La adaptación postural del ciclista, clave para evitar lesiones

Un nuevo modelo, diseñado por el departamento de Educación Física y Deportiva de la Universidad de Granada y ErgoSport, permite fabricar bicicletas a medida para adaptar la postura del ciclista. De esta manera se reducirían las lesiones y las sobrecargas musculares.

Carmen Cáceres. Sevilla | 06/02/2017 11:17

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Prueba para crear bicicleta a medida (DM)

Investigadores del departamento de Educación Física y Deportiva de la Universidad de Granada y la empresa ErgoSport han diseñado un modelo que permite fabricar bicicletas personalizadas para cada usuario con el objetivo de mejorar su rendimiento deportivo y evitar lesiones. Este método, pensado para ciclistas profesionales y amateurs, adapta la herramienta a la persona.

Algunas de las lesiones más habituales en ciclismo, fuera de las producidas por traumatismos, suelen ser tendinopatías en rodillas y lumbalgias, molestias a nivel cervical, parestesias en manos y pies, además de sobrecargas musculares generadas por una mala ejecución técnica, es decir, una mala posición. Por ello, "este método trata de abordar el problema de la adaptación postural, aportando información de carácter anatómico-postural, de condición física, ergonómica, biomecánica", explica a Diario Médico Javier Dafos, director de ErgoSport.

El proceso comienza con una anamnesis inicial, en la que se toman datos como el historial de lesiones y molestias sobre la bicicleta, hábitos deportivos y de entrenamiento o enfermedades que puedan afectar de alguna forma a la práctica deportiva.

Tras esta primera fase, se realizan distintas pruebas estáticas, como son una valoración funcional, postural y antropométrica, para detectar posibles limitaciones en rangos de movimiento, niveles de flexibilidad, descompensaciones musculares y disbalances. "Después, tiene lugar la valoración dinámica, para la cual reproducimos las medidas de la bicicleta en un ergómetro especialmente diseñado para permitir todo tipo de ajustes posturales. Previamente, hemos tomado más de 40 mediciones sobre su bicicleta", comenta Dafos.

Los investigadores analizan, a continuación, la cinética y cinemática del ciclista en condiciones reales de fatiga, para asegurarse un pedaleo lo más real posible. Gracias a unas cámaras especiales de alta velocidad e infrarrojos y a los sensores incluidos en el ergómetro valoran la diferencia de fuerza entre piernas durante el pedaleo de forma real.

Cambios
Integrando toda la información acumulada hasta ahora, comienza el proceso de aplicación de cambios en la posición. Las modificaciones más habituales son ajustes sencillos que suponen mover elementos incluidos en la bicicleta, como modificar altura o retroceso del sillín y la posición del manillar, aunque tampoco es extraño el reemplazo de elementos como pueden ser la tija, la potencia, las bielas, el sillín o el manillar. "También se dan casos, aunque es menos habitual -explica Dafos-, en que las modificaciones son de tal magnitud que requieren un cambio de bicicleta por una hecha a medida, ya que no es posible adaptar la actual".

Las ventajas de este tipo de acciones y de este método es que permiten realizar una práctica deportiva más eficiente y saludable, con menos lesiones y más rendimiento, "además de suponer un ahorro en la compra de material, ya que sabremos exactamente qué componentes debemos emplear, tallas de cuadros y geometrías, evitando así los tan comunes errores a la hora de elegir piezas o cuadros", concluye Dafos. Cambios mínimos que suponen mucho, y otras veces cambios más drásticos, no solo en la herramienta, sino en el entrenamiento o la nutrición del deportista.