ENTEROVIRUS A71
Una nueva variante viral causó el brote de rombencefalitis en 2016
El subgenotipo del A71 causó el brote de Cataluña en el año 2016. La cepa provenía de Alemania, donde no causó clínica significativa.
Antoni Mixoy. Barcleona | dmredaccion@diariomedico.com | 15/05/2017 00:00
Ana Valero-Rello, María Fernández de Sevilla, Cristian Launes, Carlos Ortez, Carmen Muñoz Almagro, Juan José García y Didac Casas. (Jaume Cosialls)
Entre abril y junio de 2016 se registró un brote de rombencefalitis causado por enterovirus en niños de diversas comunidades autónomas -en especial en Cataluña, donde se detectaron más de un centenar de casos-, un episodio que causó una gran alarma por la gravedad de las afectaciones neurológicas y que, por su excepcionalidad, supuso un reto para clínicos, microbiólogos y epidemiólogos.
Ahora, un estudio del grupo de investigación de enfermedades infecciosas del Hospital San Juan de Dios (HSJD) de Barcelona, en colaboración con el Centro Nacional de Microbiología (CNM), ha revelado que el brote fue causado por una nueva variante (en nuestro medio) del enterovirus A71 procedente de Alemania, "aunque en ese país sólo fue detectada en niños asintomáticos", señala Carmen Muñoz Almagro, responsable del grupo del HSJD.
- El brote que apareció en Cataluña en 2016 fue causado por una nueva variante en nuestro medio del enterovirus A71 procedente de Alemania
El investigador principal del estudio, Cristian Launes, recuerda que, por lo general, las manifestaciones clínicas de infección por enterovirus son meningitis linfocitarias, que afectan a niños muy pequeños, causan fiebre un par de días, clínica cutánea, y se resuelven al poco tiempo sin ningún tipo de secuela.
Por el contrario, en este brote, "aparte de afectar a niños algo más mayores, en torno a los 2 años de edad, observamos una clínica más abigarrada y grave, con mayor afectación del nivel de consciencia, indicativa de encefalitis, temblores y casos de marcha atáxica".
Un subgenotipo inédito
Tras la detección del enterovirus mediante PCR, el tipado en el CNM identificó en los casos de rombencefalitis un genotipo conocido en nuestro país, el A71, pero un subgenotipo inédito, el C1, que había circulado poco antes en Alemania. "Esto nos demostró que el virus había mutado en Europa, dando una clínica distinta, y que no procedía, como podíamos pensar, del sudeste asiático".
- Las manifestaciones clínicas de infección por enterovirus son meningitis linfocitarias, causan fiebre un par de días, clínica cutánea, y se suelen autolimitar
En esta área geográfica otros subgenotipos del A71 provocan epidemias cíclicas de rombencefalitis, pero con manifestaciones más ligadas a la enfermedad de boca-mano-pie y con "un exantema especial, que nosotros no hemos visto".
En el estudio, publicado en Clinical Microbiology and Infection, incluyeron 57 pacientes, con una edad media de 27 meses, de los que 41 (el 72 por ciento) fueron diagnosticados de rombencefalitis, 7 de meningitis aséptica, 6 de encefalitis y 3 de encefalomielitis.
La PCR detectó el enterovirus en las heces o las muestras nasofaríngeas de todos los niños, pero no en el LCR de los afectados por rombencefalitis. Y el genotipado mostró que solo estos últimos estaban infectados por el enterovirus A71 subgenotipo C1.
- En este brote se observó una clínica más abigarrada y grave, con mayor afectación del nivel de consciencia, temblores y casos de marcha atáxica
A falta de vacuna o tratamiento específico, la mayoría de los pacientes fueron tratados con inmunoglobulinas, siguiendo la experiencia de los países del sudeste asiático y las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el manejo de la enfermedad de boca-mano-pie grave.
La evolución clínica fue buena y sin secuelas significativas en todos los casos, salvo en los tres pacientes con encefalomielitis, que vienen recuperándose favorablemente de sus complicaciones motoras (debilidad de cintura escapular, de cuello). Además, ninguno de los tratados con inmunoglobulinas desarrolló signos de disautonomía.
La evolución clínica fue buena y sin secuelas significativas en todos los casos, salvo en los tres pacientes con encefalomielitis, que vienen recuperándose favorablemente de sus complicaciones motoras (debilidad de cintura escapular, de cuello). Además, ninguno de los tratados con inmunoglobulinas desarrolló signos de disautonomía.
Los investigadores se felicitan por los buenos resultados clínicos y el conocimiento aprendido, pero no olvidan las incógnitas que persisten. Como por qué -como ocurre en tantos virus- "unos niños pueden presentar manifestaciones clínicas graves mientras otros permanecen asintomáticos", lo que obliga a intensificar la investigación sobre las características del huésped y la posibilidad de coinfección viral.
Otras posibilidades
Pero también si es probable otro brote de A71C1: "Si se distribuye como los otros subgenotipos en cada epidemia primaveral de enterovirus, lo esperable es que haya cierta inmunidad poblacional".
En todo caso, los especialistas ensalzan "la vigilancia epidemiológica molecular y la investigación asociada en nuestra área geográfica", porque, por ejemplo, las vacunas que se desarrollan en el sudeste asiático para otros subgenotipos del A71 "aquí no servirían".
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