Redacción. Madrid | 03/05/2017 20:00
Determinar el grado de dolor de los recién nacidos y lactantes durante los tratamientos médicos suele basarse en la observación de las expresiones faciales o en la medición de la frecuencia cardíaca. Un nuevo sistema no invasivo que se apoya en los registros de electroencefalografía (EEG) podría ser útil para evaluar el dolor en estos pacientes y así poder manejarlo.
En un intento por alcanzar una mejor medición del dolor en bebés, estos especialistas establecieron una escala basada en registros electroencefalográficos de la actividad cerebral. Los investigadores concretaron el patrón de EEG en un estudio piloto con 18 neonatos sometidos a un cribado de sangre rutinario, la llamada prueba del talón. Después, validaron sus resultados en otros estudios sobre 72 bebés.
El patrón de EEG también resultó consistente en los bebés prematuros, en correlación con los medios tradicionales para inferir el dolor (expresiones faciales), y se mostró distinto del registro de la actividad cerebral asociado a estímulos no dolorosos, como luces intermitentes, toques suaves o ruidos fuertes.
Además, los anestésicos tópicos redujeron la magnitud de la señal de exploración cerebral. En general, el patrón de EEG demostró una sensibilidad del 64 por ciento con una especificidad del 65 por ciento para el dolor asociado con la punción del talón, y una sensibilidad del 57 por ciento con una especificidad del 68 por ciento para un estímulo de menor intensidad. Con una validación adicional, los autores dicen que esta medida podría ser valiosa para probar la eficacia analgésica en sujetos sin capacidad de expresión verbal.
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