ESPAÑA
Pasos decididos para vencer la ansiedad
PSIQUIATRÍA. La Unidad de Ansiedad del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones del Parque de Salud Mar, de Barcelona, es uno de los centros más potentes en Europa y tiene en marcha diversos estudios que pretenden desentrañar las particularidades genéticas, físicas y ambientales que rodean a este trastorno. Se ha encontrado que algunas alteraciones en el cromosoma 15, así como en la estructura del colágeno, están asociadas con la ansiedad y ahora se estudia la influencia de la metereología, así como su relación con otras enfermedades respiratorias y digestivas.
Karla Islas Pieck. Barcelona - Martes, 26 de Abril de 2011 - Actualizado a las 00:00h.
Durante el otoño, en la víspera de una tormenta o cuando el viento sopla de poniente más pacientes suelen llamar a la puerta de la Unidad de Ansiedad del Hospital del Mar, de Barcelona. Las condiciones meteorológicas parecen tener influencia en la aparición de ataques de ansiedad y pánico, lo que podría aportar pistas sobre los aspectos biológicos, psicológicos y ambientales que están detrás de este trastorno psiquiátrico que afecta a cerca de un 15 por ciento de la población española.
Se estima que sólo una de cada cuatro personas que sufren o han sufrido un episodio de ansiedad están diagnosticadas, "y eso siendo muy generosos", ha indicado Antoni Bulbena, director del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones del Parque de Salud Mar, de Barcelona, centro de referencia en España y uno de los más importantes en Europa.
El trastorno de ansiedad se esconde muchas veces tras la máscara de la timidez y dificulta su diagnóstico, ya que los pacientes no solicitan ayuda
Los más de 600 profesionales que trabajan en este centro, que es fruto de la fusión del Instituto de Atención Psiquiátrica, Salud Mental y Toxicomanías (IAPS) y el Centro Dr. Emili Mira, tienen entre sus prioridades estudiar por qué se origina esta patología y cómo se puede mejorar su abordaje.
En el año 2001 estos investigadores dieron un paso importante al descubrir que una alteración en el cromosoma 15, que es hereditaria, está asociada con la aparición del trastorno de ansiedad, según relataron en la revista Cell. También encontraron una relación entre la cantidad de colágeno en el cuerpo y esta patología, indicio que se publicó en The Lancet.
Estos dos hallazgos permiten diagnosticar mejor a estos pacientes gracias a análisis genéticos y a la valoración de la flexibilidad de las extremidades.
Actualmente están en marcha otros estudios que están examinando, entre otras cosas, las comorbilidades de estos pacientes, ya que se ha observado que presentan con frecuencia tiroiditis, colon irritable y otros trastornos digestivos, además de que se ha visto una alta incidencia de problemas como neumotórax, esguinces y defectos inmunológicos.
Disfraces de la ansiedad
El trastorno de ansiedad se sitúa en el centro del triángulo que conforman la agorafobia, los ataques de pánico y la fobia social. Puede tener muchas caras, pero no es raro que se oculte tras la máscara de la timidez, lo que complica seriamente el diagnóstico, "ya que son pacientes que tienen serias dificultades para pedir ayuda", ha señalado Bulbena.
El diagnóstico precoz, como sucede en casi todas las enfermedades, es una de las claves para mejorar la calidad de vida de estos pacientes. Entender su enfermedad y entrenarse de manera adecuada en las diferentes estrategias de afrontamiento es una de las mejores armas de que disponen para poder luchar contra este trastorno, para el que también se cuenta con herramientas farmacológicas como los antidepresivos y los ansiolíticos, así como con otras técnicas como la psicoterapia y la relajación, que mejoran la evolución de la enfermedad.
El abordaje integral que se ofrece en la Unidad de Ansiedad, con un equipo multidisciplinar encabezado por los psiquiatras Antoni Bulbena y Guillem Pailhez, el psicólogo Miguel Ángel Fullana y la enfermera Sílvia Rosado, es fundamental para el éxito del tratamiento.
De forma integral
Dada la gravedad del tastorno y su elevada comorbilidad, es muy importante que esté situada en el marco de un hospital general, en el que se puede atender al paciente de forma integral ha confirmado Guillem Pailhez, coordinador de la Unidad de Ansiedad del Hospital del Mar, de Barcelona.
"No puedo alejarme 100Km de mi casa"
Su médico, Antoni Bulbena, lo define como valiente y luchador. Ramón Seall lleva 25 años enfrentándose cada día al trastorno que le limita para realizar algunas de las actividades que más le gustan, como pescar o ir al estadio a ver los partidos del Barça. No puede ir en transporte público y es incapaz de alejarse más allá de 100 kilómetros de su domicilio. Su llegada hasta la Unidad de Ansiedad del Parque de Salud Mar, de Barcelona, fue larga y difícil, ya que en octubre de 1986, que fue cuando sufrió el primer ataque de ansiedad, no tenía ni idea de lo que le estaba pasando. Pasó por la visita de cardiólogos, neurólogos y médicos de familia. Todo comenzó con unas palpitaciones que le hicieron pensar que estaba sufriendo algún problema cardiaco. Le hicieron una TC y un electrocardiograma, pero no le encontraron nada. Fue en 1993 cuando visitó por primera vez a Bulbena y pudo entender que aquéllo que le sucedía tenía un nombre y una terapia y que "no estaba loco o era un bicho raro" como tantas veces había pensado.
"Me ha costado entender la enfermedad"
Tenía 19 años y se consideraba una persona independiente y emprendedora. La palabra miedo no estaba en su vocabulario hasta que un día, en el año 1996, sufrió su primer ataque de pánico. No entendía lo que le pasaba. Sentía mareos, vértigo, hiperventilación y sudoración excesiva. Como a Ramón, le hicieron varias pruebas, entre ellas electrocardiogramas y encefalogramas, y tampoco encontraron nada. Pero para ese entonces ya existía la Unidad de Ansiedad y la derivaron enseguida. "Aquí me han ayudado a entender y a convivir con mi enfermedad". Para ella ha sido fundamental poder aprender a diferenciar entre el dolor físico y el mental. En los primeros años sufrió un neumotórax y el diagnóstico se retrasó porque ella tardó en distinguir que se trataba de un problema fisiológico y no un efecto del miedo. No puede ir sola en metro, pero cada día lucha por vencer los obstáculos. Tiene una hija y asegura que la atención del embarazo y el parto en el mismo hospital en el que está la Unidad de Ansiedad fue un factor fundamental para su tranquilidad.
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