La reutilizacion de calzado usado puede provocar serios problemas en los más pequeños

Según Martínez, la reutilización "no es una práctica habitual, pero sí se ha incrementado con las épocas de crisis".

Enrique Mezquita. Valencia | dmredaccion@diariomedico.com | 26/08/2015 10:23

Alfredo Martínez, presidente del Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (Icopcv). (Enrique Mezquita)

Con el final de las vacaciones de verano, las familias preparan equipamiento, ropa y material escolar para el nuevo curso y, en ocasiones, los más pequeños reciclan o reutilizan calzado usado de hermanos o familiares mayores. El Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (Icopcv) ha alertado sobre los riesgos que supone esta práctica, ya que ese calzado se habrá adaptado a la forma de los pies del primer usuario ypuede causar deformidades en los niños, sobre todo si esto coincide en la etapa en la que se están formando sus pies (entre los 3 y los 6-7 años, aproximadamente). O, como mínimo, provocará que camine con molestias, rozaduras y alterará su marcha habitual al andar.

Alfredo Martínez, presidente del Icopcv, ha señalado a Diario Médico que "en principio, el peligro de utilizar calzado ya usado es que éste tiene ya una serie de deformidades que luego llevan al pie a trabajar de una forma determinada. En un niño en esa fase de crecimiento -una época en que el pie se está formando-, si se pone a andar unos meses de así, acabará trabajando de esa forma: es decir, si utiliza un calzado de otro niño que pisaba mal, puede llevarlo a apoyos anormales y sus consecuencias". Martínez también ha recordado la importancia de la flexión del antepie: "cada persona tiene su flexión y, aunque la variación del desgaste o deformidad de la parte anterior del calzado sea de milímetros, ésta puede provocar que el nuevo usuario acabe modificando o adaptándose a esa flexión".

Recomendaciones
Desde el Icopcv se ha apuntado que sólo se pueden reutilizar unos zapatos usados si cumplen los siguientes requisitos: se han utilizado muy pocas veces (por ejemplo, el calzado de ceremonias suele utilizarse como mucho en tres o cuatro ocasiones); si no están deformados; si no tienen pliegues en el empeine; cuando los refuerzos en la puntera y en el talón están intactos; o si el tacón y la suela no están desgastados por el uso. Junto a esto, se recomienda que si va a reutilizarse, se cambien las plantillas, secarlos bien si tuvieran algo de humedad y desinfectarlos con antifúngico. De esta forma, se evitará que pudiera haber contagio por hongos.

Martínez ha hecho hincapié en las situaciones que deben excluir esa reutilización. "En ocasiones, un zapato se ha usado durante todo el curso pasado o al final y parece que está bien, pero hay que tener en cuenta que la misma humedad de los pies les imprime una flexibilidad. Si se deja secar durante los meses de verano, cuando se vuelven a reutilizar, se han endurecido y, en muchas ocasiones, deformado. En estos casos, nunca deben aprovecharse". Tampoco es recomendable reutilizarlos cuando, al ponerlos en una superficie plana, "se ve que tienen desgastes o deformidades laterales, sobre todo en la zona del tacón, y en especial si son hacia un lado y exagerados". En este sentido, ha apuntado, "podríamos plantearos que los desgastes de tacón, sobre todo en época de crisis, se pueden solucionar con unos tacones nuevos, pero hay que tener en cuenta que ese zapato también ha llevado a las fibras de la piel a una posición determinada que después se va a repetir".