Un libro profusamente ilustrado analiza la relación entre maloclusión bucal y cefalea

El libro "Ajuste oclusal en implantes y dientes naturales: oclusión en 3D", del doctor Vicente Jiménez, incluye animaciones en las que es posible comprender los perjuicios contra la salud que se derivan de un mal engranaje maxilar.

El doctor Vicente Jiménez se hizo acompañar de sus cuatro hijos, también odontólogos, para presentar en el Club Financiero Génova de Madrid su libro sobre Ajuste Oclusal. Para ello, introdujo a los asistentes en el terreno del dolor, engañosamente alejado de los dientes y maxilares en opinión de muchas personas. La presentación de la obra fue este jueves, 23 de octubre, contando con la asistencia de numerosos medios especializados en Salud.

El doctor Jiménez explicó que el 30% de las cefaleas está originado por un problema de maloclusión y estrés. Según sus palabras, entre el 70 y el 80% de las personas que tiene maloclusión en combinación con estrés puede padecer dolores de cabeza, sin excluir ruidos en los oídos, mareos y otras dolencias. Jiménez es médico estomatólogo y dirige la Clínica Ciro, especializada en implantología dental. Forman parte de su equipo, sus 4 hijos, especializados cada uno de ellos en Implantes, Ortodoncia, Periodoncia y Prótesis bucales.

La obra sobre Ajuste Oclusa incluye un CD con animaciones 3-D de la mandíbula para hacer más comprensible una patología en principio compleja y difícil tanto de diagnosticar como de tratar y cuyas consecuencias son dolores de cabeza, cuello, oídos y hombros, siendo incapacitante en los casos más extremos. Entrando en el detalle del problema, el doctor Jiménez refirió que la maloclusión produce problemas en los músculos de la masticación, del cuello y patología en la articulación temporomandibular (ATM) y es frecuente en más de un 50% de la población. En muchas de estas personas se dan casos de bruxismo, o hábito de apretar y rechinar los dientes, generalmente, durante el sueño. De igual forma, se produce un desgaste severo en los dientes cuando la patología es de larga duración.

Por todo ello, recalcó el odontólogo, es necesario detectar el problema a tiempo con puntuales revisiones dentales a los niños antes de los 6 años porque, el pronóstico es más favorable cuanto más temprano es el diagnóstico. No obstante, confesó apenado el doctor, en España todavía se puede hablar de infradiagnóstico en esta patología. Pero una vez detectada la patología, se pueden limar los dientes afectados con una fresa, o proceder a realizar una ortodoncia o implantar prótesis.