La trombosis venosa profunda y la embolia pulmonar (TVP y EP) son trastornos graves pero prevenibles que con frecuencia no se diagnostican en su totalidad.
La TVP es una afección que ocurre cuando se forma un coágulo de sangre en una vena profunda. Estos coágulos por lo general se forman en la parte inferior de una de las piernas, en un muslo o la pelvis, pero también pueden aparecer en el brazo.
Es importante saber lo que es la TVP, porque puede afectar a cualquier persona y ocasionar enfermedad grave, discapacidad y, en algunos casos, la muerte. La buena noticia es que la TVP se puede prevenir y tratar si se descubre en su etapa inicial.
Complicaciones de la TVP
La complicación más grave de la TVP ocurre cuando una parte del coágulo se desprende y viaja por el torrente sanguíneo hasta los pulmones, causando un bloqueo llamado embolia pulmonar (EP). Si el coágulo es pequeño, y con un tratamiento adecuado, la persona se puede recuperar de la EP. Aún así, puede dejar secuelas en los pulmones. Si el coágulo es grande e impide que la sangre llegue a los pulmones, puede ser mortal.
Adicionalmente, cerca de una tercera parte de las personas con TVP presentará complicaciones a largo plazo causadas por el daño que ocasione el coágulo en las válvulas de la vena, lo que se conoce como síndrome postrombótico (SPT). Las personas con síndrome postrombótico tienen síntomas como dolor, decoloración y, en los casos graves, descamación o úlceras en la parte afectada del cuerpo. Si los síntomas son muy graves, pueden ocasionar discapacidad en una persona.
Para algunas personas, la TVP y la EP pueden convertirse en afecciones crónicas; alrededor del 30% de las personas con TVP o EP enfrentan riesgo de sufrir un nuevo episodio.
Factores de riesgo de la TVP
La TVP puede afectar prácticamente a cualquier persona. Sin embargo, algunos factores aumentan el riesgo de padecer esta afección. La probabilidad de sufrirla es aún mayor en aquellos que tienen más de un factor de riesgo al mismo tiempo.
La siguiente es una lista de los factores que aumentan el riesgo de presentar TVP:
- Lesión en una vena, a menudo causada por:
- fracturas;
- lesión muscular grave; o
- cirugía mayor (particularmente si abarca el abdomen, la pelvis, las caderas o las piernas).
- Lenta circulación de la sangre, a menudo causada por:
- permanencia prolongada en la cama
(p. ej., por motivos de enfermedad o después de una cirugía); - movimiento limitado (p. ej., usar un yeso en la pierna para ayudar a sanar un hueso lesionado);
- mantenerse sentado por mucho tiempo, especialmente con las piernas cruzadas; o
- parálisis.
- permanencia prolongada en la cama
- Aumento en el nivel de estrógeno, a menudo causado por:
- píldoras anticonceptivas;
- terapia de reemplazo hormonal, a veces utilizada después de la menopausia;
- embarazo y hasta 6 semanas después del parto.
- Algunas afecciones crónicas, como:
- enfermedades cardiacas;
- enfermedades respiratorias;
- cáncer y su tratamiento;
- enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn).
- Otros factores que aumentan el riesgo de presentar TVP son:
- haber sufrido anteriormente TVP o EP;
- antecedentes familiares de TVP o EP;
- edad (el riesgo aumenta con la edad);
- obesidad;
- fumar;
- hipertensión arterial;
- presencia de un catéter en una vena central;
- trastornos de la coagulación hereditarios.
Prevención de la TVP
Los siguientes consejos pueden ayudar a prevenir la TVP:
- Dé unos pasos por la habitación tan pronto como sea posible después de haber permanecido en cama por causa de una cirugía, enfermedad o lesión.
- Si tiene riesgo de padecer TVP, consulte a su médico sobre:
- las medias de compresión graduada (a veces llamadas “medias de compresión médica”).
- medicamentos (anticoagulantes) para prevenir la TVP.
- Después de permanecer sentado por mucho tiempo, como ocurre durante un viaje de más de 4 horas:
- Levántese y dé unos pasos cada 2 a 3 horas.
- Mientras esté sentado, ejercite las piernas de la siguiente manera:
- suba y baje los talones sin levantar del suelo las puntas de los pies;
- suba y baje la punta de los pies, sin levantar del suelo los talones;
- apriete y afloje los músculos de las piernas.
- No use ropa apretada.
- Tome mucha agua y evite las bebidas alcohólicas o con cafeína.
- Haga ejercicio (en inglés) con regularidad, mantenga un peso saludable (en inglés) y no fume (en inglés) .
Síntomas
TVP
Aproximadamente la mitad de las personas con TVP no presentan síntomas. Los siguientes son los signos y síntomas más comunes de la TVP que ocurren en la parte afectada del cuerpo:
- inflamación;
- dolor;
- sensibilidad al tacto;
- enrojecimiento de la piel
Si usted tiene alguno de estos signos o síntomas, consulte a su médico lo antes posible.
EP
Una persona puede sufrir una embolia pulmonar sin tener síntomas de trombosis venosa profunda.
Los signos y síntomas de EP pueden ser:
- dificultad para respirar;
- latidos irregulares o más rápidos de lo normal;
- dolor o molestias en el pecho que generalmente empeoran al respirar profundo o al toser;
- ansiedad;
- tos con sangre;
- presión arterial muy baja, mareos o desmayos;
Si usted tiene cualquiera de estos síntomas, busque atención médica de inmediato.
Diagnóstico de la TVP y de la EP
El diagnóstico de la trombosis venosa profunda y la embolia pulmonar requiere de pruebas especiales que solo un médico puede realizar. Esta es la razón por la cual debe buscar atención médica si experimenta alguno de los síntomas de la TVP o de la EP.
Tratamiento de la TVP y la EP
TVP
Existen medicamentos para prevenir y tratar la trombosis venosa profunda. Las medias de compresión (también llamadas medias de compresión gradual) a veces se recomiendan para prevenir la TVP y aliviar el dolor y la inflamación. Puede ser necesario usarlas durante 2 años o más después de sufrir TVP. En casos graves, puede que sea necesaria la cirugía para sacar el coágulo.
EP
La EP es una afección que requiere acudir a la sala de emergencias de un hospital para ser tratada. Para casos graves, con riesgo de ser mortales, existen medicamentos (trombolíticos) que pueden disolver el coágulo y otros que pueden prevenir la formación de más coágulos (anticoagulantes). Los pacientes con mayor riesgo de sufrir otra EP a menudo requieren cirugía.
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