miércoles, 30 de junio de 2010
Respirar los gases del escape de autos, ¿podría producir un ACV? - MedlinePlus
Respirar los gases del escape de autos, ¿podría producir un ACV?
Traducido del inglés: martes, 29 de junio, 2010
Por Genevra Pittman
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un estudio en Dinamarca reveló que la contaminación del aire por los gases del escape de los automóviles podría provocar accidentes cerebrovasculares (ACV), aunque se necesitan más estudios para confirmarlo.
Los autores observaron que la exposición de corto plazo a ciertas sustancias contaminantes influía en las hospitalizaciones por ACV isquémicos leves en Copenhague. Este es el tipo más común de ACV y ocurre cuando un coágulo sanguíneo obstruye el flujo al cerebro.
Los resultados, publicados en European Heart Journal, coinciden con los de un estudio que probó la relación entre la exposición de largo plazo a la contaminación por el escape de los vehículos y la tasa de mortalidad por ACV en el Reino Unido.
"La observación clave es que la contaminación causada por los automóviles sería la fuente primaria de la exposición", dijo Jiu-Chiuan Chen, de la Escuela de Medicina Keck, de la University of Southern California, en Los Angeles.
El ACV es la segunda causa de muerte en el mundo, con 4,4 millones de decesos anuales. En Estados Unidos, 700.000 personas sufren un ACV cada año, lo que le cuesta al país unos 43.000 millones de dólares.
El equipo de la doctora Zorana Andersen, de la Sociedad del Cáncer de Dinamarca, utilizó un monitor de contaminación ambiental para medir el nivel de partículas pequeñas que los automóviles liberaron al aire durante cuatro años.
Luego, comparó las mediciones de ciertos días con la cantidad de internaciones por distintos tipos de ACV en nueve hospitales dentro de los 15 kilómetros alrededor del monitor.
Durante el estudio, unas 7.500 personas fueron internadas.
El contacto con esas partículas en el corto plazo estuvo asociado con las internaciones por ACV isquémicos leves que ocurrieron días después de esa exposición.
Entre los pacientes con un ACV isquémico leve y sin alteraciones cardiovasculares previas, los investigadores estimaron un 21 por ciento más de hospitalizaciones tras la exposición.
El equipo proyectó que 147 nuevos casos de esos ACV por año podrían atribuirse a las partículas pequeñas que liberan los automóviles.
Tanto las exposiciones cortas como prolongadas podrían influir en el riesgo de sufrir un ACV, indicó Chen. El contacto en el largo plazo aumenta la acumulación de depósitos grasos en las arterias.
Se desconoce la causa exacta que elevaría el riesgo de ACV en estos casos, y los datos no prueban que la contaminación del aire cause la enfermedad, indicó Andersen.
"Esto amplía el conocimiento sobre los efectos de la exposición a la contaminación ambiental" en la salud cardiovascular, dijo Chen, que no participó en el estudio. "Es un problema de salud pública", agregó.
Para Andersen, ese problema no se limita a los adultos mayores u otros grupos de riesgo de ACV, pero la contaminación ambiental podría disparar la enfermedad en las personas sanas.
Sin embargo, existen medidas para cuidar la salud. "La exposición a la contaminación del aire se puede reducir, hasta cierto límite, a través de elecciones personales", como usar calles con poco tráfico o evitar barrios con gran densidad vehicular.
FUENTE: European Heart Journal, online 10 de junio del 2010.
Reuters Health
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http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_100553.html
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