovación y diferenciación a células de estirpe mesodermal, como adipocitos, condrocitos, osteoclastos y células del tejido conectivo.

Recientemente, algunos tratados han confirmado que logran diferenciarse incluso a otros linajes no mesodérmicos, tales como ectodérmico (células epiteliales y de la neuroglía) y endodérmico (células pulmonares y musculares, entre otras).

En 2006, la Sociedad Internacional de Terapia Celular definió como CSM a la población capaz de adherirse al plástico, de diferenciarse al menos a hueso, cartílago y tejido adiposo, y con el fenotipo CD90+, CD73+, CD105+, CD34+, CD45+, CD14+, CD19+, HLA-DR-, CD11b- y CD79-.

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